Diarios De Vampiros (Temp 8 Fanfic)

Prefacio

Ella caminaba con pequeños pasos por la plaza del pueblo, admirando cada detalle de este "Es bonito, histórico y pintoresco" pensó.

De pronto a lo lejos, cerca de la torre del reloj, lo vio. Su rostro palideció "Imposible" se dijo.

Lo siguió hasta el Grill sin que él se diera cuenta, o eso pensaba. Él entró al pequeño bar, tomó asiento en la barra y pidió un bourbon.

Ella titubeante se acercó sentándose justo a su lado - Disculpa. Creí conocerte, pero ya veo que no es así - le comentó.

-Eso explica porque me has seguido - respondió él.

-Me llamo Alessia pero me dicen Alex - se presentó extendiendo su mano.

-Soy Stefan - dijo estrechándola.

Entonces el teléfono del castaño interrumpió y al ver que se trataba de Bonnie contestó.

-¿Que pasa Bonnie? - se apresuró a preguntar.

-Lo tiene Stefan. Rayna ha capturado a Damon - Alex escuchó atentamente la conversación y al oír el nombre de Rayna su expresión cambió.

Stefan colgó el teléfono. Se bebió rápidamente el trago de bourbon y se puso de pie.

-¿Es Rayna Cruz de la que hablan? - le preguntó clavándolo en el suelo.

Stefan la miró con curiosidad y preocupación - ¿Que sabes de ella?

-No eres humano ¿Verdad? - afirmó - No te preocupes yo tampoco. Soy vampiro y yo puedo ayudarte a detener a Rayna. Es más, por eso estoy aquí.

-Si muere también mi hermano lo hará - ahora el rostro de Stefan reflejó solo preocupación.

-Solo llévame con ella, yo me encargo de lo demás. Tu hermano estará bien, te lo prometo.

Stefan no sabía si debía confiar en aquella desconocida, pero así lo hizo. Algo en ella le dio confianza.

Entonces los dos salieron del Grill en busca de Rayna Cruz.

Al llegar a la ubicación que Bonnie les proporcionó por teléfono, vieron a Rayna apuntando su espada hacia el pecho de un muy débil Damon.

-Hola Rayna - saludó Alex tomándola desprevenida.

La cazadora se detuvo y la miró con ojos desorbitados - Tu ¿Qué estás haciendo aquí? - le preguntó ella.

-Me entere que estas de vuelta, por lo que veo sigues llevando contigo esa maldita espada.

-Sabes cuál era el sueño de mi padre. Un mundo sin esas escorias de vampiros.

-¿Piensas matarme a mí también?

-Puedes irte, te he dejado vivir por mucho tiempo. Si no quieres morir hoy, es mejor que te vayas.

Alex se plantó frente a ella - Ojala y a Nikolas le hubieras dado la misma oportunidad - recriminó, el rostro de Rayna palideció al oír tal nombre - ¿Pudiste vivir con eso?

-Era un vampiro, tenía que hacerlo - subió el tono de su voz.

-No. No tenías, te amaba y a ti no te importo clavarle esa cosa - la vampira apuntó hacia la espada.

Los ojos de Rayna se llenaron de lágrimas y agachó la cabeza - Eso fue lo más doloroso que he hecho, pero se lo debía a mi padre.

-Es que no lo entiendes. Algunos de nosotros no tuvimos opción, más que convertirnos. Aun así tratamos de controlar nuestro apetito y no hacer daño a personas inocentes. Nikolas era uno de ellos, pero eso es algo que no ves.

-Eso lo supe ahora. Tengo una conexión con las personas que marco y cuando lo marqué a él - señaló a Stefan, quien aún continuaba de pie al lado de Alex - Pude ver que es bueno, pero no puedo detenerme.

-Entonces ¿Harás esto por toda la eternidad?

-Es mi última vida y ya estoy cansada.

-Puedo ayudarte. Podrás disfrutar tú última vida, enamorarte, casarte, tener hijos, envejecer y morir en paz - Rayna guardó silencio analizando las palabras de Alex.

Al final Rayna decidió dejar su venganza. Liberó a Damon, Bonnie deshizo aquel hechizo, volviéndola totalmente humana y Alex le borró la memoria, creándole una nueva vida lejos de Mystic Falls y de los vampiros.