I Hate You But I Love You

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—Creo que alguien no se baño. —Aaron dijo entre risas juntos al resto del salón. —Escuché que Daniel tomará el día, así que no hay nadie contigo.

Regresé a mi lugar por mi mochila, la tomé cuidadosamente y justo antes de salir, la profesora de lenguaje llegó.

—¿Qué sucedió, Scarlett? —Me miró con sorpresa.

Bajé la mirada sin decir nada.

Ella suspiró. —Ve a cambiarte, ahora mismo lo arreglo.

Yo asentí y caminé hacia los baños, sinceramente ya tenia preparada mi ropa, sabia que la necesitaría. Entré a uno y comencé quitándome mis tenis, después mi falda y por ultimo, mi blusa. Toda olía a huevo con harina, la metí en una bolsa y después me puse un vestido floreado con unos zapatos abiertos.
Para finalizar, lavé mi cabello en los lavabos, y limpié mi rostro.

—Scarlett. —Me miró la profesora. —¿Qué sucedió?

Sin decir nada, caminé hacia ella. —Sólo se cayó una cubeta sobre mi.

Asintió. —¿Qué contenía?

Desvíe mi miraba. —Huevos y harina.

Ella comenzó a mirar a su alrededor. —Joven Smith, sabemos que fue usted, hasta el momento, todos han dicho que fue usted.

Él se levantó de golpe. —¿Por qué haría algo como eso? —Rio. —No me apetece hacerle algo a... —Me miró de arriba hacia abajo. —Alguien como ella.

—El joven Vega me ha dicho todo.

Él rio y se sentó de mala gana. —Ella se lo busca.

Bajé la mirada y le senté en mi lugar asignado.

—Reportaré el caso.

La profesora comenzó a dar su clase, tenía miedo de que las bromas de Aaron se volvieran aún más pesadas.

Tenía dos horas libres, así que las aproveché para comprar un cóctel de frutas con chantillí y chocolate, en cuanto me lo dieron, me fui a sentar en una banca vacía de la cafetería.

—Miren a quien tenemos aquí. —Dijo Aaron quien estaba acompañado de Dulce y Maria.

—Ah, claro, Daniel no llegó. —Dulce dijo mientras reía.

Maria puso su mano cerca de mi cóctel. —¿Sabes que significa?

Sin mirarlas, negué.

—Que tenemos la libertad de molestarte, sin que Daniel se meta. —Aaron aclaró.

Tomaron mi comida y solamente sentí el líquido de la fruta caer a mi alrededor.

—Dos... —Susurré. —En un día. —Tomé mi mochila y corrí hacia los baños mientras escuchaba las risas de prácticamente todo el colegio.

Ya no traía más ropa ¿Ahora qué? Traté de limpiar mi vestido, pero fue un fracaso, sólo lo dejé así y me fui a mis ultimas 2 clases.

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Al terminar, me fui directo a mi trabajo, allí podía ponerme mi uniforme y quitarme un rato el vestido.

—Tu vestido quedó fatal. —Carla me dijo mientras levantaba mi ropa.

Hice una mueca y seguí lavando los platos. —Lo se, creo que lo tiraré.

Ella sonrió. —Ya que no ganamos tan mal, podríamos ir de comprar.

Asentí. —Claro, que tal... ¿El domingo? Tenemos el día libre.

Ella casi corrió hacia mi. —Bien, iré por ti. —Su sonrisa creció.