I Hate You But I Love You

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—De verdad se lo agradecemos, estaremos muy seguros, el avión es privado. —Aaron le dijo a los padres de Carla y a los de Daniel.

—Bueno, sabemos quien eres tú, tus padres son muy famosos.

Él simplemente sonrió. —Nos vemos en una semana.

Nos despedimos de ellos y nos fuimos a recorrer la plaza.

—Tan sólo falta una semana. —Dije emocionada.

—Es un alivio que podamos ir los cuatro, la vamos a pasar bien.

Le Sonreí. —Gracias. —Besé su mejilla. —Lo has hecho todo.

—Sin ti, no estuviera haciéndolo.

Se acercan las vacaciones, Aaron propuso ir a una playa muy hermosa, invitó a Daniel y a Carla, claro, habló con sus padres, los cuales no se negaron en lo absoluto pues sabe de que clase pertenece.
Ahora mismo estamos buscando cosas para llevarnos en las maletas, nos iremos en un avión privado, lo cual me emociona.

Por otra parte, Aaron me dio una copia de sus llaves, por si algún día, deseo entrar a su departamento, de igual manera, yo hice lo mismo.

—Después de comer, tenemos que pasar al restaurante, para pedir permiso.

Aaron asintió. —Y después iremos acomodando las cosas.

Fuimos a comer a la plaza, pedimos una ensalada, pero nunca creí que estuviera tan cara, aún que Aaron las pagó... Aún me siento mal por esta situación.

—Sabe muy rica. —Le dije en cuanto terminé mi primer bocado.

Asintió. —Hemos comido mucha chatarra.

—Lo se, últimamente cocino muy poco.

—Creo que me iré a comer contigo, cocinas muy rico para tu edad.

Suspire mientras miraba a mi alrededor. —Tal vez lo saqué de mi madre, ella solía cocinar muy rico.

—Pues le daré las gracias cuando la vea.

Sonreí. —Te parece... Si llegando de vacaciones, ¿Te llevo a conocer a mis padres?

Por su mirada, estoy segura que no esperaba eso. —Me encanta la idea, ahora mismo me estoy poniendo nervioso.

Acaricié su mano y seguimos comiendo.

A pesar de que no llevamos mucho tiempo juntos, creo que es momento de que realmente conozca mi historia, comenzando por mis padres, será difícil, pero no lo quiero esconder.

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—Claro que te doy el permiso, llevas mucho tiempo trabajando aquí, y muy pocas veces pides vacaciones. —Mi jefe nos miró. —Me alegro que ahora salgas más.

—Le agradezco, se que ella trabaja mucho. —Aaron dijo.

Él asintió. —Es la mejor.

Bajé mi mirada. —Aún que también nos queremos llevar a Daniel y a Carla.

Él suspiró no muy contento, pero después de varios minutos de suspenso, habló. —Claro que los dejo.

—Por cierto. —Aaron hizo una pausa. —Ya contrate a unas profesionales para que trabajen aquí, mientras estamos de vacaciones.

—¿Qué? ¿Cómo es qué lo hiciste? —Le preguntó sorprendido.

—Bueno, es uno de los mejores restaurantes, no puede dejar que este casi vacío.