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Daniel me llevó a algún lugar con los ojos tapados, y no quería que quitará su mano.

—Estarás bien. —Me recargó en su pecho.

Y ese fue el momento exacto en donde no se que me pasó pero comencé a llorar de una manera muy extraña, de verdad me dolió ver esa escena, me sentí como la típica chica de las novelas, pero nunca creí que me fuera a pasar algo así, de verdad, nunca.

—Creí lo mismo que tú. —Daniel me acarició el cabello. —Aaron no es alguien en el que se deba confiar.

—Sabe que estamos saliendo. —Limpié mis lágrimas. —Sabe que vamos en el mismo colegio. —Le dije con un nudo en la garganta. —Se que no estoy a su nivel pero...

—Shh. —Me dijo. —Scar, tu no tienes nada de culpa en esta relación. —Suspiró. —Eres muy linda y tierna, ¿Qué más quiere?

—Fue la escena más fea que he visto aquí, mi corazón latió muy rápido hasta que cubriste mis ojos, no vi el beso.

—Para eso estoy aquí, hubieras estado peor si los hubieras visto.

Me reporté como enferma en el colegio, saben como estoy así que no hay problema si falto a las ultimas horas, Daniel me acompañó hasta mi departamento y me preparó una sopa muy deliciosa.
Carla llegó después de una hora para poderse ir con Daniel al trabajo, claro sin antes haberle platicado lo sucedido.

Los dejé en la puerta pero no me dejaron salir, ya que escucharon el elevador y me quedé en la puerta.

—¿Y Scarlett? —Se escuchó la voz de Aaron. 

—No esta. —Carla le dijo fríamente.

Rio. —Ustedes estaban dentro su departamento.

—¿Y? —Daniel respondió. —Tenemos sus llaves.

—Y es mejor que ni la busques. —Carla le advirtió y al parecer se fueron, pues comenzaron los grandes golpes en la puerta, pero no quería abrir así que me fui a acostar un rato.

A la mañana siguiente, me dolía mucho la cabeza y pedí un día más en el colegio, y sí me lo dieron, pues no soy nada faltista y el director permitió darme un día más. Llamé al trabajo y a mis mejores amigos para avisarles.

Me quedé todo el día en cama, aún que iba mejorando, dormí mucho y eso es lo que me hacía falta, también lloraba cada que recordaba ese beso que se iban a dar, y como no recordarlo, nunca había sentido así en mi corazón, nunca había sufrido por amor ó algo así, y tal vez para muchos será una exageración, pero confió fácilmente en las personas, más en alguien que me gusta, ¿Y para qué? Obvio, para terminar lastimada...

••••••••••

Estaba lista para ir al colegio, tomé mis cosas y esperé que Aaron cerrara su puerta para después, poder salir.

5 minutos tarde, salí lentamente, y me arrepentí, Aaron estaba frente a mi puerta con los brazos cruzados.

—¿Cuánto tiempo piensas encerrarte? —Me dijo. —Ni siquiera le abres la puerta a tu novio.

Bajé la mirada. —¿De verdad somos novios?

—¿De qué hablas?

Rodé los ojos y limpié mi lágrima rápidamente. —No tienes que mentir. —Dije entre sollozos. —No quiero seguir con esto, prefiero que me molestes y todo eso.

Se dejó caer contra la puerta. —Me viste...

Asentí rápidamente. —¡Todo el colegio te vio!

I Hate You But I Love You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora