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—¿De verdad éstas bien? —Carla me preguntó.

Asentí. —Lo hago por el trabajo, además, ustedes se ven hermosas. —Dije mirando a Carla y a Omi.

—Lo se, me veo guapo.

Negué. —Hablo de Carla y Omi. —Rodé los ojos

Él rio y me abrazó mientras depositaba un beso en mi mejilla.

—Bueno, tienen que comer mucho y divertirse, aunque creo que ese tipo de fiestas son muy aburridas, típicas fiestas de ricos.

Asistí a muchas fiestas en México, y lo único que puedes hacer es conversar de negocios.

Carla asintió lentamente. —Nos divertiremos a nuestra manera.

Omi me tomó de la mano. —No me alejaré de ti, ni un segundo, si esa señora te dice algo, tendrá que pasar sobre mi cadáver.

Me recargue en su hombro. —Lo se, Omi, te lo agradezco.

Nos hicimos casi una hora de camino, el salón obvio lucía muy elegante, la gente que llegaba, se veía de una clase social muy alta, desde los bolsos, pasando por los accesorios, hasta los vestidos, eran de marcas reconocidas y demasiado caras.
En la puerta estaba la novia de Aaron, con un vestido muy lindo, y se que ella no tiene la culpa, seguro ni siquiera se sabe la historia.

—Scar, que bueno que llegas. —Se acercó a mi y me abrazó.

Le Sonreí. —Ella es Carla, Daniel y Jane, mi madre.

Nunca había presentado a Omi como mi madre, su rostro expresaba sorpresa, pero me pareció un gran momento para hacerlo.

—Mi nombre es Katherine, espero que se la pasen muy bien, y los esperamos el día de la boda, vamos, les presento a mi novio y a nuestra familia.

—No, no. —Le dije rápidamente. —Tu tienes cosas que hacer.

—No. —Me tomó del brazo. —Vamos, ustedes son invitados especiales. —Guiñó el ojo y comenzó a caminar.

Todos entramos, a medio camino, sus padres estaban platicando, los saludamos y nos quedamos unos 10 minutos platicando. Y lo sigo pensando, creo que es un buen partido para Aaron. 

—¿Y los padres de Aaron? —Katherine preguntó.

—Estan en la sala de atrás. —Un señor le dijo señalando una puerta.

Ella asintió y me tomó la mano, mi cuerpo se tensó, quería salir corriendo de ahí, no tengo que verlos ahora.

—Les va a dar gusto verlos.

Ella abrió la puerta lentamente, ahí se encontraba Aaron, su madre y su padre. Al parecer estaban hablando, pero se sorprendieron cuando entramos.

—¿Mamá? —Aaron dijo con gran sorpresa.

Miré rapidamente a Katherine, quien estaba igual de confundida que yo.

—¿Jane? —El padre de Aaron dijo con voz quebrada.

En seguida dirigí mi mirada a Omi, quien se quedó inmóvil.

—¿Ustedes son...? —Pregunté preocupada.

—¿Quién te dio acceso a este lugar? —La madre de Aaron dijo en grito.

—Suegra, yo le permití acceder, usted la invito.

—Mamá, ¿Qué haces aquí? —Aaron dijo.

—No se te ocurra dar un paso más. —La "madre" le dijo a Aaron con un gesto muy malo.

—¿Qué sucede aquí? —Les pregunté.

—Tu eres la única culpable. —La supuesta madre de Aaron me dijo, ella estaba totalmente furiosa.

—¿Cómo conociste a Jane? —El padre de Aaron me preguntó con amabilidad.

—Ella... —Dije nerviosa, pero Omi se puso frente a mi.

—Tenemos que irnos, linda.

Ella tomo mi mano, Omi estaba temblando. En seguida salimos de ahí, y agradecí en ese momento, que la musica estuviera muy fuerte, todos estaban en su mundo.

••••••••••

Omi limpió sus lágrimas y comenzó a hablar después de una gran rato. —Él es mi ex esposo.

Me levanté de golpe. —¿Qué?

Negó con la cabeza y soltó un par de lágrimas más. —Nunca me imaginé que ese chico del que hablabas, sería mi hijo.

Cerré los ojos. —Nunca se me ocurrió decir su nombre, lo único que quería era no recordarlo, todas nuestras fotos las guarde y nunca te lo enseñé.

Sollozó. —Esa señora atrapó a la persona que más amaba, cuando se casaron, me obligaron a dejar de ver a mi hijo, por eso fui a México, pero ya no se encontraba ahí.

Solté un suspiro frustrante. —Tengo miedo de lo que pase, después de esto, habrán muchos problemas.

Acarició mi mano. —Ahora estoy contigo, y no te van a hacer nada.

Sonreí. —Fue mi culpa.

Carla me abrazó. —No fue la culpa de nadie, simplemente fue el destino.

Daniel abrazó a Omi. —Tal vez, por algo, ustedes dos se conocieron.

No podía pensar en el destino, para mi simplemente era mi mala suerte, no había otra explicación, por mi, esta llorando Omi. Aun no me quedaba claro lo que había pasado.

—¡No! —Grité con desesperación. —El destino no existe, y se que simplemente fue mi mala suerte.

Salí corriendo de la habitación, necesitaba hacer algo, por una parte, me alegro de que Omi vea nuevamente a su hijo, pero tengo miedo, de que esa señora nos dañe.

Subí a la azotea, hacia mucho frío, pero ese no fue un impedimento para estar ahí. La cuidad se veía hermosa, era lo único que solía traerme paz en momentos de crisis.
Me río de mi misma, nada me sale bien.

—Oye, no tienes que ponerte así. —La voz de Carla se hizo presente.

—Omi me odiará.

Soltó una pequeña risa. —Scar, eres muy inteligente, y no sabes lo que la vida te quiere decir. —Bufo. —Ya hablamos con Jane, y ella esta feliz, contigo puede volver a ver a su hijo, todo se va a arreglar.

Suspire. —No creo que esto tenga alguna solución, Aaron se va a casar, y su supuesta madre, aun tiene el poder en él.

Carla comenzó a acariciar mi espalda. —Tienes que estar con Jane, ella te ama y no esta enojada contigo.

Ella me abrazó, me sentía con gran culpa, pero, aun no entiendo porque paso todo esto, un día estaba bien y al otro, simplemente todo cambio.
Tenia que saber enfrentar todo esto, ya pase por miles de cosas y sigo viva, se que puedo enfrentar aun más, por más doloroso que sea.

I Hate You But I Love You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora