Radioactive

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Voy por el camino mirando el horizonte, junto a mi hermano nos dirigimos a casa. No puedo creer que por fin llegara este día, es tan raro estar por fin afuera. Miro el sol y los alrededores, es tan hermoso, y me hace recordar los viejos días, antes de que todo ocurriera, tantas cosas han pasado desde entonces, tantas que se hacen cada vez más difíciles de recordar.

Tras esforzarme un poco comienzo a ver levemente esos días: Mi familia, mis amigos. Me pregunto cuantos de ellos aún estarán con vida. Caminamos por la carretera desesperados por llegar, el viento pega en mi cara; es caliente, siento que podría quemarme o dañarme de alguna manera, pero es sólo una sugestión mía.

Puede que no recuerde muchas cosas, pero aquella noche la veo con claridad. Mi hermano llegó en su moto, yo estaba asustado, mis padres habían salido, aunque el motivo aún es difuso para mi. No había tiempo para esperarles, teníamos que irnos, tomo algunas cosas, todo lo que creyó necesario. Se giró para ver mi rostro, el cual estaba completamente lleno de miedo y se notaba fácilmente mi esfuerzo por contener las lágrimas.

—Tom, no podemos irnos... tenemos que esperarlos... —me interrumpió rápido y con firmeza.

—lo siento, no tenemos tiempo, no sabemos cuanto tiempo tardaran en llegar y tenemos que ir al refugio lo más rápido posible antes de que se llene.

—...Pero... —Rompí en llanto, aquello era algo que un niño jamas debía experimentar. Me miro con algo de ternura rompiendo su escudo por un momento.

—ánimo, se fueron en el coche así que de seguro ya están en algún refugio, y nosotros debemos hacer lo mismo.

Mis lágrimas pararon por un momento y asentí con la cabeza. Después de aquello mis memorias se vuelven rápidas y vagas.

No me gusta mucho pensar en mis padres posterior a eso, creo que están muertos y debo acostumbrarme a la idea ya que pronto lo sabre, aunque a veces, me gusta aferrarme a aquella gota de esperanza que mi hermano y yo mantuvimos viva dentro de aquel búnker durante esos 4 años, el fue lo único que me mantuvo cuerdo todo el tiempo. Nos negamos a vivir en ese mundo, creamos nuestra realidad, nuestra fantasía y todo eso para ocultar el dolor que por dentro nos quemaba. Era horrible ver como la esperanza de la gente decaía, poco a poco perdían la fe y es por eso que nos negamos a la realidad y creamos nuestro propio mundo, nuestro sueño.

Ese momento en el que salimos de ahí fue tan dulce como amargo, porque por fin pudimos salir y ver el mundo con nuestros ojos, seríamos libres, pero después del fin de una civilización consumida en la guerra por su propio egoísmo no hay nada que ver, no hay nada que escuchar ni tocar, o simplemente no es algo que quieres conocer. Después de 4 años de irrealidad y esperanza, abrir los ojos a la luz es bastante difícil, y asimilar tu realidad es cruel.

A mi hermano y a mi nos dolía ver esto, abrir los ojos a la realidad de la nada era abrumador, pero habíamos aguantado todos estos años ¿porque perder la cabeza ahora? Teníamos un objetivo claro, ir a lo que se supone convertiríamos en nuestro nuevo hogar.

Caminamos a través de la nada después de que las puertas del búnker se abrieran. Era un lugar en ruinas, no había nada en la superficie del refugio, pero cuando llegamos años atrás había un pasillo hecho de mallas, y ahora sólo escombros. Todos marchábamos agotados y sin esperanza mirando el horizonte desolado y desértico lleno de coches oxidados y toda clase de estructuras medio destruidas. Mi hermano y yo nos tomamos un momento para respirar hondo y contemplar los vestigios de una vieja ciudad. observamos al resto caminar hacia su destino, así que comenzamos a seguirlos. Según se dice, debíamos ir a un lugar completamente desolado y algo lejano para comenzar con la construcción de un pequeño pueblito. Y por fin, eme aquí. 

Los primeros días fueron los más difíciles en aquel búnker bajo tierra, escuchar los gritos de aquellas personas que no pudieron entrar, escuchar el ruido de las bombas a veces tan potentes que hacían retumbar el lugar, escuchar una constante guerra, tantas armas disparando, explosiones y gritos constantes, día y noche. Estos aberrantes sonidos duraron un largo tiempo, pero con el pasar de este, poco a poco el ambiente se tornaba en un crudo y profundo silencio, aparte de cualquier ruido causado por nosotros allá abajo claro esta, era como si todo signo de vida afuera hubiese sido erradicado. Los días pasaron, bastantes de nosotros creímos de corazón que la guerra había terminado, y que no tardaríamos mucho en volver a salir, lamentablemente estábamos muy lejos de conocer la verdad. Nunca olvidaré ese día, pues dejo una muy profunda huella en mi, y me atrevo a decir que en cada uno de nosotros. Todos estábamos tranquilos, ya acostumbrados al silencio habitual, hasta que momentáneamente se escucharon una especie de golpes muy duros en la tierra, era como una especie de bombardeo, uno tras otro golpearon el suelo desatando una explosión enorme y devastadora que hizo al lugar temblar de una manera no vista hasta ahora. No conocía de mucho a la mayoría de allí, pero no se necesitaba de ello para saber lo que sus rostros decían: "vamos a morir". Todos estaban aterrados. La mayoría creía haber hallado su fin en ese momento, y me incluyo en ese pensamiento. Fui con mi hermano, lo abrace y le dije lo mucho que lo quería, el trataba de tranquilizarme pero el ruido y el temblor no me permitían concentrarme en sus palabras, las cuales, ni siquiera escuchaba. Después de que todo terminará y pasados unos minutos el silencio fue abrumador, nadie decía ni una palabra y en el exterior no se escuchaba ni el viento, fue como si todo en aquel bombardeo, lo poco que quedaba, hubiera sido destruido. creímos una vez mas que todo había terminado, pero la codicia humana no tiene limite, subestimamos en gran manera la crueldad del hombre, pues ese solo era el comienzo del fin, el incidente se repitió, una y otra y otra vez, no se cuanto, ni por cuanto tiempo, pero aquello, al menos a mi parecer, no tenia precedentes.

Después Del Fin: Un Mundo De Recuerdos (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora