lemmon boy

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Despacio comencé a levantarme del lugar, con una respiración lenta pero profunda, trataba de calmarme para no emprender mi camino de esta manera, sin embargo me era imposible. Una vez de pie y después de tomarme unos segundos, no vacile mas, caminando directo hasta el bosque. Mis piernas temblaban y mi cuerpo entero se sentía cansado, como si hubiese corrido una maratón completa, conforme era tragado por la oscuridad de aquella senda podía sentir en mi pecho los fuertes latidos de mi corazón, acelerando poco a poco, aquello era una tortura y no me explicaba del todo bien porque.

Después de un rato caminando, era incapaz de visualizar la luz a mis espaldas del lugar antes visitado. Me era difícil seguir el rastro, ya que no es algo muy notable a simple vista. No se como, pero había conseguido una notable mejora, pues estaba mas calmado, ademas de que mis piernas dejaron de temblar hace ya un tiempo atrás, mis latidos aunque aun acelerados, disminuyeron considerablemente, todo esto a pesar de que la situación no parecía mejorar, si no que por el contrario, el ambiente estaba cada vez mas pesado y tenso. Continúe asi por un rato, en un estado de aparente calma hasta que de un momento a otro un viento helado azotó con fuerza a todo el lugar, aquello hacia que las luces presentes se volvieran locas moviéndose de un lado a otro, apareciendo y desapareciendo todo en cuestión de segundos, dentro de mi una constante agitación se hacía presente, me paralice por unos segundos antes de continuar con mi marcha.

Aquello que mis ojos percibían no podia ser real, mi vista se nubla por breves momentos, tambaleo un poco y doy unos ligeros pasos en reversa, el mundo me da vueltas, mi corazón se acelera, siento cada uno de sus latidos como una fuerte explosión que recorre todo mi cuerpo, lanzo una respiración fuerte y constante que resuena en el aire, mi cuerpo comienza a temblar de una manera desmedida. Mis ojos, tras unos instantes logran enfocar la imagen una vez mas, esta vez lo veo todo con mas detenimiento, quiero vomitar, siento unas enormes nauseas, aquello era indescriptible. Un cuerpo humano, tendido en el suelo, con el cráneo completamente destrozado, a unos centímetros de el esta una roca cubierta en sangre con la cual se efectuó aquello. Mi sangre se heló, pues al tratar de acercarme, vi con mas claridad la ropa del cadáver... era de saul, pero. Ese no era mi hermano, me negaba a creerlo, ¿como? ¿quien? ¿cuando? la noche no me permitía notar con claridad todos sus rasgos. Tras dar algunos pasos en reversa, tropecé con una piedra y caí al suelo de espaldas, dejando a mi vista la belleza de un cielo nocturno, cubierto casi en su totalidad por aquellos grandes árboles, fue entonces que sentí lo realmente agotado que estaba mi cuerpo, la cascada de sentimientos que me inundaba se fue en un instante tras sentir el colapso de mi cuerpo, como si lentamente todo mi ser se apagara, mi mente se quedo en blanco y entonces cerré los ojos para sumergirme en una profunda oscuridad, mas comparable con la muerte, que con un sueño.

Una luz fuerte se hace presente en mi vista aun con los ojos cerrados, lo cual me hace despertar y abrirlos lentamente. Ya es de día, el sol brilla con mucha fuerza lanzando uno de sus rayos directo a mi cara, poco a poco recobro la conciencia, me arrastro hasta un tronco bastante cercano, el cual uso para ponerme de pie, me quedo quieto y en silencio tratando de analizar la situación, tras breves instantes lo recuerdo todo, miro el cuerpo tendido en el suelo, esta vez consiguiendo mantener la calma, aun cuando la escena es repulsiva, me acerque un poco para examinarlo mas, con detenimiento pase la mirada por su ropa tratando de no enfocarme en la zona de su cabeza, o lo que quedaba de ella, y entonces observe en su mano, una cicatriz, parecía la mordida de un perro, sentí como mi cabeza se estremeció repentinamente, como si le hubiesen golpeado con una sartén, entonces un lucido recuerdo llego hasta mi con gran fuerza.

Un dia como cualquier otro, regreso de la escuela, mi hermano paso por mi como el resto de las veces, caminamos con calma a travez de las calles hasta nuestro hogar. Fue un grandioso día para mi y estaba realmente emocionado, saltaba de un lado a otro tratando de llamar su atención sin exito. Ahora que lo recuerdo el parecía estar realmente mal, sin embargo en su momento no me di cuenta de nada pues aun era tan solo un niño. Termine por hablarle con gran entusiasmo.

- ¡oye oye! -el seguía con la vista fija en el camino, así que lo tome del brazo para agitarlo mientras continuaba hablando energético- ¡hoy tuve el mejor día de mi vida en la escuela! Primero, llegue temprano, lo cual me dio tiempo para jugar un poco con mis amigos antes de que comenzaran las clases, despues, parece que la profesora no pudo llegar a tiempo y eso fue genial pues nos dio aun mas tiempo para charlar, hasta que llego, pero se olvido de revisar la tarea, aunque yo si la había hecho Jason no, así que se salvo por poco, luego nos puso unos ejercicios que estaban bastante fáciles, fui de los primeros en terminar y....

- ¡ya callate! ¡no me interesa! -dijo a la par de una sacudida de su brazo para que lo soltara y me alejara de el.

Me paralice por unos segundos, con unos ojos abiertos de par en par, jamás me había tratado así, por ello quise saber si algo le ocurría.

- Diego... ¿estas...?

- ya te lo dije, solo callate y sigue caminando.

- pero...

- ¡que te calles! Anda, Muévete.

Tal y como era de esperarse de un niño, aquello me hizo enojar, y tras un ligero momento para procesar lo que pasaba, respondí con un tono bastante peculiar, hinchado de orgullo, el orgullo de un pequeño.

- ¡NO! !tu no tienes derecho para hablarme así! -dicho esto, mis pies se plantaron firmemente en el suelo, con la frente en alto y los brazos cruzados, lo mire desafiante.

Como era de esperarse esto lo enojo. Con un semblante completamente serio se acerco hasta mi para tomarme del brazo con fuerza y llevarme arrastrando si era necesario, comencé a forcejear de manera desesperada tratando de safarme pero obviamente me era imposible superar su fuerza, por ello acerque mi rostro hasta el brazo con el cual me tenia asido y lo mordí con gran avidez, esto lo tomo por sorpresa, obligándole a soltarme. Caí al suelo, para reincorporarme con rapidez y salir corriendo. No sabia a donde, ni para que, pero lo único que quería era estar lejos, mire hacia atrás, allí estaba el, caminando con lentitud en mi dirección, comencé a correr con mas y mas fuerza, mire nuevamente y nada había cambiado, al enfocar mi vista al frente, frene en seco, pues había un enorme perro en mi camino que me miraba fijamente con asombro, al parecer, por mi escándalo previo, sostuve el contacto visual y trate de espantarlo dando fuertes pisotones en el suelo, sin embargo esto no hizo mas que enojarlo, mostró sus dientes y comenzó a gruñir , retrocedí al instante, completamente asustado, el perro al ver esto avanzo mientras que lanzaba fuertes ladridos, por mi parte, sentí como mis ojos se llenaban lentamente de lagrimas hasta derramarse para recorrer mi rostro, cada segundo se me hacía eterno, estaba aterrado, sin ninguna idea de que hacer ante la situación presente. Finalmente una idea cruzo mi mente, dí un paso al frente y grite con todas mis fuerzas, esto lo hizo retroceder un poco por un momento, pero enseguida, rocobro el sentido y se lanzo en mi dirección lleno de furia, mi mente se puso en blanco y me quede paralizado, era casi de mi tamaño, venia corriendo a mi dispuesto a atacarme, no pude hacer nada mas que cerrar los ojos. Fue entonces que sentí una mano en mi hombro que me jalo hacia atrás, tirandome al suelo, abrí los ojos apenas unos segundos después, mi hermano estaba al frente, el perro lo había mordido en la mano derecha, se movía como loco, Saúl comenzó a patearlo con mucha potencia en el estomago, una y otra vez, en repetidas ocasiones, hasta que el perro tuvo que soltarlo para salir corriendo y pararse a la distancia para ladrar, Saúl solo se paro derecho y lo miro hasta que se fue.

Me encontraba en el suelo, mi respiración comenzó a calmarse, las lagrimas en mi rostrose habían secado, no podía dejar de mirarlo.

- Tu mano -dije con una voz algo baja.

- Esta bien, vámonos -sonaba algo cansado, sin embargo, su tono de frialdad e indiferencia se había marchado.

Me pare sin replicar y lo seguí. Caminamos en silencio por algún tiempo, hasta que, pronuncio las siguientes palabras.

- Lo siento... por lo de hace rato, el tono en el que te hable, las cosas que dije, no debí.

- No... esta... esta bien.

Después de aquello ya no puedo recordar mucho, creo que llevaron a mi hermano al doctor por la mordida y poco mas, pero lo que Recuerdo con claridad, es caminar tras el, en completo silencio, mientras apreciaba su herida, la sangre que brotaba de ella, esa imagen se fundía con el presente, con lo que mis ojos miraban aquí y ahora, esa cicatriz, esa herida, son iguales, el cuerpo en el suelo es... mi hermano.

Después Del Fin: Un Mundo De Recuerdos (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora