the pantaloon

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Después de un tiempo, comenzamos a charlar sobre la familia, me contó que perdió a su hermano pero ella y sus padres sobrevivieron, mientras que yo le conté aquello que había pensado la noche anterior, cuando miraba las estrellas y el cielo nocturno. Era maravilloso tener alguien con quien exteriorizar todos mis pensamientos, hace muchísimo que no lo hacía y realmente lo necesitaba, sabía que ella era capaz de contemplar y entender la misma belleza que yo veía en este mundo, había algo en sus ojos... Algo, demasiado complejo para explicar, algo que podía mostrarme todo lo que ella era y más, podía ver dolor, sonrisas, tristeza, locura pero ante todo un predominante sentido de melancolía que emanaba de lo más profundo de su alma. Al ver sus ojos, podía ver mi reflejo en su alma, algo de mí habitaba en ella y ella habitaba en mi interior desde hace ya tiempo. También le hablé de todo lo que había logrado recordar hasta ahora, ella también me contó sobre su vida antes de la guerra, así se nos fueron las horas, de conversación en conversación hasta poco más tarde del mediodía.

—ya deberíamos bajar, ¿no
crees? —dije yo mientras me entretenía mirando como el viento jugaba con su cabello.

—si, es verdad, aunque la vista aquí es magnífica.

—lo sé, pero es tarde, y quiero explorar, ya que tal vez pueda encontrar algo interesante, es más divertido considerando que tengo alguien con quien conversar —una vez dicho esto comenzamos a descender.

El día paso muy rápido, yo no sabía que buscábamos pero ella si, por lo tanto la acompañe en su búsqueda la mayor parte del día, a veces conversábamos y a veces nos dedicábamos a simplemente admirar el paisaje, me agradaba esto último ya que cualquier otra persona abría tratado desesperadamente de hacerme hablar en cuanto viesen que me quedaba callado creyendo que me estaba aburriendo o sensillamente porque les incómoda el silencio al ser incapaces de admirar el mundo, pero ella era diferente, capaz de apreciar y entender el valor del silencio, ambos podíamos estar sin dirigirnos la palabra durante largo rato entendiendo completamente que de pronunciar una sola palabra todo aquello se hubiese arruinado.

El día había terminado, era hora de volver, encontrar a mi hermano me tomaría mucho tiempo, sin embargo cabía la posibilidad de que ya se hubiese ido, por ello terminé volviendo con ella, no estábamos muy lejos así que nos tomo poco menos de 20 minutos llegar, el cielo ya estaba algo oscuro, debido a esto Ashley se despidió, dijo que tenía que volver con su familia y comentar algunos hallazgos que hizo el día de hoy, yo por mi parte, busque a mi hermano, estaba conversando con algunas personas, se divertía y sonreía como pocas veces lo había visto hacer, me quedé sentado en una roca cercana al lugar donde nos acostamos la última noche dando la espalda a mi hermano y sus nuevos colegas. Miraba el cielo atentamente, los últimos rayos de luz iluminaban el cielo tras las montañas mientras se mezclaban poco a poco con el oscuro cielo nocturno que predominaba sobre mi cabeza, me agradaba la paz resultante de esta extraña mezcla, fue entonces cuando comencé a pensar en aquella chica, me contó su historia antes de todo este desastre.

Se crió en una casa común con sus padres y su hermano mayor. Cuando tenia 7 años su abuelo se mudó con ellos, este era ya muy anciano, Y padecía de demencia senil lo cual le impedía hacer muchas tareas cotidianas con normalidad, por ello fue que se comenzó a vivir alli. Las cosas eran pesadas en casa debido a ese cambio tan repentino, aún cuando su situación era difícil eran los únicos de la familia que contaban con recursos suficientes para cuidar de el. El ambiente en casa era tenso casi todo el tiempo, por ello su hermano mayor Jason comenzó a alejarse, estaba casi todo el tiempo fuera y no conversaba más de lo necesario, me contó que recordaba meterse en varios problemas por culpa de su abuelo, ya que en ese entonces no entendía muy bien que él no estaba del todo cuerdo, sobre eso no me contó mucho, solo que la regañaron algunas veces por hacer cosas que no debía.

Dos años después su abuelo murió, pero su hogar no volvió a ser el mismo, se volvió un lugar callado y sombrío, aquello que ví en su interior no fue más que el fruto de su casa, toda esa melancolía venía de allí. Un año más tarde cuando ella tenía 10 su hermano se fue de casa e hizo su vida dejándola sola con sus padres, no volvió a verlo desde entonces, su relación con ambos padres nunca fue buena, aunque tampoco podría decirse que era mala, simplemente carecía de una. Un año más tarde todo aquello sucedió, así que ya no había más que contar. Después me dijo que a menudo piensa en su abuelo, este le hizo darse cuenta de lo simple y corta de la vida, es tan efímera, no falta mucho para que su padre se vuelva aquel anciano incapaz de mantenerse a si mismo y se vuelva una persona en la que no se puede confiar. Recuerdo como miro mis ojos mientras decía que tampoco faltaba demasiado para que ella también lo fuera, una mirada de resignación, sabía que era imposible safarse de nuestro destino, mientras me decía estar en su máximo esplendor, era joven y fuerte, pero cuánto duraría así, la vida sigue, buscaría un hogar propio, formaría una familia, no tardaría en sentirse cansada por las mañanas mirando como todos le dan la espalda poco a poco hasta perder la cabeza y volverse aquello que tanto marco su vida.

Mi mente seguía divagando, hasta que me di cuenta de lo tarde que era, no sabía cuánto había pasado perdido en mis recuerdos, pero ya no había nadie despierto más que yo, así que tome mi lugar junto a mi hermano, cerré los ojos y me deje llevar por el sueño.

Después Del Fin: Un Mundo De Recuerdos (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora