Ambos caminamos un largo rato ya que procuramos caminar tranquilamente para poder conversar un poco más, tuve que cargar el cubo de agua todo el camino, lamentablemente para mí era lo moralmente correcto.
Poco antes de llegar me detuvo, dijo que quería avisarle a sus padres primero, cosa que era bastante razonable, no puedes llegar como si nada con un completo extraño y decir que comerá con ustedes. Me quedé un largo rato esperando hasta que por fin volvió, diciendo que tuvo que ayudar a preparar la comida, durante ese tiempo que había estado solo trate de forzarme a recordar de dónde había salido esa piedra. Se que es raro el forzarme tanto por recordar algo tan simple, pero tampoco es algo normal cargar con una piedra en el bolsillo, y no saber el porque, de todos modos aquello era inutil. Cuando más me relajaba y olvidaba de recordar, era cuando mi mente me permitía hechar un vistazo al pasado, como tratando de evitar que me de por vencido del todo y recordarme algo importante. No lo sé, es complicado, cuánto más pasa el tiempo, las cosas se vuelven más confusas para mí, no sé si debo simplemente comenzar de nuevo o buscar los restos de mi vida pasada.
Divagaba en todo eso mientras ibamos en camino, creí que comeríamos en los alrededores del refugio junto a los demás, pero me equivoqué, comeríamos en un lugar apartado fuera de la vista de los demás, lo cual hasta cierto punto me agradaba bastante, por lo regular yo solía comer así, solo y apartado, sin embargo que una familia entera lo hiciera me parecía bastante raro, pero la idea no es tan descabellada, después de todo es mucho más tranquilo así. Antes de sentarnos ella me presento con sus padres. Su padre era ligeramente más alto que yo, con el cabello casi en su totalidad blanco por las canas, era delgado, con un tono de piel ni muy moreno ni muy claro, una vez nos presentaron se acercó a mí y estrecho mi mano.
-mucho gusto -su voz era gruesa e imponente.
-igualmente señor -dije tratando de sonar lo más serio posible, y sacudí con fuerza su mano.
Posteriormente saludé a su madre, la cual tenía un aspecto bastante joven en comparación con su esposo, tomando en cuenta que ambos tenían una edad similar, con una voz más amigable y suave.
-un placer conocerte Jonathan -una sonrisa calida se poso en su rostro, una bastante similar a la de ashley.
- igualmente señora, aprecio mucho la invitación -ella sonrió y dijo.
-no seas tan formal, llámame Gabby por favor -después de una breve pausa continuo diciendo-. la comida ya casi está, porque no se van a sentar, serviré en unos momentos
Dicho esto los tres nos fuimos a sentar en unos troncos anteriormente colocados allí, mientras ella fue a revisar la comida. No sé qué cocinaban pero su olor me abrió el apetito, al parecer habían conseguido una pequeña parrilla que trajeron hasta aquí, Me agradaba el ambiente había paz con una pequeña gota de tensión en el ambiente, tornando el silencio de algo tranquilo a algo incómodo en algunos intantes bastante efimeron. De pronto el señor comenzó una pequeña conversación diciendo
-así que tú eres Jonathan ¿verdad? -al parecer trataba de sonar más amigable, sin embargo su expresión facial tanto como su voz no lo favorecían mucho, y quedaba algo forzado.
-así es señor -conteste con un tono similar al de antes, esta vez un poco más tranquilo, con una pizca de confianza.
-mi hija me ha contado un poco sobre ti, y además, recuerdo haber visto tu rostro en el refugio anteriormente, aunque nunca nos dirigimos la palabra. Supongo que debió ser duro para ti el pasar todo ese tiempo solo.
-fue difícil, pero creo que no del todo, al fin y al cabo contaba con mi hermano el y yo nos mantuvimos muy unidos, eso me ayudó a mantener los pies sobre la tierra.
-¿Enserio? Que curioso, no me había percatado de ello, según recuerdo, te mantenías alejado de todos, aunque también es verdad que soy bastante distraído.
-bueno, tal vez -me había puesto algo nervioso, aunque no tenía razones reales para ello-. Tenemos esa peculiar cualidad de pasar desapercibidos cuando estamos juntos, puede que pasara por alto ante sus ojos cuando estaba con mi hermano pero no cuando estaba solo, enserio, sin el jamás hubiese podido soportar todo lo que pase.
-Claro, te entiendo perfectamente, mi familia fue un gran soporte, es fácil perder la cordura cuando se sufre en soledad. Se nota que tu hermano fue para ti lo que mi esposa e hija fueron para mi -antes de que yo pudiera responder algo, Gabby nos interrumpió diciendo.
-aqui tienen ya está listo, espero les guste, y Jonathan, no dudes en pedir más, que no te de pena.
-muchas gracias, se ve delicioso.
Una vez dicho esto se sentó junto a su esposo, y comenzamos a comer. No presté atención ni a que rayos me estaba llevando a la boca pero sabía realmente delicioso. Terminamos de comer en paz, los padres de Ashley contaron algunas anécdotas de cuando eran jóvenes y algunas historias divertidas, realmente lo disfruté, y gracias a ello el tiempo se me fue volando ademas de que despeje bastante mi mente de toda preocupacion, pues eran bastante agradables. Al final me despedí amablemente de ellos, Ashley me acompaño de nuevo al río, donde se despidió de mi para volver con sus padres, por mi parte me quedé un rato pensando a la orilla del río, ya era tarde faltaban unas cuantas horas para el atardecer, así que no me daba tiempo a ir a casa por hoy, mañana partiría temprano, y pasaría el día allá, asegurándome de estar aquí apenas anocheciera.
Por ahora tendría que buscar algo que hacer durante un largo rato antes de volver, empezando por explorar un poco más el bosque y perderme en su interior. Me relajaba en extremo, extendía mis manos a los costados palpando el follaje de los árboles, mientras alzaba la mirada, observando los rayos de luz que pasaban a través de las aberturas entre las ojas que chocaban la una con la otra a causa del viento. Algunas caían no sin antes deslizarse libremente por el aire. Me detuve de la nada, y pude ver la viva imagen de mi hermana. Tenía 14 años, paso corriendo junto a mi, mientras decía "¡ven ven!", cuando gire mi rostro para ver a quien le hablaba, allí estaba yo. Tenía 7 años, corría con una gran sonrisa en mi rostro, justo después, en apenas unos segundos, tan cortos y simples, que ni siquiera podrian hacerse llamar un momento, ambos se desvanecieron en el aire. Mi hermana solía inventar toda clase de historias para mí, a veces decía que éramos gigantes a cargo de proteger el bosque. El silencio se apoderó de mi al recordar algunas de aquellas historias que me hicieron tan feliz cuando niño, y aquella determinación volvió a mi, golpeandome como una fuerte roca en el pecho. Tenia que buscarla, o al menos, los recuerdos de lo que fue para mi, pero hasta entonces, decidí sumergirme en el bosque para escuchar las historias que este tenia por contarme.
ESTÁS LEYENDO
Después Del Fin: Un Mundo De Recuerdos (terminada)
Science FictionEsta es la historia de un chico llamado Jonathan, el cual debe luchar por adaptarse a su nuevo entorno a la par de conseguir un rastro de su pasado, pues parece que gran parte de este fue olvidado por una razón. Aqui veremos como se desenvuelve en e...