The Fall

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Ninguno de los dos pronunciaba palabra, parece que no habia nada mas que decir, la situacion era bastante compleja. Me puse de pie dispuesto a partir.

- ¿a donde vas? -pregunto ella, con un tono de preocupación bastante perceptible.

- ire a buscar a mi hermana claro esta -tras ese breve descanso mi voz había recuperado su tranquilidad y seguridad habituales.

- pronto anochecera, puede ser peligroso ¿porque no mejor te quedas? Asi por la mañana podremos ir ambos a buscarla.

- lo siento ashley, pero no puedo quedarme tranquilo mientras ignoro el paradero y estado de mi hermana. Ademas, aunque agradezco muchísimo tu apoyo y me ha sido de gran ayuda, necesito el soporte que solo puede brindarme alguien como ella.

- Entiendo, pero ¿y que si te pasa algo? ¿como lo sabre? No quiero estar en ignorancia -despues de pensarlo unos segundos, le conteste.

- Mañana, en el lugar donde nos conocimos, en el piso mas alto, si averiguo algo te lo haré saber allí, ve al atardecer ¿te parece?

Ella lo dudo por algunos instantes hasta que me dio su aprobación. Se puso de pie, nos abrazamos con fuerza y cada quien tomo su camino. Ni siquiera sabia a donde estaba caminando, pero seguí en línea recta hasta que el sol se oculto. Al no ver casi nada en la oscuridad, fui hasta el río para sentarme, "otra vez aquí" era lo único que podía pensar, mi desesperación crecía poco a poco, no importa que hiciera, terminaba de vuelta aquí sin ideas. Pasadas algunas horas, me levante dispuesto a internarme en el oscuro bosque que estaba atravesando el río. Pise en algunas rocas y ya que este no era muy ancho lo cruce con cuidado en al menos un par de minutos.

Podía sentir las criaturas de la noche, los insectos y las aves, merodeando cerca, sentir el crujir de mis pies al pisar las hojas caídas mientras me internaba cada vez mas al bosque, todo esto no era para ser visto por los hombres aun despiertos. No tenia miedo pero algo en mi deseaba marcharse, mis instintos me decían que volviera por el mismo camino que vine, sin embargo mi razón contradecia lo anterior, obligándome a seguir un paso a la vez. El lugar se tornaba mas espeso, con ramas llenas de espinas y un camino cada vez mas estrecho, aquello era intransitable sin luz, necesitaba ver por donde pisaba pues el camino aunque aun algo claro, estaba lleno de vegetación, algunas con cardos y espinas. Despues de un par de pesares causados por la falta de vision y pisar donde no debia, opte por volver hasta una zona mas tranquila, donde pudiera recostarme y esperar a la mañana siguiente.

Asi lo hice, y aunque tuve algunos problemas para conciliar el sueño, a final de cuentas estaba muy cansado y termine por dormir mas pronto de lo que esperaba. Me levante bastante temprano al dia siguiente, apenas el camino era visible yo estaba de pie para volver a mi recorrido. Comencé con energía abarcando la misma distancia de ayer en poco tiempo. De pronto, me percate de algo que en primera instancia me heló la sangre, había un poco de sangre en algunas plantas, y aunque por un segundo me horrorice, tras un momento para pensarlo me di cuenta de que era mi propia sangre, pues con las heridas que me causaron ayer las espinas, y al haber tantas plantas, era lógico que esparciera un poco por el camino. Aquello hasta cierto punto me favorecio, pues me ayudaba a saber el lugar al que había llegado anteriormente.

Paso el tiempo, las manchas se hacían un poco mas numerosas y abundantes, cosa que me extraño y poco a poco, erizo mi piel, ya que aquello se torno en algo muy escalofriante, parecía que hubiesen arrastrado a alguien a lo largo del camino con gran fuerza. Me detuve unos instantes, no queria seguir, cualquier cosa que encontrara, con lo que habia visto hasta ahora, no estaba listo para ello, lo sabia.

No quería hacerlo, todo mi ser gritaba con desesperación que volviera a casa. Podria volver otro día con ashley, era lo que quería, sin embargo no podía esperar mas tiempo. La idea de seguir era insoportable pero no mas que la de retirarme, sentía pánico de lo que podía encontrar mas adelante, quería moverme pero mi cuerpo entero me lo negaba. Estaba aterrado, y mi juicio se veía nublado, no tenia escape, ni volver ni avanzar eran opción para mi. Pero tal como una gota de agua tranquiliza aguas inquietas, un recuerdo acudió a mi mente trayendo consigo paz.

Estaba asustado en un rincón de mi cuarto, sentado en el suelo, tapando mis oídos mientras lloraba. No se ni cuando, ni porque. Solo puedo tener claro el mundo de sentimientos que habitaba en mi cabeza, el dolor, la tristeza, pero ante todo, el miedo. Sin opciones, sin fuerza, quería que acabara todo, lo que sea que estaba afrontando, aquello de lo que huía era mas grande que yo, era algo que no podía vencer, y eso me aterraba, mi mundo se desmoronaba sin que pudiera hacer nada, después de todo, no era mas que un niño, un niño cobarde. Mire mi peinador, algunos juguetes sobre el, otros adornos y de entre ellos pose mi vista en aquello. Una simple piedra, me pare de donde estaba y fui a tomarla. Nuestra promesa, tal vez no estaba aquí pero, su sonrisa, sus palabras, aun vivían en mi, y me daba la fuerza para afrontar cualquier cosa. Metí la piedra en mi bolsillo y fui con gran coraje hasta la puerta.

Mi memoria termino, y volví al presente. Tras unas leves respiraciones, tuve la fortaleza para avanzar, pues aquello me recordó el motivo de mi lucha. Ella había hecho mucho por mi, e hice una promesa, no la dejaría sola nunca mas, y eso se mantendrá, no importa cuanto me cueste. Si debo afrontar mis temores o sufrir por ello, es algo que estoy dispuesto a pagar solo para verla una vez mas.

Después Del Fin: Un Mundo De Recuerdos (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora