Nightclothes

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Centre mi atencion en uno de mis rostros presentes sobre el espejo. pude volver a el primer dia en que entre aquí, mi hermano apareció por la puerta y tal como recuerdo las cosas se fueron dando. No entendía porque aquello vino a mi mente, pues era algo sin relevancia en ese momento. Cuando yo dije, "no" a su pregunta, todo cambio, repentinamente una expresión de coraje se hizo presente en su rostro, se abalanzó para empujarme, lleno de ira y con gran fuerza me tiro al suelo.

- ¡eres un imbecil! Inutil, ya deja de soñar, todo esto es por tu culpa, y ahora ¿niegas tu oportunidad de repararlo? Me das asco, sin vergüenza, no tengo porque tolerarte, ni a ti, ni tus juegos de niño, ¡me largo, haz lo que quieras!

Mientras estaba en el suelo, mis ojos se llenaron de lagrimas, trate de hablar pero un nudo se formo en mi garganta, aunque lo intente con ahínco, era en vano. Ni siquiera sabia lo que quería decir y observe como me daba la espalda para marcharse a paso veloz. Me tomo varios minutos, pero logre superarlo, despues de ello me levante, dispuesto a seguir explorando.

La imagen se desvaneció dentro de mi cabeza, dejandome volver al presente, para mirar todos los fragmentos de mi rostro, cada uno despertando en mi un sentimiento, que hacia mi corazón latir como nunca. Nuevamente me sentí abrumado, el ambiente se volvia mas denso con cada segundo. Di media vuelta y corrí en dirección a la salida, aquello se había vuelto una pesadilla.

Sali de prisa sintiendo mi cabeza dar vueltas. Me interne en el bosque sin rumbo a ninguna parte, senti el aire fresco y el canto de los árboles, aquello me hizo detenerme gradualmente hasta quedar de pie inmovil, me deje atrapar por aquel sonido que me seducia y poco a poco evocaba en mi una vieja sensacion, una emocion... un recuerdo.

En medio del bosque, con aquel dulce sonido, me relaje, y pude sentir todo una vez mas, las aves, las hojas chocando una contra otra, resultando en un coro compuesto por sus golpeteos bastante hermoso, el viento recorriendo mi cuerpo. Solo entonces fui capaz de ver algo con claridad completa.

La noche era oscura. Encerrados en tu habitación observabamos un cielo claro y despejado, con aquel hermoso broche de plata que brillaba colgando en la nada, bañando a todo con sombras y dotando de color aquel escenario. Me miraste con un rostro de paz, decorado por una sonrisa sincera mientras disfrutabas la brisa nocturna que entraba por la ventana. Entonces dirigiendo tu vista para arriba, con lagrimas en tus ojos, que no entiendo del todo bien porque estaban allí. dijiste:

- tranquilo, ya sabes como son, se les pasara -note que mis ojos estaban húmedos, cubiertos con la misma sustancia que los suyos, también estaba llorando. Despues de una breve pausa continuaste- ¿ves la luna? El otro día, caminando por el bosque, encontré una cueva, parecía tenebrosa, pero aun así decidí entrar, ¿sabes lo que encontre?

- ¿que? -en ese momento, mis ojos estaban absortos. Sus palabras, esas imágenes, cada cosa era algo perfecto. Tenia una expresión muy particular que solo podía describir como "soñadora", como aquella persona que emocionada te habla de un libro o alguna película, o mas bien, de aquella persona que recién levantada corre hacia ti para contarte lo emocionante de un sueño que, disparatado o ilógico esta lleno de vida y sentimiento.

-la luna, allí es donde duerme durante el día. Aunque desde aquí se ve muy grande, en realidad es bastante pequeña.

-una pequeña risa salio por mis labios para complementar diciendo- no es cierto, no me mientas Anghie.

- ¿Porque te mentiria? Mañana podemos ir ambos para que lo veas con tus ojos.

- no, no quiero -la convicción con la que me decía aquello me hizo dudar, tal vez era verdad, y yo podría visitar el hogar de la luna. Esa pizca de curiosidad e incertidumbre era notable en mis palabras, percatandose de esto y conociendo lo orgulloso que era uso todo eso para convencerme.

-¿es acaso -hizo una pausa dramatica y con una sonrisa burlona añadio- que tienes miedo?

Como todo niño arrogante, no pude contenerme a la curiosidad y menos ante esa cuestíon, así que accedí. Tomamos algunas herramientas del cuarto de mi padre. Dijiste que seria como ir de cacería, cuando la tuvieramos la despojariamos de sus pieles y nos vestiriamos con ella, hablaste de como algunos presumian tener vestidos de animales exoticos, pero nosotros seriamos aquellos que llevan consigo piel de la mismisima luna. Tomaste una sabana y la pusiste sobre ti para ilustrarme como seria aquello, dijiste que una vez con ella puesta, seriamos capaces de controlar el tiempo, el dia terminaria cuando nosotros lo decidieramos y la noche comenzaria a nuestro antojo, me la diste, argumentando que con ella la arrastrariamos a casa, yo la capturaria, y si trataba de escapar tu le darias con tu resortera.

Fuimos en busca de la luna, corrimos por el bosque llenos de alegria. Volvi al presente, y fue alli cuando una vez mas, nos vi corriendo a mi lado, como fantasmas de mi memoria, usabas un lindo vestido que manchaste con tierra y yo un pantalon que al igual que el tuyo tenia suciedad en sus rodillas. Una vez mas vislumbre el pasado tu y yo frente a una cueva oscura, estaba aterrado, ¿acaso podria devorarnos si enfurecia? Aquello era un temor que por alguna razon me hacia sonreir por dentro en el presente, la ignorancia de un niño es algo disfrutable algunas veces, y la bondad de mi hermana era increible, todo lo que hacia y contaba, solo para sacarme un poco de casa, para hacerme olvidar una realidad demasiado cruel.

Quería aparentar fuerza, pero finalmente explote, contandote todo lo que sentía, lo mucho que esa idea me asustaba. Aun puedo escuchar la manera en que reiste al descubrir que te habia creido, la manera en que tomaste mi brazo para ir adentro porque yo estaba demasiado asustado para ir. Me diste un fuerte abrazo y dijiste que aquel, seria nuestro refugio siempre que nuestro hogar ya no fuera seguro. Sonreiste, la sonrisa de una chica que cargaba con un mundo de dolor, pero que aun así, se desvivia por darme alegría, y no dejarme sufrir, una sonrisa de constante agonía que no me debía ser mostrada.

La imagen cambio, un oscuro y solitario atardecer en mi habitación, era el día en que mi hermana había partido de vuelta a su hogar. Mi madre toco a la puerta, abriendola despacio, había un gesto gentil en su rostro, tratando de contener el dolor que habitaba en su interior, sus párpados estaban algo rojos, lo cual hacía mas que obvio su llanto previo. Se sentó junto a mi, y mirándome con mucha compasión ademas de ternura, me dijo:

-hijo -la sonrisa se borro de su rostro, y tomo mi mano, para después de una pausa, durante la cual parecía tomar la fuerza necesaria para hablar. Con una voz rota y sumida en depresión que que se esforzó por ocultar, continuo diciendo- hace unas horas, tu padre recibió una llamada. Al parecer, algo salio mal, hubo un accidente de trafico y... -leves gotas comenzaron a humedecer mi cama, las lagrimas en sus ojos recorrían su rostro para desprenderse de el en segundos, una tras otra, y entonces pronuncio las palabras que hicieron eco en mi alma- tu hermana murió.

Volví al presente, sentí una aguja penetrando mi corazón de lado a lado, un dolor como nunca antes. Aquello desató una lluvia de recuerdos sobre mi, un mundo muy distinto al que conocia. Las lagrimas comenzaron a salir como nunca por mi rostro sin que este tuviera expresión alguna, mire a un costado, y allí estabas, de pie a unos cuántos metros de mi, sonreiste como nunca, y como siempre a la vez, pues era una sonrisa de despedida. Trate de correr hacia ti, de estrecharte entre mis brazos, no eras mas que una ilusión tu estabas muerta y lo tenía claro, sabia que era una mentira... pero era una que me gusta, si, una que me gusta creer.

Y así, tan rápido como trate de acercarme a ti, de un parpadeo a otro, te habías ido, esta vez, para siempre. Caí sobre mis rodillas, y finalmente grite con toda mi alma, furia, enojo tristeza, frustración, todo lo puse en ese grito. Me rompí como nunca hubiese imaginado, las imágenes en mi mente me aturdían y pesaban. De un momento a otro, me sentí enormemente cansado, y caí en un profundo sueño.

Después Del Fin: Un Mundo De Recuerdos (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora