Los Demonios De Mi Pasado

Capitulo 5

Liam

Después de ducharme decidí que lo mejor era irme a dormir. Desde las 10 estuve vuelta y vuelta sobre la superficie de la cama, ya eran las 4:23 y no había podido dormir ni un poco.

Sin nada más que hacer, me levanté y me puse un pantalón deportivo, una playera de resaque, una sudadera y unos tenis. Salí de la habitación y me aseguré de cerrar bien la puerta para después irme a correr.

Mi trayecto corriendo por la carretera era tranquilo, hasta que escuche como alguien corría tras de mi a gran velocidad. Gire bruscamente para encontrarme con una parvada de cuervos que venían en picada en mi dirección, rápido me tire al suelo boca abajo y con mis brazos cubrí mi cabeza.

El ruido que emitían al estar revoloteando sobre mi cabeza era tan estruendoso que me aturdió por completo y maldije por no tomar mi arma antes de salir, con sólo disparar un tiro al cielo ya habría ahuyentado a estas aves.

Gire quedando sobre mi espalda decidido a levantarme, cuando uno de los cuervos emitió literalmente una carcajada macabra para luego tomar la forma de un humano y abalanzarse sobre mi colocando sus manos alrededor de mi cuello presionando con una fuerza sobrenatural haciéndome quedar casi inconsciente.

-Suéltame -Susurre casi inaudible y entre cortado por la falta de oxígeno en mis pulmones.

Cerré mis ojos por un momento, cuando volví a abrirlos mi vista era borrosa y la presión en mi cuello había desaparecido, al instante comencé a toser gracias a la irritación que había quedado en mi garganta y me tranquilicé un poco para poder recuperar el aliento. Cuando me estabilice y mire a mi alrededor estaba completa y absolutamente sólo.

Me levante rápido y corrí lo más rápido que mis piernas me lo permitieron a él hotel donde me hospedaba, en cuanto llegue me fui directo a mi habitación y entre al baño, me quite la sudadera para revisar mi cuello frente al espejo para darme cuenta que no había ni rastro de alguna agresión.

Me sentí paranoico por un momento, era como si todo fuera obra de mi imaginación, pero todo era tan malditamente real qué dudo por completo que lo esté imaginando.

Comencé a sentirme ansioso y las manos me empezaron a sudar, en ese preciso momento fue cuando me si cuenta que mi cuerpo exigía la droga en mi sistema.

Me despoje de mi ropa y me adentre a la ducha intentando aminorar el deseo por inhalar esa sustancia. Abrí la llave del agua y mientras el chorro del agua caía sobre mi cuerpo yo froté repetidas veces mis manos sobre mi rostro. Sin poder contenerme más, salir de la ducha dejando que él agua corriera y tome la toalla que había terciado en la puerta del baño hace unas horas para que se secara, la puse alrededor de mi cintura y me fui directo a mi maleta para comenzar a revolverla deseando que hubiera otro sobre de cocaína además del que tire al inodoro.

Estaba por darme por vencido hasta que encontré un pequeño paquete y gruñí victorioso, hice una línea de cocaína en el dorso de mi mano dispuesto a inhalar dicha sustancia.

"Si lo haces arruinaras todo lo que has hecho hasta ahora"

Una voz en mi cabeza interrumpió mi tarea asignada justo cuando estaba a punto de llenar mis fosas nasales con esa droga.

Pensé por un momento las palabras que resonaron en mi cabeza y comprendí que era cierto, yo sabía que esto sería difícil, que no lo lograría de la noche a la mañana, pero si caía esta vez de nada habría servido que haya huido de esa cuidad que me condenaba a una mala vida.

Fui al baño y me asomé a la ducha donde aún el agua y me sacudí las manos dejando caer el polvillo blanco en el agua que corría por la ducha, para después vaciar todo el contenido del paquete de droga al drenaje. Ver como toda la cocaína se iba por el drenaje me hizo dar un suspiro aliviado.

Cuando toda la cocaína se fue por la coladera de la bañera, cerré la llave del agua y salí del baño para tomar unos vaqueros y una camiseta de mi maleta, para después ponérmelos.

Una vez que termine de vestirme, tome mis cosas y salí de la habitación para después cerrarla e irme directo a la recepción.

Pude notar que el hombre que me dio la llave no estaba allí, así opté por sólo dejarla en el mostrador de la recepción junto con algo de dinero de propina y salí de allí.

Metí mi maleta en la cajuela de mi auto y me subí en él para después arrancar e irme del lugar.

No sé cuándo tarde en instalarme en algún lugar de una manera estable, tampoco sé si durará mucho mi estabilidad antes de que Guzmán mande a buscarme para después el matarme de la peor manera, lo único que sé es que todo valdrá la pena.

Hola Peques.
Se que tarde en actualizar y me disculpo por ello, pero aquí les dejó un nuevo capítulo.
La verdad no se cuando pueda volver a actualizar pues para esta historia estoy haciendo muchas investigaciones, así que puede que actualice mañana o hasta dentro de una semana o tal vez más.
Eso si les digo, no se preocupen, nunca tardaré más de dos semanas en actualizar lo juro.
Sin más que decir les deseo un excelente inicio de semana.

Las invito a pasar a mis otras historias.

Brendita :3