Los Demonios De Mi Pasado

Capítulo 11

Liam.

El día había pasado demasiado tranquilo hasta que la gente comenzó a llegar una tras otra, sin siquiera darnos cuenta y de manera sorprendente, mucha de la mercancía para hacer los cafés comenzó a terminarse.

— Luke, llama a la pastelería para que nos traigan más pastelillos, has un pedido grande. — Le ordenó Thom al chico.

— El café está por terminarse también. — Gritó Catherine mientras salía de la cocina para entregar unos cafés.

— Luke olvidalo, yo llamo a la pastelería, tu vete en tu camioneta a comprar más café y lo demás que haga falta, pero rápido. — Exclamó Thom en dirección al chico, el sólo asistió y salió corriendo de la cafetería.

El establecimiento estaba a reventar y las personas comenzaron a hacer fila para esperar sus pedidos, que idea tan errónea tuve al pensar que trabajar en una cafetería sería simple. No habían pasado ni 5 minutos de que Luke salió del lugar a comprar lo que nos hacía falta cuando entró corriendo de vuelta.

— Mi camioneta no quiere encender. — La preocupación en su voz era obvia y Thom se acercó a mi.

— Hijo debes ir en tu auto a comprar las cosas, yo te pagaré la gasolina. — Me suplicó.

— Pero yo no se donde es. — Replique mientras dejaba unos cafés en su respectiva mesa.

— Mi nieta te acompañará. — Anunció Thom y el sonido de un objeto indeterminado impactando contra el suelo sonó en todo el lugar.

— Abuelo estas bromeando verdad. — Chillo Catherine juntando los pedazos de cerámica esparcidos por el suelo, gracias a la taza que ella soltó y está se estrelló contra el suelo.

— No hija y más vale que se vayan ya, necesitamos el café de manera urgente. — Le pido de la manera más amable y ella me miró mal.

Fui hasta la cocina y me quite el delantal, salí del establecimiento seguido por la nieta de Thom y camine a dónde estaba mi auto. Quite los seguros de las puertas con el control del auto y sin más me adentre en el, justo en el momento en que estaba por arrancar, mire a la niña berrinchuda cruzada de brazos fuera del auto. Baje la ventanilla de la puerta del copiloto y me incline un poco para ver su cara de fastido.

— Y tu, qué no piensas subir. — Gruñi esperando la peor respuesta debido a su cara de nena caprichosa.

— Debiste abrirme la puerta, así debe de tratar un hombre a una mujer, pero tu... — Hice rugir el motor para ya no tener que escuchar más sus reclamos y ella me miró furiosa.

— Si no te subes no podremos ir a comprar nada. — Exclame dejando de pisar el acelerador. - Y no quiero saber como se pondrá Thom al saber que todo fue por un capricho de su nieta. - Sin darle oportunidad de contestar algo volví a hacer rugir el motor haciendo que ella me mirara aún más mal.

Sin más opción, estiró su mano hasta la manija de la puerta y justo cuando ella estaba por tocarla pise ligeramente el acelerador haciendo avanzar el auto unos cuantos centímetros, su cara comenzó a tornarse roja por el enojo contenido y yo no pude evitar reirme mientras ella por fin subía al auto totalmente molesta. Sentía como me mataba con la mirada y apostaría que estaba pensando en más de una forma de vengarze pero su limitada imaginación no le permitiría llegar muy lejos.

— Bien, indicame el camino. — Me miró aún con más furia y su cuello se torno rojizo. — Por favor. — Agregue con una sonrisa de lado y apretando volante con mis manos, era obvia la tensión.

— Ve derecho, te diré cuando dar vuelta. — Escupió mirando hacia otro lado y puso sus pies sobre el tablero.

— Muy bien y baja tus pies, demuestra ser una dama o por lo menos una mujer. — Le ordene mientras pisaba el acelerador, más de una maldición de escapó de su boca al momento que bajaba los pies.