Capítulo 15

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Liam

Con cada mesa que el chico iba atendiendo su mirada hacia mí se intensificaba cada vez más, podía notar que me veía con sabía y que en cualquier momento terminaría por reventar demostrando su enojó acumulado. Era más que obvio que su manera de atender a las personas era mucho más amable que la mía y tenía a Thomas totalmente encantado. Tal como lo había pensado, el tenerlo trabajando en la cafetería nos fue de mucha ayuda, Catherine no dejaba de mirarlo con atención y sus miradas desaprobatorias me atacaban cada que tenía alguna oportunidad por más pequeña que fuese. Una vez que el trabajo disminuyó un poco, me fui hasta la cocina para lavar algunos trastos.

— Que estúpida idea la tuya. — La voz del morocho llegó hasta mis oídos para después voltear a verlo como llevaba una bandeja llena de trastos sucios hacia mí.

— ¿Tienes algo mejor que hacer? — Tomé los trastos de la bandeja y los puse en el fregador.

— Te recuerdo que yo tengo una familia a la cual debo ir a buscar y no puedo dejarlas así, ellas me necesitan.

— No creo que seas tan tonto como para volver ahora, te aseguro que Franklin está tras de ti y tal vez también tras de mí, será mejor que esperes un tiempo. — Mire con el rabito del ojo y pude ver como Catherine alegaba algo con su abuelo. — Como sugerencia, primero llámales así sabrás si aún tienes algo por lo cual regresar. — Mis palabras fueron tan frías que el rostro del chico cambio totalmente.

— No sé si lo entiendas y no espero que lo hagas, pero yo no tengo nada que hacer aquí. — Desató el delantal de su cintura y lo azotó contra la barra. — Me equivoque de mesa tres veces y no tengo la más mínima idea de cómo hacer los cafés, frappes o como se llamen. — De notaba fastidiado y tenía sus manos en puños.

— Oye niño, acaso crees que yo quiero esto para toda mi vida. — Deje los trastos en el estilador y me tiré a verlo. — Crees que esto me gusta. — Me señale a mí mismo y me detuve en el delantal que tenía en mi cintura. — Me gustaría tener la misma suerte que tu llegaste a tener, te aseguró que tus padres siempre quisieron lo mejor para ti, las mejores escuelas y los empleos más cotizados... — Me interrumpió.

— Si tienes razón, pero no estaba en los planes el fraude contra mi padre ni su asesinato. — Sus palabras salieron de golpe y sus ojos estabas cristalizados, pero no se doblegó.

— Es tu decisión irte o quedarte, en primer lugar nunca debiste buscarme.

— Sólo quería advertirte pero vete a la...

— Chicos, ¿estarán ocupados más tarde? — La imagen de Luke entrando a la cocina interrumpió al morocho.

— ¿A qué se debe tu pregunta Luke? — Zayn tomó su delantal y salió de la cocina sin decir nada.

— Pues más tarde iré a un billar con unos amigos y pensé que tal vez querrían venir. — Miró al morocho como atendía las mesas y luego me miró a mí. — O tal vez sólo tú quieras venir.

— No lo creo Luke, por lo menos por parte de él lo dudo mucho.

— Aun así piénsalo, no pierdes nada. — Asentí y el chico salió con una sonrisa victoriosa de la cocina y yo salí también para seguir atendiendo a los clientes.

Después de un rato el chico comenzó a equivocarse menos y moverse más, traía a varios grupos de chicas vueltas locas a incluso Catherine comenzó a verlo diferente, lo llenaban de propinas, cumplidos y hasta podría jurar que una chica le palmeo el trasero. Comprendía las razones por las cuales Zayn necesitaba regresar, pero en estos momentos no era lo ideal.

— Hey Luke. — Detuve al chico cuando pasó justo frente a mí. — Necesito que me ayudes con algo.— El chico asintió y me señaló que lo siguiera a la cocina.

Los Demonios De Mi PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora