Louis es un alfa de una extraña especie, descendiente de los primeros alfas en poblar la tierra, su fuerza es descomunal y durante su celo pierde el control de sus instintos, haciéndolo potencialmente peligroso para los demás.
Harry, es un omega des...
Louis sonrío al ver al omega abrir los ojos con lentitud, había estado contemplándolo por algunos minutos, acariciando la suave piel de su espalda amando como estaban tan cerca que sus narices se rozaban al más mínimo movimiento. Tenerlo allí entre sus brazos, hacía que florecieran miles de sentimientos en lo más profundo de su ser.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Buenos días - Murmuro con voz débil y esbozando una pequeña sonrisa.
-Buenos días Hazz - Respondió el alfa plantando un beso en la frente del rizado.
-¿Qué hora es? - Louis sonrío al ver que la voz del menor sonaba un poco mejor, aunque por sus gestos al hablar sabía que todavía le dolía.
-A penas son las cuatro de la mañana, puedes dormir otro rato si gustas - El rizado sonrío y cerró sus ojos por un momento disfrutando de la paz del momento.
Durante la noche, había tenido una serie de sueños que empezó a reconocer como recuerdos de los días anteriores, no había olvidado sus días de celo, ni lo que había hecho con Louis durante ese tiempo. Tal vez su mente solo los había suprimido por un tiempo, debido a todo el dolor que estaba experimentado. Pero le hacía muy feliz tener aquellos momentos de vuelta, pese a la situación y todos los factores que hacían que pensara que solo había sufrido esa noche, no fue así. De hecho, había sido muy especial y placentero.
El ojiazul siguió contemplando sus pequeños gestos y con las palabras queriendo salir desde el fondo de su garganta. Quería decirle al menor tantas cosas, reafirmarle que todo lo que había dicho la noche anterior era cierto. Lo quería como su omega, ese deseo de tenerlo a su lado y marcarlo como suyo era tan potente que parecía quemar en su pecho. El haberse unido con Harry una y otra vez durante su celo, que este siguiera allí y no se hubiera aterrado después de contarle su más grande secreto. Solo le confirmaba que Harry era un omega como ningún otro.
No recordaba mucho de los días anteriores, tenía pequeñas imágenes de besos y su mente todavía guardaba algunos de los hermosos gemidos del rizado, pero en general no recordaba casi nada de lo que había hecho. Se había sorprendido al ver que el desastre que había causado, fue sin duda menor al de cualquier otra vez. En cuanto había despertado de su celo divisó a su alrededor y lo primero que hizo fue atraer al menor a sus brazos para luego soltar las cadenas que aún colgaban de sus muñecas. Las paredes tenían algunos golpes y marcas de lo que seguro eran sus garras en diferentes partes. Todo estaba fuera de lugar, pero nada parecía roto o irreparable ante sus ojos.
-¿Qué pasa? - Harry noto como la mirada del ojiazul había pasado de concentrarse en el, a parecer un poco perdido.
-No es nada - Musitó y volvió a acariciar la espalda del omega escuchando sus suaves ronroneos.
-Puedes decirme lo que sea Louis, bueno si quieres... - Bajo su mirada inseguro ante lo mandón que había sonado. Según el, porque para Louis había sonado como lo más tierno del mundo el verlo tan preocupado.
