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Últimamente he tenido ese tipo de sueños, sueños que parecen tan reales, sueños que antes se aparecían de vez en cuando, una o dos veces al mes, pero luego aparecían una o dos veces a la semana y ahora diario. Siento que estoy en una cuerda floja y únicamente tengo un pie apoyado sobre esta, cualquier movimiento en falso provocará mi caída y, por ende, mi muerte.

Estoy encerrado en mi cuarto con el volumen de la música rock deprimente a tope, no sé qué día es y tampoco la hora, he perdido la noción del tiempo. Muchos pensamientos invaden mi mente, así es la única forma de poder silenciar mis pensamientos, porque estoy más enfocado en la letra y melodía de la canción que en mis propios pensamientos. Escucho que alguien toca la puerta, no sé cómo he logrado escucharla, tal vez he sentido la presencia de esta persona. La abro y es Harry, pensé que eran mis padres.
—Wes, bájale un poco a la música para que podamos hablar, por favor.
Apago la música.
—Gracias.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Porque ha pasado un mes desde la última vez que te vimos, además, la escuela empieza en tres días y tú no saliste en ningún sólo día de invierno.
—Ya sabes cómo estoy Harry.
—Lo sé Wes, ahora tú estás más deprimido que antes -me levanté de mi cama y él también hizo lo mismo—. ¿Por qué?
—Esa es una buena pregunta —lo tomé del brazo lo suficientemente firme como para sacarlo de mi habitación sin hacerle daño.

Cerré la puerta de mi habitación con llave, pero esta vez me fui a dormir. Luego de unas horas, alguien irrumpió en mi habitación, me quita las sábanas que cubrían todo mi cuerpo, alguien se abalanza sobre mí y la luz de mi habitación está prendida después de casi medio año de permanecer apagada y apenas puedo ver a esta persona, aunque logro reconocer al instante que es Violet, sé que es ella porque es la única persona, además de mí madre, que tiene pelo largo y también porque es la única amiga que tengo.
—Despierta y sal a tomar un poco de Sol, estás muy pálido —extrañaba escuchar la voz de Violet.
—Sentía que todos los pensamientos que alguna vez tuve se acercaban a gran velocidad como una enorme parvada de cuervos ahuyentados por el sonido de la campana de una capilla, sentía escalofríos, quería huir de mí mismo pero no creo que eso sea posible.
—¿Y por eso quieres pasar todo el día en cama?
—Si —respondí a secas—. Además, me duele la cabeza.
—Es tu cerebro tratando de comprender su estupidez —me reí, se río—. Ahora, saca tu escuálido cuerpo de aquí, báñate y nos vamos a comer algo por ahí junto con Harry.
—Bien, espérame en la sala.

De alguna manera u otra, Violet provocaba algún efecto en mí, aunque ella no es la chica que estoy buscando, pero ella es lo más parecido a esa chica y también está el hecho de que Violet está saliendo con Harry.

Mientras me bañaba, sentía que no podría jamás ser como antes, pensé que cada segundo sería como el anterior para el resto de la vida, si es que a esto se le puede llamar vida y me surgió una incógnita que no pude ser capaz de responder, ¿Cómo huir de uno mismo?

No sé por qué permití que mi mente creara este estúpido pensamiento sobre encontrar a una chica para ser feliz, porque ella sabe cómo curarme, cómo eliminar por completo estos constantes pensamientos sobre suicidarme. Una simple palabra, mejor dicho, un simple sentimiento me mantiene en esta cuerda floja de la cual estoy a punto de caer. Harry y Violet son como mis antidepresivos, cuando estoy con ellos me siento bien, feliz, bueno, únicamente bien pero cuando ellos se van, vuelvo a sumergirme en mi propia miseria.
—Desde hace mucho tiempo no salía al aire libre —dije.
—No sales porque no quieres.
—Si.
—Me alegro que al fin hayas salido de tu habitación —replica Harry.
—Yo también —sigue Violet, se acerca y me da un beso en la mejilla. Harry hace lo mismo para subirme más el ánimo y creo que lo logró. Detesto mi estúpido pensamiento sobre estar con alguien para ser feliz.
—Chicos, lo había olvidado, My Chemical Romance —una banda emo-punk estadounidense que los tres amamos— dará un concierto mañana y yo —guardó silencio por un momento e hizo una gran sonrisa— he conseguido las entradas.
—¡Bien! —dije emocionado— mañana será un gran día —lo decía con tal seguridad cómo si supiera lo que va a pasar al día siguiente y yo estaba deseando estar en lo cierto.

Al día siguiente.

«Bien, hoy será un gran día», a pesar de mi terrible condición y ser pesimista a más no poder, extrañamente no sentía que estaba deprimido y tampoco me sentía tan pesimista, de hecho, todo lo contrario (aunque tampoco estaba feliz), estaba en un tipo de estado neutro, no estaba triste pero tampoco estaba feliz, me sentía como alguien sin sentimientos —si es que eso puede ser posible—.

Sólo teníamos ese único día libre antes de volver al infierno, el cuál empezaba a ser menos tortuoso desde que Harry y yo conocimos a Violet, sin embargo yo empeoré y Harry mejoró y eso también comprobó mi estúpida teoría/pensamiento sobre estar con alguien para ser feliz, aunque eso no siempre funciona debido a que en muchas relaciones las personas se sienten infelices con su pareja, así que tal vez no están con la persona correcta y por eso son infelices, pero digamos que yo no puedo hablar mucho sobre relaciones ya que nunca he estado en una relación con y apenas he dado mi primer beso. Tal vez me sentía de una forma neutral ya que era el primer concierto al que iba y también agrego el hecho de que es una de mis bandas favoritas, aunque la mayoría de sus canciones me depriman aún más.

Estaba sentado en mi habitación vacía tratando de olvidar el pasado; me vino el pensamiento de "ella", una chica que mi subconsciente había creado, obviamente no podía visualizar su rostro porque un gran resplandor siempre estaba detrás de ella y a duras penas podía visualizar algunos aspectos de ella. Luego me puse a pensar en todas las veces que esperé a que el fin, mi fin viniera y las veces en las que todo se salía de control. Sentía que viajaba a la velocidad de la luz, los pensamientos giraban en mi mente por tantas cosas que no fueron dichas, cosas que no hice saber; estaba hundiéndome nuevamente, la respiración se me cortaba, empecé a gritar porque el pecho me empezó a doler y Harry llegó justo a tiempo junto con Violet para tranquilizarme.

—Wes, creo que necesitamos hablar sobre algo, eres inestable y temo que algún día cometas alguna estupidez y ninguno de los dos estemos ahí para salvarte —Violet sonaba preocupada.
Yo no dije ni una sola palabra, quería ir lo más antes posible al concierto y se lo dije a ellos, quienes accedieron a mi petición, pero antes íbamos a comer.

Después de haberme calmado, fui a ducharme y todo; el papá de Violet le prestó a ella su viejo Vista Cruiser, antes de entrar al auto, lo bautizamos con el nombre de "El duque" porque era un auto viejo que seguía en buenas condiciones, supongo.
—Hermoso nombre —espetó Harry.
—Sí, lo es.
—Bien, vamos a una de nuestras mejores experiencias de nuestras vidas —replicó Violet.
—Pero antes, vamos a comer —dije.

Nos subimos a "El duque", Harry pisó el acelerador, aseguramos todo y emprendimos nuestra marcha a la posible gran aventura y experiencia de nuestras vidas.

Desde las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora