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Ha pasado una semana del funeral; mejoré un poco, me siento menos triste. Por otro lado, Samantha sigue igual.

Violet, Samantha, Harry y yo, vamos en este momento a la casa de Ed. Tom nos está esperando ahí; nos dijo que tenía en su poder un testamento que Ed dejó y nuestros nombres aparecieron en él. Esto será un tanto difícil para Samantha. Ella ha estado muy callada después del funeral, como si hubiese hecho un voto de silencio. También, de repente empieza a llorar de la nada.

He estado hablando con el grupo sobre comprar un apartamento; tal vez no nos sirva porque dentro de un mes y dos semanas, entraremos en la universidad y eso significa que tendremos que vivir en el campus.

Samantha y yo entramos en Keiser University. Ella será una física, porque decidió estudiar Física Cuántica y yo seré un Cosmólogo. Posiblemente nos topemos en algunas clases y, si no es así, nos veremos durante el descanso y en cualquier momento en que no estemos recibiendo clases. No estaremos tan distanciados después de todo. Violet y Harry entraron en Rutgers University; no sé qué es lo que van a estudiar, no he platicado con ellos sobre eso.

Al llegar, Tom estaba en la entrada. Todos nos bajamos a excepción de Samantha; no quiere saber nada relacionado a Ed.
—Hola, Tom —le doy un apretón de manos.
—Hola chicos. Ya saben por qué están aquí, ¿verdad?
—Sí —responde Violet.
—Bien, vayamos adentro.

Me acerco al auto para ver si Samantha quiere entrar.
—Oye, ¿quieres...
—No, me recostaré aquí, discúlpame.
—No, está bien —meto mi cabeza por la ventana y le doy un beso en la cabeza—. Te amo.

Entro a la casa junto con todos. Su casa parece más pequeña desde afuera. Tenía un estante lleno de grandes novelas clásicas como Romeo y Julieta, La Naranja Mecánica, Como matar a un ruiseñor, Don Quijote de la Mancha, entre otros.

Nos sentamos en un sofá que estaba un poco desgastado. Tom saca de un bolso un folder gris, que podría contener el testamento.
—Bien. Según la fecha de esto; dice que fue redactado el veinte de diciembre del año pasado.
—No fue hace mucho —dice Harry.
—Sigo. Iba a leer unas cosas que hay aquí, pero no era nada relevante o de suma importancia. Así que obviemos eso.
—¿Seguro? —pregunta Violet.
—Sí —le sonríe—. Okay, dice: Tom, guardarás en un deposito todas mis cosas, a menos que quieras quedarte con ellas. Tendrás que hacerte cargo de Frenchy's; tenía pensado cerrar, pero dejaré sin trabajo a dos tipos que apenas pueden sostener a sus familias. Pídele ayuda a Chris, él seguramente te dará una mano.

Nos quedamos sorprendidos.

—Vaya —dice—, veré eso más tarde por mi cuenta.
—También puedes contar con nosotros, aunque estemos lejos —digo.
—Está bien, muy considerado. Sigamos. Violet y Harry; sin su consentimiento, esta propiedad les pertenece a ustedes por si algún día consideran casarse y tener hijos. Si no quieren vivir aquí, pueden vender la casa y donar el cincuenta y cinco por ciento de la venta.
—Es un muy lindo gesto de su parte —dice Violet, quien no quiere llorar. Harry rodea sus hombros con su brazo y la besa.
—Ahora, Samantha.
—Samantha está en el auto —replico.
—No importa, tú eres su novio —hace una risita—. Samantha; dice: Se quedará con el estante de libros y obviamente los libros. Además, el vestido de novia de Allison; le quedará perfecto a ella. Por último, le concedo mi cuenta bancaria; ella verá por su cuenta y con el apoyo de Wes, lo que harán con ese dinero. Por favor, no lo malgaste en cosas totalmente innecesarias.
—Esto tampoco la hará feliz, ¿sabes? —digo.
—Lo sé, y por eso tú estás con ella. Ya sabes, en las buenas, en las malas y en las peores.

Asiento.

—Finalmente, Wes, dice: Únicamente te regalaré mi máquina de escribir. Debes estar preguntándote en este punto que, por qué le he dejado cosas de valor a ellos, mientras que a ti, no. Fácil, te conté historias que a nadie le había contado, a excepción de Samantha y un día me preguntaste que, ¿cuándo te iba a narrar una con un final feliz? Bien, tú te encargarás de hacerlo. Sal, viaja, conoce gente, haz todo, y luego narra una historia; podrás darle el final que tú quieras. Estoy seguro que lo harás de la misma forma que yo. Toma tu corazón roto y has arte, toma el corazón roto de Sam y haz arte con el suyo, también. Sé que mi partida les afectará a ambos; mira, te he dado una ayudadita. Gracias por tanto en tan poco tiempo.

Desde las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora