Capítulo 18: "Volver"

6 0 0
                                    

- Hola... - dijo entrando lentamente Gonzalo

- Hola – miré hacia abajo

- Soy Lucas – dijo saludándolo

- Gonzalo. Lucas, ¿nos dejarías un ratito para hablar? – se atrevió Gonzalo

- Andá con Cande, es un ratito nomás

- Sí, yo no tengo problema. Nos vemos en un ratito – dándome un beso en la mejilla

- Hola, soy candela ¿vamos a comer algo en el comer, o bufet, como se diga? El que está arriba – riendo

- Si, vamos – yéndose por el ascensor

Nos quedamos solos, con unas tres personas en la sala, pero que estaban en sus respectivos temas.

- ¿Cómo estás?

- Bien – dije - ¿a qué viniste Gonzalo?

- Te extrañaba. Quería saber que te había pasado.

- Ya te contó Candela. Estoy internada, bulímica, ya está ¿qué?

- Pará Tania. Quiero que hablemos

- Ah... claro. Evidentemente hay ciertas personas que no cambian. Se habla solo cuando el sr quiere hablar

- Veo que no cambian ciertas actitudes.

- No entiendo que hacés acá, es solo eso. Perdón. No, pará. ¿por qué perdón yo? No te hice nada, y si estoy enojada tengo derecho, sufrí, trato de mejorarme, y no estás vos en el segundo plan

- ¡perdón! – abrazándome de golpe

Fue la interrupción más linda que tuve, pero luego de abrazarlo, aunque haya sido un abrazo por lástima, se me pusieron los ojos brillantes. Mi día estaba siendo bastante bipolar.

- ¿Qué querés hablar? – sentándome

- Mirá. Sé que te lastime mucho. Hace unos días empecé a pensar en vos y...

- ¿ves? Ahí está el problema. Recién hace unos días empezaste – con énfasis en empezaste – a pensar en mí. Nunca se te cruzó por la cabeza que no soy un robot. ¡yo siento!

- No tengo dudas de eso, y te pido perdón

- ¿pero podes entender que a mí nadie me va a devolver la seguridad que me sacaste, la felicidad, no pensar en mi imagen? – llorando, alterada - ¿te pensas que voy a superar del todo lastimarme? Nadie puede arreglar, no sabés nada. ¿y pensas que la cosa se arregla viniendo a decir: no me olvide de vos, quiero hacerte mal de nuevo? Me hiciste mierda Gonzalo, que parte no entendés de eso. Estoy harta de tener que pensar siempre en los demás ¿Quién carajo piensa en mí? – con pocas fuerzas, bajé mi voz, y lentamente dije – nunca pensaste en que yo podía estar pasando algo feo, y no dudaste en seguir cargándome de dolor, angustia, y odio.

- Tania, te juro que soy un estúpido, y recién ahora lo sé

- ¿Cómo te diste cuenta? Los monitos que te aplauden todo lo que hacés no te lo dijeron

- Me di cuenta que estabas mal. Sea lo que sea, no iba a poder ser que te tragara la tierra dos meses. O sea, quien te haga mal es un estúpido

- ¿estas reconociendo que tengo valor?

- Sí, y mucho. No sé cómo no lo vi. Me hubiese gustado escucharte, y haber sido amigos, pero fui tan idiota, que no lo hice, tuve que haberte tomado en serio

LA MEJOR VERSION DE MI MISMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora