Capítulo 12: "Mami perdón | "

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Lloré... desperté mal. Sabía que pasaría... recordaba claramente como era... su perfume, su esfuerzo, y su debilidad... lo recuerdo como si fuese ayer.

- Mami, ¿Qué te pasa? – me acerqué... solo tenía cuatro años

- Nada mi amor, nada – sentada en la cama, me abrazó.

- No soy tonta. Estas llorando ¿es papi de nuevo? Se pelaron. –no sé qué pasó, pero aunque me hizo mierda, volvería a hacerle la mima pregunta

- Si... pero son cosas de grandes – sus manos trataban de secar las lágrimas, pero pronto se hicieron más, y se juntaron con las mías...

- Te amo. No estés mal. – la abracé... ese fue el sello, el momento. Era su soporte, era... porque cuando el soporte se quiebra, todo cae...

Escuché que tocaron mi puerta, sequé las lágrimas y acomodé mi cabello.

- Hola – abrí

- Tania, hoy es día de visita, ¿te acordás?

- Si Vale, pero no quiero

- Dale, tu mamá quiere verte... ¿querés que hablemos?

- Pasá. – le dije yendo a mi cama – no quiero que me vea así... soy su fortaleza, y si yo no soy fuerte ¿Quién la va a proteger?

- Mi vida... no te sientas mal por ella, vos pensá en lo tuyo también

- Si lo sé... ella... estaba ciega, era como si, no me viera... estaba tan ocupada...

- ¿me querés contar?

- Tenía once, mi figura ya no me gustaba. Mi mama casi nunca estaba en casa, ella trabajaba siempre. Todos dicen que la del medio es la invisible, ¿y yo? ... nadie me veía...

- Mami, tengo que hacer un trabajo en lo de Marianela

- Yo me voy, decile a tu padre

- Pero...

- Llego tarde, chau, te amo.

- Chau... yo... tamb...- no alcancé a contestar, que escuché ese doloroso pero familiar ruido de la puerta cerrándose- papi, ¿me llevas a lo de...

- No.

- ¡pero es por un trabajo!

- Estoy cansado

La mamá de mi compañera me llamó, se enojaron conmigo... fue tan fácil, ¿sabés vale? Fui al baño, y tenía tanta furia que presioné mis uñas contra mi muñeca...y, no los culpo a ellos, pero... la ciegues duró más de lo que esperaba... y dolió más de lo que necesitaba

- ¿Querés que lo dejemos por ahí?

- Mejor...

- Y, ¿Qué hacemos?

- Quiero ver a mi mamá. La extraño, ayúdame a buscar ropa

- Perfecto, - me sonrió y empezamos a buscar en el ropero

Eran 15: 15. La hora de visita era de 15:00 a 17:00. Me puse un abrigo, hacía frío. Unas zapatillas y un vestido. Era mi forma de mostrarle la alegría que tenía

- ¡Tania!- otro abrazo, otro dolor

- Te amo – raro ¿no? Rompí de nuevo. Lloré con todo mi dolor. Ya no me sentía fuerte.

- Mi vida, ¿Cómo andás? – sentándose

- Perdón – tomé su mano

- Ey... ¿Por qué?

- No soy más fuerte. Perdón. No aguanté más. Creo que ya no puedo ayudarte... - entre lágrimas y llantos.

- Nena... sos fuerte, sino no estarías acá ¿sí? ¿me escuchas? Te amo, siempre vas a ser mi bebé ¿ok? ¿sí? – tomando mi cara y secando mis lágrimas – mírame- mis ojos miraron aún vidriosos – te amo, sos hermosa

- Te amo – sonreí

- ¡estás grande! – abrazándome

- Ma, tenemos que hablar

- ¿un chico? – su cara cambio - ¿problemas?

- ¡no! No... ¿que hay dentro de poco?

- Dentro de poco... ¡tu cumpleaños!

- ¡si! Pero... no cualquiera. ¡mis quince! – sonreí, hasta que... - quiero fiesta

- Mi vida... no sé si podemos en un mes – su cara cambió, parecía una película de terror mientras veía un fantasma – es que...

- Está bien. No importa

- Pero Tan...

- No importa.

LA MEJOR VERSION DE MI MISMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora