La muchacha pasó las próximas horas tendida en el suelo, haciendo absolutamente nada. Se había cansado de gritar con la esperanza de recibir ayuda de alguien, sin embargo, no había pasado nadie cerca de por allí durante todo ese tiempo.
Se sentía fracasada, ingenua, usada y completamente sucia. Dave había logrado seducirla tan fácilmente que casi no podía creer el nivel de estupidez que había tenido en ese momento. Solo ella pudo creerse que su compañero de casting, el mismo que la había molestado con sus comentarios de mal gusto terminaría tomando la actitud de ser considerado y darle un cálido masaje. A no ser que fuera bipolar, eso no habría pasado en la cruda realidad. Jamás.
Ya había derramado suficientes lágrimas, después de varios minutos, supo que no le quedaban más. Se desahogó por completo. La ira con Dave seguía ahí, intocable, en lo más profundo de su ser, esperando a que pudiese encontrarse con el chico para hacerla estallar hasta vaciarse
Obviamente quiso llamar a alguien, a su tía, no obstante, el muchacho de ojos café también había corrido con su celular fuera del Motorhome. No tenía nada. Y después de estar ahí durante unas cinco horas aproximadamente, se dio cuenta de que el sol comenzaba a ocultarse. Trató de salir por una de las ventanillas, pero eran demasiado pequeñas para caber por ese medio. Lo único que le quedaba por hacer era esperar, y probablemente ser despedida después de salir de todo ese rollo. Había pocas esperanzas de que el director Bradley le diera una segunda oportunidad después de faltar a su primer día de grabación, se molestaría mucho, en efecto, y estaba casi cien por ciento segura de que por mucho que quisiera contarle la verdad del asunto a cerca de su problemática estrella, Dave Franco, él ya se habría encargado de revolver la historia de tal manera que todo terminara siendo su culpa.
Pensar en todo aquello le produjo un fuerte dolor de cabeza, de tanta ansiedad por salir del lugar, había acabado con casi todo lo que había en el mini refrigerador de la cocina, y ni siquiera el hambre pudo saciar el odio y las ganas de encarar a Dave para decirle todo lo que opinaba sobre él. Si la echarían, entonces se iría con dignidad a conseguir otro empleo. Pero no dejaría que el muchacho la pisoteara de la manera en que él quisiera, eso no.
—¿Hola?, ¿hay alguien ahí dentro?
Una voz masculina tras la puerta de repente le regresó la alegría que se había extinguido de su rostro. Sabía de quien se trataba.
—¡Sí, sí, soy Spencer!
El sonido de la cerradura la hizo dar pequeños saltos. Se sintió bendecida por conocer a personas como Logan.
Cuando se abrió la puerta y vio al pelinegro ahí parado frente a ella con una expresión de sorpresa, no pudo hacer otra cosa que lanzársele encima para acogerlo con un enorme abrazo. Logan, absolutamente extrañado, le correspondió. No obstante, tenía varias preguntas por hacerle a Spencer.
—¿Qué hacías...?
No pudo terminar de cuestionarse, pues la castaña ya estaba caminando en dirección al set, dejándolo con las palabras en la boca.
—¡Te lo explicaré todo luego, te lo prometo!— exclamó la muchacha, con una gran sonrisa implantada —...y Logan, eres un ángel, nunca olvides eso, ¿está bien?
Antes de que él pudiera reaccionar ante el repentino cumplido, Spencer siguió con su camino sin mirar atrás. Corrió como si no hubiera un mañana, dispuesta a querer arreglar las cosas con Bradley primeramente, después charlaría con Dave. Por ahora lo que más le importaba era mantener su empleo, costara lo que costara.
Y entonces la figura de Dave se avecinó en su dirección. Marchaba a prisa, como si quisiera hacer lo posible por detenerla, pero no ganaría esta vez, no con todo lo que tuvo que pasar por su maldito ego.
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Hollywood Adventure » Dave Franco
Hayran KurguDicen que en Hollywood las oportunidades llueven solo si eres lo suficientemente bueno en lo que haces, y eso es lo que Spencer Reynolds ha creído toda su vida. A sus veintidós años y recién graduada de la academia de actuación y bellas artes de Nue...