Despedidas

981 104 22
                                    

Maratón 1/4

Recomendación: lean este capítulo escuchando música triste. Ed Sheeran o Sam Smith son una buena opción.

Mentira, estoy jugando, pero en serio, va a estar nostálgico. Igual espero que lo disfruten.

-•-

Los charcos de agua sobre el pavimento parecían volverse cada vez más grandes a medida que daba un paso. Caminó, apenas levantando los pies del suelo para moverse, sus ánimos habían quedado enterrados completamente, y dejó que el olor a tierra mojada le impregnara las fosas nasales conforme chocaba los hombros con la gente que pasaba fugazmente a su alrededor.

Hollywood era precioso y le ofrecía un montón de cosas para hacer y divertirse en un día como aquel, pero ahora necesitaba estar sola y no quería regresar a casa tan pronto sabiendo que su tía le preguntaría por qué estaba así. Con eso en mente, la hora que pasó después de que habló por teléfono con Dave se la había pasado merodeando por la calle, sin saber a ciencia cierta a donde se dirigía, simplemente hundida en el océano de pensamientos que atormentaban su cabeza. Ya ni siquiera estaba segura de dónde se encontraba, pues esa parte de la ciudad no había tenido la oportunidad de visitarla nunca antes, pero le dio igual. De cualquier manera, hallaría el camino de regreso a casa más tarde, cuando su alma estuviera lo suficientemente fuerte como para fingir que nada había pasado y conseguir saludar a su tía con una sonrisa.

Observó el panorama con la mirada perdida, reparando en el hecho de que ahora atravesaba una especie de callejón, justo al lado de una vieja y descuidada librería. Sus pies comenzaban a exigirle reposo y a decir verdad, el lugar no era tan horripilante como para impedirse sentarse a descansar un rato, por lo menos había un pequeño jardín que lo hacía parecer más decente. Dejó su bolso sobre la acera mohosa y se acomodó en el suelo, sentándose de forma hindú. Apoyó la cabeza sobre el muro tras ella y respiró profundo, dejando que las apaciguadas gotitas de agua le mojaran los párpados cerrados. Definitivamente, no le molestaría permanecer allí durante unos minutos más, y dispuesta a distraerse, se puso los audífonos en los oídos y dejó que el intenso ritmo de Maroon 5 en Won't Go Home Without You se la llevara lejos, por lo menos por los tres minutos y medio que duraba la canción. Acarició los húmedos petalos de las florecillas que tenía al lado, algunas de ellas marchitas, probablemente por el hecho de que nadie por ahí estuviera pendiente de cuidarlas y tarareó débilmente la letra de la melodía con la sensación de cólera predominando en su estómago.

—Spencer

Escuchó su nombre a lo lejos, pero no prestó atención, convencida de que no había sido más que su imaginación haciéndole una mala jugada.

Respiró hondo por segunda vez, llenándose los pulmones de aire puro.

—Spencer

Esta vez abrió los ojos despacio, como si no quisiera despertar de su ensoñación en un buen rato y dirigió su mirada al principio de callejón, por donde la gente pasaba con normalidad.

El chico de castaño cabello oscuro, cejas pobladas y mandíbula bien marcada estaba parado a unos metros frente a ella, con las gotas de agua chorreandole por la barbilla y la chaqueta empapada. Su convertible estaba aparcado tras él, y sus ojos café proyectaban una perfecta mezcla de lástima, decepción y melancolía, pero Spencer no quería perderse en su mirada otra vez, así que se levantó del suelo y a tientas tomó su mochila para salir corriendo. No quería dirigirle una sola palabra, mucho menos verlo. Él no tendría por qué estar allí.

Hollywood Adventure » Dave FrancoWhere stories live. Discover now