Películas y emociones

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La palabra Lunes revoloteaba por su mente. Unos días después, Spencer ya se había comenzado a acostumbrar a llevar la rutina de buen modo, y efectivamente, estaba disfrutando de su trabajo más de lo que llegó a imaginar. Sin embargo, esa tarde, después de terminar de grabar todas las escenas del día, lo único que quería llegar a hacer a su casa era darse una buena ducha caliente y quizás utilizar la poca energía que le quedaba para tumbarse en su cama.

Había tenido constantes dolores de cabeza casi toda la mañana y parte de la tarde, además, de alguna manera se sentía débil. Indispuesta. Pero procuró pensar que se debía solo al "estrés" de preocuparse porque todo le saliera bien en escena.

Caminó fuera del set con la esperanza de que un taxi pasara rápido para poder volver a casa. Hoy simplemente no tenía ganas de caminar.

—¡Hey, Spence!— la alcanzó Logan, que venía corriendo de salida —, ¿qué tal todo?

—Genial— ella fingió una sonrisa —, ¿como estuvo tu día?

El muchacho hizo una mueca divertida.

—Atareado, pero no me quejo— contestó —. Por cierto, estuviste estupenda hoy, de verdad, pude ver algo de lo que hiciste y fue una asombrosa interpretación

—Vaya. Muchas gracias, que lindo de tu parte.

Ambos permanecieron en silencio por unos segundos. Logan parecía inseguro a cerca de comentar algo. El chico se pasó las manos por el cabello, en señal de confianza.

—Oye, ¿vas a hacer algo esta noche?

—¿Esta noche?— Spencer se mordisqueó el labio inferior. En realidad no tenía ánimos de salir a ninguna parte —, supongo que no.

—Bueno, es que... tengo boletos para ir a ver a una banda local y me preguntaba si te gustaría acompañarme. En realidad escuché algunas de sus canciones y no suenan nada mal, ¿sabes?

Ella se lo pensó un momento. Le debía demasiado al muchacho, sin su ayuda, probablemente no hubiese podido salir del Motorhome y se hubiese quedado encerrada quien sabe durante cuanto tiempo. Sería muy grosero de su parte no aceptar.

—De acuerdo— terminó diciendo contra su voluntad —, iré

—Genial. Entonces... ¿te recojo en casa?

—¿Tienes auto?

—Motocicleta— corrigió —. Espero que tu familia no tome a mal el hecho de que un chico llegue manejando una moto.

Spencer soltó una leve risa.

—Créeme, no lo harán. Ya he subido a ellas varias veces, no hay de qué preocuparse.

—Gracias a Dios— corroboró Logan, sonriendo de medio lado

El pelinegro quiso decir algo más, no obstante, el sonido de su celular le interrumpió; al parecer era una llamada importante.

—Lo siento, debo irme— se excusó, mirando la pantalla del aparato —. ¿Te importaría enviarme la dirección por mensaje?, tienes mi teléfono agendado, ¿verdad?

—Sip.

—Muy bien, entonces, ¿paso por ti a las ocho?

—Ocho.— confirmó Spencer —Te veré luego.

—De acuerdo— comentó, comenzando a caminar

—Oye, Logan— le llamó ella de nuevo —¿que se supone que lleve puesto?

El chico soltó una leve risa, para después negar con la cabeza. La miró sonriente.

—Ponte lo que quieras— aconsejó —igualmente te ves bien con todo, solo no vayas muy formal.

Hollywood Adventure » Dave FrancoWhere stories live. Discover now