Yes or no?

Capítulo 12

No, nunca usuaria el vestido que Sango me había elegido el día anterior, ni siquiera tenía compañero para ir, pero ella insistió tanto comprarme uno. Puse mis manos en mi cadera y con la cabeza negué.

-No lo hare. —Mire el vestido que se encontraba en mi cama. —De ninguna manera me pondré eso.

-¿Acasos estás loca?—Fue directo a mi cama y recogió el pequeño vestido color verde. —Es hermoso, aparte a tu pareja le gustara mucho.

¿Mi pareja? No podía pensar ahora en eso, ellos eran mis amigos pero Inuyasha era con quien quería estar esa noche. Me senté en la cama, y con mis manos me cubrí la cara, las lágrimas salieron sin avisar y mi corazón se rompió de nuevo. Sango dejo el vestido a un lado y me abrazo con fuerza, sus palabras fueron dulces y confortantes en ese momento pero nada en el mundo podrá quitarme este sentimiento de traición... Una vez más fui lastimada por el amor.

-No puedo más, soy patética. —Me aparte del abrazo de Sango. —El nuca fe mío y nunca lo será. Soy una estúpida por enamorarme de alguien como él.

-Bueno, no podemos elegir a quien amamos. Kagome levántate y enséñale lo que se perdió. —Tomo mis manos y me ayudo a levantarme. —Ve con uno de ellos y diviértete, te lo mereces.

"¿Lo merezco?"

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Está bien, mis planes de fin de semana no incluían regresar a la casa que hui una noche, pero esto era necesario, por mí. Toque el timbre y la puerta se abrió al minuto, y apareció una sonrisa que había extrañado desde me partida.

-Kagome, ¿Qué he hecho de bueno para que me hayas visitado?

-Hola Sesshomaru.

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De todos modos, tuve que poderme el vestido que me compro Sango, no tenía nada en mi armario y una parte de mí, deseaba que Sesshomaru me lo viera puesto. Me recogí el cabello con una coleta, dejando mis rizos cayendo de ella, me puse un poco de maquillaje y labial rojo. El vestido verde que me quedaba arriba de las rodillas, se ajustaba muy bien a mi cuerpo, el escote era pequeño que apenas dejaba en descubierto mis pechos, en mi espalda esta descubierta.

-Esto no es bueno. —Mire mi reflejo en mi espejo, parecía que iba a ir a un hotel. —Genial Kagome, vístete como una prostituta. —Fui a mi baño para quitarme el maquillaje pero el timbre sonó y mi madre abrió para dejarme saber que mi cita había llegado.

Baje con mis tacones negros, que a mi parecer eran pequeños. Sesshomaru se encontraba con su traje, su cabello estaba sujetado por una coleta baja y en sus manos se encontraba un ramo de rosas, mi madre comenzó con una sección de fotos en cuanto agarre la mano de Sesshomaru para no caerme.

-Estás hermosa. No puedo creer que fuera el primero en verte así. —Me sujeto de la cintura, para cambiar de pose en las fotos. —Gracias por esto.

-Parezco alguien ba... —No pude terminar la palabra, su mano se tensó, y un dedo de él me callo la boca.

-Nunca digas eso, realmente te ves muy hermosa. —Me acerco más a él, y cuando me madre estuvo satisfecha con las fotos, Sesshomaru me indico que era la hora de irnos, abrió la puerta de mi casa y me condujo hasta el carro último modelo que se encontraba estacionado enfrente.

-Gracias. —Pude pronunciar, me abrió la puerta y me ayudo a subir.

-Es un placer.

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Llegamos al baile, las personas caminaban como si fuera un desfile de modas, las mujeres enseñando sus mejores poses y vestidos, mientras que los chicos admiraban como lo hacían. Sesshomaru, quien por supuesto, fue el centro de atención de todas las miradas femeninas, me ayudo a bajar del carro. Con cuidado fuimos a la entrada, su mano se entrelazo con la mía y entramos seguros.