Capítulo 10

989 96 38
                                    

¡Hola! Encontré la canción perfecta para este fic Xd bueno o la primera parte del fic. Se las dejo  aquí *3*

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Hace una semana no he ido a la escuela ¿Por qué? El simple hecho de que no podre ver a Inuyasha junto con mi tía, mandándose señas de amor y aquellas sonrisas que solo ellos podrán comprender. Desde hace una semana no he ido con los chicos y tampoco he hablado con ellos, no quería hacerle esto a ellos pero, sabía que si los veía tendría las ganas de volver con ellos y no podía hacerlo ahora.

Kikyo, la cual me robo el amor de Inuyasha antes de que yo lo conociera, vivía conmigo y cada día era una tortura escucharla sobre su relación con él.

-Por favor, no digas nada sobre nosotros. —Me volvió a suplicar, sus manos sostenían mi blusa azul, sus ojos representaban el miedo de que yo hablara sobre su relación. —No comprenderán lo nuestro.

¿Lo nuestro? Era claro que era una pedófila.

-No sé de qué me hablas. Ahora quítate. —La empuje, haciendo que ella me soltara de mi blusa y retrocediera una pasos.

-Sé que te gusta. —Me dijo antes de que pudiera salir de la habitación. Sus manos se entrelazaron y su mirada se fijó en mí. —Lo siento.

-¿Por qué? Porque el chico que me gusta está enamorado de ti y no de mí. —Reí irónica, pero mis lágrimas estaban a punto de salir. —No diré nada, ahora solo déjame vivir mi vida. —Salí de la habitación.

Sin despedirme, Salí de mi casa y por primera vez después de la pelea con Inuyasha fui a la escuela por mi propia cuenta. Cuando llegue era obvio que todos se habían enterado sobre "rompimiento" entre nosotros dos, y la mudanza que hice el fin de semana de su casa. Solo Sango sabia la verdadera razón de el por qué me fui de la casa antes de cumplir los 2 meses que me faltaban, ni siquiera los chicos lo sospechaban, creían que Inuyasha me había corrido por algo que yo hice.

-No creo que quisieras venir hoy. —Me dijo Sango cuando me abrazo desde atrás, su perfume me invadió todo mi nariz, pero aun así me alegre de oír su voz.

No le conteste y seguimos nuestro camino a nuestro salón, ella solo suspiro y siguió contándome lo triste que estaba desde que no había ido a la escuela. No podía fingir que no me dolía estar cerca de ella, pues en el almuerzo deberíamos de ver a su novio, "Miroku" uno de los chicos que me había encariñado y sabía muy bien que él me preguntaría la verdadera razón de el por qué salí corriendo de la casa aquella noche y nunca regrese, y cuando lo hice fue para llevarme mis cosas de la casa y despedirme de ellos.

Al entrar todos se me quedaron viendo, pero no fue por los rumores que se comentaban en toda la escuela. Fue por el hecho de que Inuyasha Taisho estuviera parado en mi banca viendo hacia la ventana, sus ojos miel estaban cansados y pude notar sus bolsas debajo de ellos. Al verme entrar sus ojos se iluminaron y fue directo a mí.

-Qué bueno que has venido. Te he extrañado. —Comento, agarro mis manos para que sus manos pudiera entrelazarlas con las mías. —Por favor ven a hablar conmigo.

Me aparte, aleje sus manos de las mías y con mi mirada le dije que se fuera de aquí ahora mismo, no quería hacerlo, de hecho estaba gritándome que era una tonta por decirle eso pero, si no lo hacia mi corazón sufriría más al verlo con ella.

-Por favor vete. —Le suplique, mis manos bajaron a mis costados y mi cabeza giró a otro lado para no verlo más. —No tenemos nada de qué hablar.

Y fue ahí cuando sentí su mano de nuevo en mi brazo y jalándome afuera del salón, al ver las miradas de todos, pude notar que estaban confusos igual que yo. Me hizo que entrara a su salón, haciendo que todos salieran del lugar.

-¡Déjame sola! —Le dije con enojo, no podía hablar con él ahora, no cuando le había confesado que me gustaba.

-No tenías que verme como un hombre. —Me dijo con tranquilidad, pero sus manos estaban inquietas. —No tenía que verte como una mujer.

-Lo sé, no quería verte así pero cuando te conocí más no pude evitarlo. —Me aleje del. —No sabes lo arrepentida que estoy de haberte conocido.

-Era una mentira nuestra relación, solo quería ayudar a la sobrina de Kikyo. —Mi corazón se rompió cuando lo escuche decirlo, sus ojos se fijaron en míos, los cuales ya soltaban lágrimas. —No llores, soy asco de persona. No quería verte como mujer, lo intente pero desde hace una semana no he podido dormir por pensar en ti.

-¿Qué?

Me beso. Me agarro de la cintura y me elevo, haciendo que el pequeño beso se convirtiera en una apasionado, tuvimos que separarnos muchas veces por fala del aire pero volvíamos a hacerlo, era como si lo necesitáramos y realmente era así.

-No puedo dejar a Kikyo. —Me dijo una vez que nos separamos sin volver a besarnos. —Pero tampoco puedo separarme de ti.

-Eres un idiota. —Le dije, alejándome de él.

-Soy la peor persona del mundo. Por favor no me dejes, no sé cómo explicarlo pero es como si una fuerza me jalara a ti de nuevo cuando quiero alejarme.

-¿Sí o no?

-No me hagas esto, Kagome. —Me suplico. —No puedo elegir a una.

-La puedes dejar ¿sí o no?—Le volví a preguntar.

No dijo nada, en eso momento me di cuenta que él no la podría dejar, y tampoco podría a renunciar a mí.

-Bien, es un no.

Y me fui.


Yes or no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora