Capítulo 5

1K 106 10
                                    

 Cuando llegamos al bar, pensé que no nos dejarían entrar por ser menores de edad, pero con solo una indicación de Sesshomaru, pasamos sin problemas.

Ventaja de ser guapo, rico y un gran negociador.

-Creo que Sesshomaru es muy buena convenciendo a la gente ¿no? — Le dije a Koga, mientras que trataba de pasar entre la gente y me agarraba de la mano para no perderme.

-Puede ser eso. —Rió. —O puede que nos dejaron pasar, porque Sesshomaru es el dueño del bar.

¡Vaya! Bueno sabía que Sesshomaru era rico pero nunca imagine que fuera dueño de un bar. Mire sobre mi hombro a Inuyasha quien alzo los hombros con indiferencia y siguió con la conversación con Miroku y Bankotsu.

Bastardo.

Cuando llegamos a la zona VIP, Koga se sentó alado de mí, igual que Inuyasha pues teníamos que comenzar el espectáculo de ser amantes. Sesshomaru se alejó de nosotros para conversar con algunas personas, mientras que Inuyasha hablaba con Miroku y Bankotsu. Yo trataba de hablar con Koga, aunque apenas lo podía escuchar por el ruido.

-Kagome ¿te gusta vivir con nosotros?—Me preguntó Koga unos momentos después, lo mire curiosa. —Digo, eres una mujer viviendo con cinco hombres ¿es incómodo?

Me quede en silencio unos segundos para meditarlo ¿era incómodo para mí? Solo tenía un día viviendo con ellos.

-No creo estar incomoda, bueno no al menos contigo. —Le sonreí, haciendo que Koga hiciera el mismo gesto.

-Me alegra, no quisiera que estuvieras incomoda por culpa de. —Miro a Inuyasha que todavía se encontraba hablando con Miroku. —No importa, me alegro que te sientas así.

Le di una sonrisa y seguimos con la conversación, al pasar unas chicas enfrente de nosotros, Inuyasha de inmediato se levantó y fue hacia ellas para ligar. Un gesto que no me importaba, pero teníamos una mentira que seguir y ese pervertido de cuarta no lo arruinaría. Me paré y fui con Inuyasha y las chicas payasos. Koga y los demás me miraron divertidos.

-Querido ¿Quiénes son?

Inuyasha me miro con una sonrisa pícara y me agarro de la cintura, quería golpearlo pero me tenía que controlar.

-Cariño, lo siento señoritas, pero ella es muy celosa. —Les dijo a las chicas.

-Demasiado.

Las chicas insultaron a Inuyasha y se fueron. Vaya, lo que hace estar desesperado por atención.

-Ya me puedes soltar.

-Pero somos amantes, y me has ignorado todo este tiempo por Koga ¿Cómo crees que me sentí?—Formo una pequeña sonrisa en sus labios.

-No me jodas, tú no sientes amor o celos. —Le dije apartando su mano de mi cintura.

-Cierto, pero es parte de mi actuación.

-Coquetear con otras no es parte del trato. —De nuevo me senté alado de Koga y tome un trago de mi bebida.

Inuyasha se sentó a mi lado y trato de conversar conmigo. En ocasiones tomaba mi mano y la besaba, pero no llegaba a más. Al final de la noche, Sesshomaru vino con nosotros para irnos y regresar a la casa.

-¡Kagome!—Me llamo Miroku, atrás de él estaba Bankotsu y Koga. —Gracias por esperar, Bankotsu se negaba a apurarse a hacer pipí.

-Tengo necesidades.

-Ah, claro ¿sucede algo?—Le pregunte a Miroku, ignorando la presencia de Bankotsu.

-¿Te vendrás con nosotros?

-No, me iré con Inuyasha en su auto ¿les molesta?

Miroku negó con la cabeza, me deseo suerte, Bankotsu no me miro, no les dije adiós porque los vería en la casa, solo nos iríamos en diferentes autos. Camine hacia Inuyasha quien ya me estaba esperando adentro del carro.

-¿Esperaste mucho?—Le pregunté a Inuyasha, una vez que estaba dentro del auto.

-No mucho ¿nos vamos?

-Sí. —Le di una sonrisa, me quería pronto para dormir como un bebé.

Inuyasha no aparto su mirada y note un leve sonrojo en sus mejillas, pero tal vez solo era mi imaginación.

Al llegar Inuyasha me ayudo a subir las escaleras, pues mis tacones ya me estaban matando, llegue al cuarto y decidí ducharme.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

-¡NO TE QUEDARAS AQUÍ!—Le grite a Inuyasha. Él se cambiaba para dormir en la misma cama que yo.

-¿Por qué? Es mi cama y puedo hacer lo que quiera con ella. —Sonrió y comenzó a quitarse la camisa, acto que me enojo.

¿Cómo no podía tener respeto por mí?

-Bien, si eso quieres.

Agarre una almohada y una cobija, las avente al pasillo y antes que pudiera protestar, lo empuje afuera de la habitación y le cerré la puerta en la cara.

Mañana sería un día muy largo.


Yes or no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora