Capítulo 11: Protegerla

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Nico

Estaba que hervía del puto enojo, Fernanda no se merecía esto, nadie se merecía toda esa mierda y menos un padrastro tan hijo de puta como él, quería destrozarlo con mis propias manos, me daban ganas de matarlo y eso es lo que iba hacer,  me levanté del sofá totalmente cabreado y lleno de rabia, pero sentí como una diminuta mano sostenía mi brazo y me jalaba.

- Quédate conmigo, por favor.- su voz era débil y gentil pero llena de miedo y respiración, sentí mi corazón latir rápido y sólo me senté a su lado, la sorpresa llegó después cuando sus brazos  rodearon mi cuello y hundió su cabeza en mi pecho dejando salir pequeños suspiros con llanto contenido.

- Yo voy a cuidar de ti.-susurre sobre su cabeza cuando mis brazos rodearon su diminuta cintura, era pequeña a pesar de todas esas capas ropa, era pequeña.

Ahora entendía el porque se vestía de esa forma. 

- Lamento dar tantas molestias, juro que me iré en un rato.- mis brazos la apretaron más hacia mí, no iba a dejarla ir, no después de todo lo que me había dicho, la idea de que estuviera con ese idiota me enojaba.

- Eres pequeña. - solté un suspiro y ella sólo dejo salir un pequeña risa así como ella.

- Gracias, y tú muy grande. - comentó, ambos comenzamos a reír. Me sentía bien estar cerca de ella. En realidad ella me gusta, era tierna y amable.

- ¿Segura que todo bien?. - mi barbilla seguía sobre su cabeza y mis brazos no la querían dejar ir, ella asintió, como era posible tener cariño con una persona tan rápido, no era nadie en mi vida y ahora no la quiero soltar nunca.

Nos quedamos un rato grande de esa froma abrazados hasta que se quedó dormida,  la lleve cargando en mis brazos a mi habitación y la acosté, se veía tan frágil e inocente.

Me acosté a su lado y le puse un brazo alrededor de su cintura y la acerque a mí, me quedé dormido en segundos.

Eran las 5 a.m cuando me desperté, Fernanda seguía durmiendo, no se había despertado desde que la acosté. Se veía hermosa como la primera vez que la encontré durmiendo en el sofá.

Me levanté para ir al baño era sábado así que no teníamos que ir al colegio.

Cuando regresé a la habitación ella estaba sentada en la orilla de la cama jugando con sus manos.

- ¿Estas bien?¿Necesitas algo? Puedes seguir durmiendo, no hay problema. - miré sus dedos, ella jugaba con ellos.

- Me tengo que ir a casa, no quiero molestar a tus padres,  mucho menos a ti.- su voz era triste y quise abrazarla nuevamente. Pero lo de irse no se lo iba a permitir.

- Claro que no,  tu te quedas aquí hasta que llegue tu madre. - traté de que mi tono de voz saliera gentil pero creó que fue todo lo contrario, más bien creó que le di una orden.

- Nico, yo no quie...- su voz se cortó cuando me miro directo a los ojos.

- Mis padres están en un viaje de negocios y no molestas a nadie.- solté algo enojado pero gentil a la vez para no tratarla de asustar.

- Es que yo no.... - no termino su frase pues comenzó a  levantarse de la cama.

- ¿De verdad quieres ir a donde es idiota?. - dije más furioso y acercándome a ella.

- No.- se limitó a decir y sus ojos bajaron a sus pies.

- Mira, se que nos acabamos de conocer,  pero si te pasa algo no quiero que quedé en mi conciencia, suficiente tengo con todo mi vida de mierda.- trate de sonar como que no me importara pero en realidad si lo hacia, me estaba poniendo de mal humor solo pensar en es hijo de puta.

Fernanda tomo asiento nuevamente en la cama y eso me tranquilizó de inmediato.

- Pero es que yo... - la interrumpi.

- Fernanda,  si tu vuelves y él te hace algo, juro que lo mató ¿No quieres irme a visitar a la carcel o si?. - me senté a su lado, mi mano derecha viajó a su mejilla izquierda acariciando un poco, ella cerró los ojos y suspiró.

- ... esta bien. - soltó  nerviosa y su mirada fue a dar a la mía. Mi pulso se aceleró y quite mi mano de su mejilla de inmediato.

- ¿De acuerdo? Entonces vamos a dormir otro rato. -me acosté y le di palmaditas a la cama para que viniera conmigo y lo hizo.
Ambos estábamos boca arriba y sin movernos, pude notar dos cosas, la primera, olía a vainilla y a manzanas y la segunda, ella era frágil.

Fernanda dejó salir un  suspiro, y lo único que hice fue darle la espalda.

Hola bebés les ha gustado el Capítulo, espero que si.
Picale a la estrellita si es así.

Ustedes dos chicas que comentan y votan las amo con todo mi corazón. Jajajaja okay no.

Las quiere Fany
Besos

Enamorado De La LesbianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora