Siento a alguien abrazar mi pierna. Abro los ojos poco a poco y observo a Jungkook durmiendo sobre mi pierna. Se ve adorable. Miro el resto de la habitación. Todos están acostados en el suelo, sentados con la cabeza agachada sobre el sofá y algunos sobre las sillas. ¿Tan mal llegamos anoche como para tan siquiera poder llegar a las camas? ¿Y cómo es que todos hemos venido a casa de BTS?
Me levanto con mucho cuidado de no despertar a Jungkook sustituyendo mi pierna por la chaqueta que llevo puesta, que por otro lado, no es mía. Intento llegar hacia la cocina, en ese sitio no hay nadie sobre el suelo. Mientras intento llegar a mi meta observo a cada uno procurando no pisarlos. Namjoon no para de roncar, y ronca muy fuerte. De repente se mueve abrazando a Jin y dejándome espacio para poder pasar. Jimin está sentado en el sofá. En cuanto despierte tendrá un gran dolor en el cuello, eso seguro. Taehyung duerme abrazado a Alicia. Miro el reloj, son las ocho de la mañana. Me acerco a Jooheon, quien está sobre una silla. No tiene su chaqueta puesta y hace frío.
Voy hacia la habitación de los chicos y cojo una manta. Me acerco a Jooheon y lo tapo con ella.
- Eres preciosa - Sonríe abriendo los ojos.
- ¿Sigues mareado?
- Quizás un poco. Pero eres preciosa igual.
- ¿Te llevo a casa? No está bien que duermas en estas concidiones.
- A pesar de todo te preocupas por mí. Eso significa que sí te importo, con lo cual me quieres, ¿verdad?
- No alces mucho la voz. Los demás están durmiedo.
- ¿Me quieres?
- Claro.
Jooheon sonríe cerrando poco a poco los ojos hasta quedarse dormido de nuevo. Le quito la gorra e intento colocarlo lo más cómodo posible, aunque sobre sillas es imposible estarlo.
- Hey, ¿qué hora es? - Pregunta Jimin, también mareado. Aunque no tanto como Jooheon.
- Son las ocho.
- ¿Aún? - Asiento con la cabeza - Menudo dolor de cuello. Debería irme a la cama.
Jimin se levanta y observa a Jooheon.
- Oye, Lily. ¿No quieres irte a la cama también?
- ¿Perdón?
- No, no conmigo - Ríe - Quiero decir, Jooheon debería acostarse en una de las camas. Aquí ahora mismo hay de sobra ya que todos han preferido el suelo.
- Sí, ¿verdad? ¿Me ayudas a llevarlo?
- Claro.
Jimin coloca de pie a Jooheon y lo sostiene por el brazo llevándolo a la habitación. Yo los sigo. Lo coloca sobre la cama y él se tira sobre la otra.
- Bebió mucho, ¿verdad? - Pregunta Jimin mientras me observa quitarle los zapatos a Jooheon.
- La verdad, no sé cuanto bebió. Hasta yo bebí mucho. Creo que todos nos pasamos con las copas.
- Sí. Aunque unos más que otros - Dice moviendo el cuello - ¿No recuerdas nada?
- No. ¿Pasó algo?
- No tengo las imágenes claras, pero recuerdo haberte visto bebiendo sin parar y Jooheon observándote. Sin embargo, no te paraba. Solo te miraba.
- ¿Sí?
- Sí. De todas formas, no sé muy bien que pasó. Puedes pregúntarselo a Jin, él no bebió casi nada. Yo ahora... tengo... sueño.
- Está bien. Descansa.
Jimin enseguida se queda dormido. Observo a Jooheon dormir sentada sobre la cama de al lado. ¿Habré hecho algo malo? No creo... ¿Habré dicho algo inapropiado?
De repente suena la puerta de casa. Alguien acaba de llegar. El sonido de los pasos llega hasta a la habitación y aparece Yoongi.
- ¿Se te perdió algo aquí?
- ¿Eh?
- Ah sí, ya veo el qué - Dice mirando a Jooheon.
- ¿Vas a dormir?
- ¿Qué más te da? Sigue observando a tu novio mientras duerme.
- ¿Podrías ser más amable?
- ¿Por qué debería?
- Has cambiado mucho.
- No hemos hablado lo suficiente como para que digas eso.
- No me hace falta.
- ¿Crees que me conoces muy bien?
- Al menos eso creía, hasta que volví a verte de nuevo. Pareces otro.
Yoongi se acerca a mí.
- Ven.
- ¿A dónde?
Él me agarra de la muñeca y me lleva hasta la azotea.
- ¡Suéltame! Me haces daño.
Yoongi me suelta y me observa.
- Quizás quien ha cambiado no he sido yo, si no tú.
- ¿Qué hablas? - Pregunto moviendo mi muñeca.
- Lo que oyes. Se te ve muy feliz con Jooheon.
- ¿No me pediste que fuera feliz con él?
- Pero no tenías por qué hacerlo.
- No te entiendo.
- Es que para ti en serio que es demasiado fácil sustituirme por otro.
- No estoy sustituyendo a nadie.
- ¿Me vas a decir que me has olvidado y que lo amas?
- No tengo por qué decirte lo que siento a ti. Además, no es asunto tuyo.
- ¡Claro que lo es! Dime si aún sientes algo por mí.
- Dejó de serlo cuando decidiste dejarme, Yoongi.
- ¿Otra vez con eso?
- ¿¡Otra vez!?
- Sí. Siempre me echas en cara eso. Pero no te ves a ti. Que eres feliz con otro.
- Tengo el derecho a serlo. Tú también.
- ¿Para qué quiero yo a otras chicas?
- Tú sabrás. Anoche te vi muy pegado a Heyi. Seguramente todo fue más allá.
- Ah. Entonces me estabas vigilando anoche.
- No...
- Claro - Sonríe.
- No sé qué hago aquí. Volveré a casa.
- Estamos hablando - Dice agarrándome del hombro evitando que me vaya.
- Estamos discutiendo y esto no nos conduce a nada.
- Vale. Me tranquilizaré. No te vayas.
- Aún así... Creo que los dos ya no tenemos nada de lo que hablar.
- ¿No quieres que hablemos nunca más?
- No sobre nosotros, no sobre lo que tuvimos. Como tú dices, siempre te echo en cara lo mismo. Todo ya pasó, no tiene sentido seguir hablando de ello.
- ¿Por qué no tiene sentido? ¿Ya no me quieres? Aún no me has respondido a eso.
- La solución sería seguir cada uno con su vida. Yo no me meteré en tu vida amorosa con Heyi o con quién sea, y tú tampoco lo harás. Porque como he dicho, esto no tiene sentido alguno.
- Respóndeme a la pregunta.
- Adiós, Yoongi.
- ¡No! ¡Respóndeme!
Doy la espalda a Yoongi y cuando me dispongo a irme, él me agarra poniéndome frente a frente con él. Está enfadado, lo noto en su mirada.
- Respóndeme.
- ¿Para qué?
- Porque quiero saberlo. Porque yo...
Observo con rostro angustiado sus ojos llorosos.
- Yo a ti aún... Aún te quiero.
Trago saliva. Asombrada, me quedé sin saber qué hacer, ni qué decir, ni qué pensar... Simplemente observaba aquel rostro, del que empezaban a caer lágrimas.
