- Señorita, señorita.
- Disculpe. ¿Puede repetirme lo que ha dicho?La mujer suspira, pone los ojos en blanco y comienza a hablar de nuevo.
Después de una hora, la cual se me hace eterna, salimos de la sala de reuniones.- Lily. ¿Puedes quedarte un momento?
- Sí.Todos abandonan la sala y yo me quedo a solas con mi jefa.
- ¿Te encuentras bien?
- Sí, directora.
- Estabas muy distraída, y no solo hoy. ¿De verdad no hay nada que te preocupe?
- Lo siento mucho. No volverá a ocurrir.
- No pasa nada. Espero que sea lo que sea que esté ocurriéndote se solucione rápido.
- Gracias - Me inclino.
- Oh. Antes de que te vayas. Ya que mañana es la última reunión iremos a celebrarlo por la noche. Ya sabes, iremos a beber unas copas todo el equipo. ¿Te vienes?
- Yo... La verdad es que no tengo muchos ánimos.
- ¡Venga! Así te distraerás un poco. No te vendrá nada mal. Además, sé de alguien del equipo de Japón que está deseando iniciar una conversación contigo.
- ¿Conmigo? ¿Quién?
- Sí te digo el nombre no creo que sepas quién es. ¿Sabes el nombre de alguno de estos japoneses?
- La verdad es que no...
- Lo ves. Pues es ese chico tan guapo que está ahí fuera apoyado sobre la mesa. El que está leyendo esos papeles. ¿No crees que es atractivo? Se nota que le gustas.
- ¡Directora!
- Debes admitir que es muy guapo - Ríe - Varias en esta oficina están detrás de él. Yo que tú aprovecharía.
- Pero a mí...
- Vas a venir, ¿de acuerdo?
- De acuerdo.
- Vale - Sonríe de oreja a oreja - Ahora ve a descansar, cielo. Nos vemos mañana.
- Hasta mañana - Salgo de la sala.Desde mi primer día de trabajo mi jefa ha sido muy considerada conmigo y hasta el día de hoy me ha cogido mucha confianza. A pesar de que muchos la temen. Será porque es la jefa a pesar de todo...
- Hey.
Miro hacia aquel chico, quien se a puesto firme al verme.
- ¿Mañana vendrás a la celebración? - Me dice en un inglés mal pronunciado.
- Puedes hablar en japonés si te es más cómodo. Y sí, iré, debido a mi jefa.
- Ah. Gracias. Entonces... Nos vemos allí, ¿no?
- Supongo.Se lo tiene creído. Sus gestos y su forma de hablar lo dicen todo. Me despido de él con una reverencia y me voy. Algunas empleadas lo admiran desde sus sitios. ¿Qué le ven? Es verdad que es guapo, pero parece un poco engreído.
Entro en el coche que he alquilado durante mi estancia en Japón y voy hacia el hotel.
Cuando llego a mi habitación me echo sobre la cama y me quito los zapatos. ¡Al fin!
Reviso mi móvil mientras sigo acostada en la cama. Contesto a los mensajes de Alicia y abro los mensajes que Jooheon me deja cada dos horas desde que me fui de Corea.¡Buenos días! Espero que tengas un excelente día en el trabajo. Fighting!
¿Ya has comido? Espero que no te estés saltando las comidas, te conozco muy bien.
Si cuando vuelvas pesas como una pluma te obligaré a comer toda la comida que sé preparar.
¿Al final cuándo vuelves?
¿Sigues en el trabajo?
Te extraño.
Te quiero mucho.
Buenas noches. Que descanses, cariño.
No ha habido noche en la que no haya pensado en Jooheon. Tampoco he parado de pensar en Yoongi. Sin embargo, no sé nada de él. ¿Para qué escribirle? Eso solo complicaría las cosas.
Sin darme cuenta, me quedó profundamente dormida con el uniforme puesto.Siento que alguien roza mi rodilla. Abro los ojos y me sorprendo al ver a Yoongi sobre mi cama. Me siento en frente suyo.
- ¿Qué haces aquí?
- Siempre estoy aquí.
- ¿En mi habitación de hotel?
- No exactamente. Siempre estoy aquí - Me señala el corazón con el dedo índice.