- Es... realmente una pena que no pueda ir a casa ahora. ¿En qué parte de la casa estás?
- Estoy en tu habitación. En tu cama, para ser exactos.
- ¡Wow! Estás haciendo que quiera cada vez más estar ahí. Pero debo entregar esto mañana a primera hora.
- ¿Debería ir yo?
- Es que entonces no acabaría igual. Eres una distracción para mi.
- Ah...
- No lo digo en mal sentido. Es que si estuvieras aquí no podría dejar de mirarte.
- ¿Solo mirarme?
- Bueno, y más cosas.
Ambos sonreímos a la vez.
- No puedo creer que vuelvas a estar conmigo.
- Yo tampoco.
- He esperado mucho tiempo por esto. Verte con Jooheon me dolía. No me di cuenta al principio...
- Es que eres lentito.
- ¿Lentito?
- Si.
- Eres mala. Estoy intentando hablar en serio y tú...
- Es que no quiero hablar más sobre Jooheon.
- Te debió haber dolido dejarlo, ¿verdad?
- Creo que una ruptura nunca es fácil.
- Es cierto, no lo es - Escucho un suspiro al otro lado del teléfono - Está bien. Dejaré de hablar de Jooheon. Fin del tema.
- Gracias.
- Lily.
- Dime.
- Me muero por estar a tu lado. ¡Ahhhh!
- Yo también, cariño.
- Hace mucho tiempo que no escuchaba esa palabra de ti. Repítemela.
- ¿Cariño?
- Si.
- Cariño, cariño, cariño, cariño, ¡cariño!
- Me encanta.
Sonrío.
- ¿Qué haces?
- Nada... hablar contigo. ¿Y tú?
- ¿En mi habitación?
- Si.
- ¿En mi cama?
- Ya te lo he dicho antes, ¿por qué me haces repetirlo? - Río.
- Porque aún no puedo creerlo. ¿Y qué haces? ¿Estás sentada en mi cama? ¿Sola?
- Si, mirando por la ventana, con las luces apagadas y abrazando a tu peluche de Kumamon. Los chicos están en el salón.
- Es perfecto, solo falto yo.
- Si... - Suspiro.
- ¡Pero mañana nos vemos! Tan pronto como me sea posible, iré a casa, o a tu casa, ¿dónde estarás?
- Hmmm, en mi casa.
- Vale.
- Entonces ahí te espero.
- Perfecto.
- Perfecto será cuando te tenga conmigo.
Escucho una pequeña sonrisita.
- ¿Qué me harás cuando estés conmigo? No pensarás violarme o algo por estilo, ¿verdad?
- Violación, violación... no creo que sea.
- Cierto.
- Qué tonto - Sonrío.
- Tú me tienes así. ¡Me haces mucha falta! En muchos sentidos.
- ¿Cómo cuales?
- Hmmm, necesito hacer cosas contigo.
- ¿Qué clase de cosas?
- Por favor, no me hagas decirlo. Me da mucha vergüenza.
- ¿Tú con vergüenza? Eso es algo nuevo.
- No te burles.
- Lo siento.
- Necesito acariciar tu rostro y acercar tus labios a los míos para poder darte un dulce y cálido beso.
- Eres malo.
- ¿Por qué?
- Porque me dices eso cuando no estás aquí. ¿Voy?
- Te he dicho que no podemos - Ríe.
- Está bien.
- También me gustaría abrazarte lo más fuerte posible.
- ¿Vas a aplastarme?
- No, tonta - Vuelve a reír - Voy a darte un enorme abrazo.
- ¿Y qué más?
- Hmmm, ¿debería decir todo lo que quiero hacer contigo?
- Si, claro. Tengo curiosidad.
- Creo que ya lo sabes.
- No lo sé - Río.
- Si lo sabes pero quieres hacerme decirlo. Mala.
- Me has pillado.
- ¡¿Ves?! Entonces... ¿te lo digo? ¿Todo todo?
- Si, por favor.
- ¿De verdad estás sola en mi habitación?
- Si.
- Tengo miedo de que entre Jin en cualquier momento... ¿puedes cerrar la puerta bien?
- Está cerrada con pestillo...
- Perfecto.
Sonrío.
- Cariño. Pero antes tengo algo que confesarte...
- ¿Qué? - Pregunto curiosa.
- Que te amo.
- Yo también te amo.
- ¿Mucho?
- Mucho.
- Genial. Hmmm. Entonces empiezo...
