Con aquella suave música de fondo y las luces apagadas, abrazo a Jooheon con más fuerza.
- ¿Te ocurre algo?
- No, ¿por qué?
- No es por estropear el momento romántico pero... me estás abrazando demasiado fuerte.
- ¿Mucho?
- Me estás clavando las uñas en la espalda. ¿Me estás intentando decir que prefieres hacer otra cosa cómo...?
- Dios, eres un pervertido.
- ¡No me has dejado terminar! - Ríe.
- Pero ya sé por donde vas.Se separa de mí un momento. Puedo ver claramente su rostro de preocupación gracias a la luz de docenas de pequeñas velas colocadas estratégicamente aquí y allá.
- Todo va bien, ¿verdad?
- Sí...
- Te quiero mucho. Lo sabes, ¿verdad? Si algo te preocupa puedes contármelo.
- Lo sé.
- Bien - Vuelve a abrazarme mientras me da un beso en la frente.No soy capaz de contarle que vi a Yoongi en Japón, y menos ahora con esta bienvenida que ha preparado para mí.
- Espero que la comida haya sido de tu agrado. No soy el mejor cocinero pero...
- Ha estado genial.
- ¿De verdad?
- Todo está genial. Me parece increíble que hayas podido conseguir esta habitación de hotel. Es enorme - Digo mirando a mi alrededor.
- Tengo mis contactos - Alardea.Jooheon agarra mi mano.
- Y aún queda lo mejor... - Dice mirándome a mí y seguidamente a la cama - Te he echado mucho de menos.
Me agarra de la cintura colocando mi cuerpo contra el suyo. Me comienza a besar en los labios haciéndome caminar hacia la cama. Me tumba en la cama con delicadeza sin dejar de besarme. La cama tiene dosel, y la colcha blanca está cubierta de pétalos de rosa. Siento la mano de Jooheon deslizarse por mi cuerpo haciéndome estremecer. Separa sus labios de los míos y sonríe. Se coloca de rodillas y se desabrocha uno a uno los botones de la camisa sin dejar de mirarme. Se quita la camisa y la tira al suelo. La luz de las velas arroja un brillo dorado sobre su torso desnudo, acentuándole los bien definidos músculos. Vuelve hacia a mí besándome el cuello.
Cuando parecía que todo iba bien, Yoongi cruza por mi mente. Su sonrisa clavada en mi mente y aquel último beso que me dio...- Joo... Jooheon.
- ¿Hmm? - Dice con la respiración entrecortada.
- Para, por favor.
- ¿Por qué? - Pregunta mientras sigue besando mi cuerpo.
- Para.
- ¿Qué ocurre?
- ¡He dicho que pares!Jooheon se quita de encima mío y yo me siento rápidamente en un lado de la cama.
- ¿Qué pasa? - Pregunta alarmado - ¿Estás bien?
Se acerca a mí y en cuanto intenta tocarme me alejo de él. Me levanto de la cama y me pongo de nuevo mi vestido.
- ¿Qué haces?
- Me voy.
- ¿A dónde? Es muy tarde, cariño... ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás actuando así?Se levanta de la cama y se dirige hacia a mí.
- Si no quieres hacerlo no lo haremos. ¿Vale? Simplemente dormiremos y punto. Pero no te puedes ir a esta hora.
- Necesito irme.
- ¿Por qué? Sabía que algo te pasaba... - Me agarra de la mano y yo la quito.
- De verdad que... me voy.Agarro mi bolso.
- ¿No me vas a decir qué te pasa? ¿Por qué de repente me rechazas así?
- No querrías saberlo.
- Claro que quiero saberlo. No entiendo por qué te comportas de esta manera. Estábamos bien hace un momento y ahora... De repente... - - Me rechazas y dices que te vas.
- Yo...
- ¿Me lo vas a decir?Vuelve a tocarme y me vuelvo a apartar.
- ¡Ah! ¡Me estoy volviendo loco! - Dice llevándose las manos a la cabeza - ¿Qué ocurre?
- Yoongi.
- ¿Yoongi? ¿Qué pasa con él? ¿De repente se te cruzó por la cabeza? Ni si quiera lo has visto desde que te fuiste a Japón. ¿Cómo es que...?
Si que lo he visto.
- ¿Te viste con él en cuanto llegaste a Seúl? Vaya - Dice comenzando a enfadarse - Normalmente no soy así, pero no puedo soportar la idea de que te hayas visto con él nada más llegar.
- No me estás dejando hablar.
- Vale, perdón - Se sienta sobre una de las sillas mientras se frota la barbilla.
- Lo cierto es que lo vi en Japón.
- ¿En Japón?
- Sí, él fue a Japón.
- Pero si los demás estaban aquí... Yo mismo salí con Jin estos días a... Entonces... Yoongi... ¿Fue a Japón solo para verte?
- Sí...Jooheon se pone de pie caminando de un lado a otro con las manos sobre sus caderas y mirando hacia el suelo. Lanza un gran suspiro.
- ¿Y de qué hablasteis?
- Pues...
- ¿Te besaste con él? O... ¿Te acostaste con él?
- ¿Qué?
- Perdona, perdona. No te acostaste con él, ¿verdad?
- ¡No!
- Lo siento.
- Lo vi cuando hubo un incidente con un compañero de trabajo. El chico estaba borracho, quiso pasarse y... de repente salió Yoongi y comenzaron a pelear.
- ¿Te defendió de ese chico?
- Sí.
- Encima aparece haciéndose el héroe...
- ¡Jooheon!
- ¿Y después?
- Lo llevé a el hotel en el que estaba hospedada para curarle las heridas.
- Quieres decir, ¿a tu habitación?
- Sí.
- Ah, ¡genial!
- No hicimos nada, Jooheon.
- Te creo pero... Que pasara todo eso mientras yo estaba aquí muriéndome por verte es un poco... En fin.
- Te entiendo pero...
- ¿Te dijo algo? Porque por lo que ahora me has dicho no hay razones para que estés pensando en él.
- Sí. Me dijo que aún... aún me sigue queriendo.
- ¿Y tú?
- ¿Yo?
- ¿Tú aún lo sigues queriendo?
- Pues...
- Vaya pregunta la mía, ¿verdad? Claro que lo sigues queriendo. Si no, ¿por qué pensarías en él?
- Jooh...
- No. Es que entonces no sé qué estás haciendo conmigo. Vuelve con él. Corre - Dice señalándome la puerta.
- No digas...
- ¡Vete! - Grita con lágrimas en los ojos.
- No puedo dejarte así aho...
- ¿Qué ha cambiado de hace un rato? ¿No querías irte? Vete, vete con él.
- ¿Y crees que no siento absolutamente nada por ti? ¿Crees que no me preocupo por ti?
- Vete. No quiero verte ahora mismo. Puede que nunca más... No sé. Yo... ya no puedo continuar con esta relación.Tras aquellas palabras algo se destrozó dentro de mí. Es verdad que aún sigo sintiendo algo por Yoongi aunque no lo tenga muy claro pero es que, Jooheon es muy importante para mí.
- Por favor, vete.
- ¿Podemos hablar mañana?
- No lo sé. Ahora vete, no te lo volveré a repetir.Salgo despacio de la habitación del hotel y en cuanto cierro la puerta, me derrumbo allí mismo. Comienzo a llorar desgarradamente apoyada en la puerta.
Lo que no sabía es que, al otro lado de la puerta, se encontraba Jooheon sentado abrazando sus rodillas, llorando desconsoladamente.
¿De verdad lo nuestro acabó?