Sakura. Desperté con un dolor de cabeza de los mil demonios, nunca he sido buena para tomar, de hecho eso lo descubrí en Konoha cuando mi maestra me invito a celebrar mi cumpleaños número dieciocho, todos estaban ahí menos Sasuke, ya que por obvias razones estaba fuera de Konoha, recuerdo que me pase de tragos y gracias a eso confundí a Sai con Sasuke y casi lo besó, sino fuera por mi maestra en éste momento Ino me odiaría por besar a su novio, aunque como estaba tan mareada creó que hubiera intentado algo más. Mordí mi labio inferior a la vez que sentía calor emanando de mis mejillas. Esperó no haber intentado algo con Itachi, lo malo de cuando tomó es que me olvidó de todo lo que hice, si sé lo de Sai y que mi maestra me salvó de cometer un gran error es gracias a Naruto.
Debo preguntarle a Itachi que hice. ¡Que vergüenza! . . La pelirosa a levantó, tomó ropa y a fue a duchar, poco después caminaba hacía la habitación de Itachi, tocó un par de veces la puerta y la misma se abrió ante ella.
---Itachi....---
---¿Qué?---Preguntó serio.
Sakura se sonrojo.---Yo..anoche.. mm...---
----Tranquila, no paso nada entré nosotros.----Le dijo y sonrió levemente.
---Mm... ¿Hice algo indebido?---Cuestionó muy sonrojada.
---Eh..no nada---Dijo de una forma sería aunque en sus mejillas se podía apreciar un tenue sonrojo, ya que recordó el repentino abrazo que recibió la noche anterior.
---Itachi, no esperaba que tengas compañía.---Dijo una voz masculina, ambos regresaron su mirada y se encontraron con un joven rubio.
---Deidara.---Lo nombró Itachi con un tono seco. El rubio sonrió levemente a la vez que se acercaba a ellos con pasos lentamente.
---Pasaba por aquí y quise descansar.---Respondió con simpleza mientras se detenía a pocos pasos de ellos y miraba a Sakura.---Te conozco, eres la discípula de la Hokage, la chica que fue exiliada hace tres meses.---Una leve sonrisa surco sus labios.---Eres más bella de lo que suelen decir.---Comentó mientras la recorría de pies a cabeza con sus ojos lascivos.
---Se te perdió algo idiota...---Murmuró Sakura molesta y a punto de darle un golpe.
---Luego te lo diré.---Dijo divertido, Sakura bufó y se encaminó a la cocina.
---¿Qué hace ella aquí?---Preguntó.
---No te interesa...---Respondió seco y entró a su habitación dando un ligero portazo, Deidara maldijo por lo bajo y se encaminó a la cocina a conocer a aquella inusual pelirosa. . . Entró a la cocina de una forma sigilosa, pero no lo suficiente para que Sakura no se percaté de su presencia.---¿Qué quieres?---Cuestionó al momento de mirarlo.
Deidara comenzó a caminar hacía ella mientras su rostro adquiría seriedad.---Quiero saber.... ¿Qué haces aquí?---
---Es obvio que me estoy quedando aquí..---Respondió seria, Deidara se acercó más y la acorraló con la encimera.
---Alejate.---Frunció el ceño al ver que no se movía ni un solo centímetro, Sakura acumuló Chakra en su manos y quiso darle un golpe pero en un parpadeo él le colocó unos sellos en las muñecas.
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