Capitulo 26

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                   2 semanas después...

Ya habíamos llegado a Barcelona hace tres días, aún no terminaban las vacaciones pero decidimos volver.
Ahora mismo nos encontrábamos en mi habitación con Leo, estábamos todos en la cama viendo televisión en silencio, el cual Thiago decidió romper.

-Quiero un perro- comentó Thiago al ver que aparecía un perro en la película que nos estábamos viendo.

-Ni lo sueñes- contestó Lionel sin despejar la vista del televisor.

-¿Por qué no?- preguntó Thiago.

-Porque no- respondió simplemente.

-¿Matu no quieres un perro?- le preguntó Thiago a Mateo.

-Si- gritó Mateo emocionado- Como ese- señaló el televisor.

-¿Podemos mami?- me preguntó Thiago y yo sonreí.

-Claro que si- les sonreí y Lionel volteo a verme mal.

-_________- dijo Lionel y yo lo mire.

-¿Qué?- cuestioné.

-Dije que no- contestó.

-¿Que no, qué?- pregunté haciéndome la confundida.

-Sabes perfectamente a lo que me refiero- respondió con los ojos entrecerrados.

-Déjalos tener un perro, no tiene nada de malo- dije y él torció los ojos.

-Sophie está muy pequeña, un perro le puede causar alergia o algo así- dijo.

-Sophie ya puede estar cerca de un simple perrito, ya tiene cinco meses- dije.

-Ya dije que no- contestó y ahora fui yo quien torció los ojos.

-Y yo dije que si- repliqué desafiante.

-¿Y quién manda acá?- cuestionó enarcando una ceja.

-No lo sé, dime tú- respondí enarcando una ceja también y Lionel suspiró.

-¿De qué raza quieren el perro?- le preguntó Leo a los niños y yo sonreí victoriosa.

(...)

Leo había salido de la casa hace una hora. Los niños insistieron en tener el perro hoy mismo, y Leo no se negó, por qué lo que fue a comprarlo.
Yo estaba en el sofá de la jugando con Sophie, mientras que Thiago y Mateo estaban en la alfombra jugando con sus juguetes.
En eso sentimos con cerraban la puerta principal, y los niños salieron corriendo ya que sabíamos que era Leo. Dos minutos después, aparecieron los niños y Leo con un perro de raza golden en brazos, era muy pequeñito.

-¡Qué hermoso!- exclamé al ver al cachorro.

-Era el último que había de esta raza, habían tres personas más que también lo querían- comentó Leo sentándose en el sofá. Los niños volvieron a sentarse en la alfombra, pero esta vez con el perrito.

-¿Y te lo vendieron a ti porque?- dije para que él lo completara.

-Vos sabes porque- contestó y ambos reímos.

Linda Confusión -Lionel Messi y tu- *SEGUNDA TEMPORADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora