Capítulo 3

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A la mañana siguiente Lily estaba preparada a las 5.30 y Ginny la mandó a la cama inmediatamente aunque ella no podía dormir, así que se quedó contemplando su habitación, la habitación que la había visto crecer. Miró por la ventana para contemplar la plaza de Grimmauld Place. Colocó a Hedwig II encima de su baúl y le dio unas chucherías lechuciles que le había comprado Harry para mantener tranquila a la lechuza durante el viaje. A las 5.55 bajó su baúl y su lechuza a la cocina y le pidió a Kreacher que le preparara tostadas, zumo de calabaza y un poco de pudding, le encantaba el pudding, como a su madrina Luna Lovegood. Empezó a desayunar sola hasta que, a las 6.15 escuchó a su madre gritar.

- ¡ARRIBA TODOS! ¡QUÉ TARDE ES! ¡VAMOS, VAMOS, ALBUS, JAMES, LILY! ¡HARRY, DESPIERTA, TIENES QUE LLEVARNOS A KING CROSS!

- Mamá… un poco *bostezó Louis*… un poco más…

- ¿Ya es esta hora? ¡Zayn, Louis, Lily, arriba, a levantarse! – Harry salió corriendo por los pasillos y Lily le oía desde la cocina. – ¡Ginny, despierta a los chicos, yo iré a por Lily!

- Kreacher, creo que se va a liar… 3, 2, 1…

- ¡Ginny! ¡LILY NO ESTÁ! ¡LILY! ¡LILY! ¿DÓNDE ESTÁS?

- ¡Estoy en la cocina, papá! ¡A las 6 en la cocina! ¿Recuerdas?

- ¡Vale, pequeña! ¡Ya bajamos!

Lily siguió desayunando tranquilamente mientras los demás iban bajando poco a poco. Harry y Ginny bajaron las lechuzas de Zayn y Louis y se sentaron a desayunar con Lily. Zayn bajó inmediatamente después con su baúl. Louis fue el último en bajar, después de que Ginny le chillara unas 10 veces.

- Podríais haberme ayudado, mi baúl pesa mucho más que el vuestro. Cuarto curso es insufrible. Aún no lo he empezado y ya me pesa la mochila.

- Anímate, hermanito, piensa que a partir de hoy ya no me tendrás que aguantar otra vez. – Zayn estaba muy feliz ese día, porque volvería a ver sus amigos, aunque no le había dicho a nadie quién era su mejor amigo. Sólo lo sabían Louis y Rose que habían jurado guardar el secreto.

- Vale, pero no me pidas nada. Que me vean hablando con un Slytherin no me gusta nada.

- No lo haré. Por cierto, Lis, ¿dónde crees que te pondrá el Sombrero?

- Pues no sé. Le dejaré que decida por mí.

- ¿En serio? ¿Es que quieres ser una Slytherin? – Louis no superaba que su hermano fuera un Slytherin y cada vez que podía lo decía.

- Sí, en serio, Lou. No me importa. Puede hasta que me ponga en Hufflepuff y me da igual. – Lily había pasado toda la noche durmiendo muy poco, recordando la conversación con su padre y acordándose del chico rubio del Callejón Diagón. No se había acordado de él en todo el verano, pero esa noche era la noche anterior al día en que le volvería a ver y no había dejado de pensar en él… ¿Cómo podía estar pensando en alguien del que no sabía nada, ni siquiera su nombre? “Olvídate de él, Lily.” Se decía.

- Bueno, venga, todos al coche. Tenemos que ir a recoger a los tíos Ron y Hermione y los primos Rose y Hugo. Venga, meted los baúles en el coche.

Salieron de la casa y empezaron a meter los baúles. Primero el de Louis que ayudó a Zayn y a Lily a meter los suyos y después metieron las tres jaulas de las lechuzas. Se subieron en el coche y Harry empezó a conducir dirección a Tottenham Court Road, dónde vivían Ron y Hermione. Habían decidido al casarse mudarse a un lugar que les recordara a algo vivido juntos y lo primero que dijeron fue allí, donde habían aparecido después de la boda de Fleur y Bill para esconderse de los mortífagos. Pero, claro, esa parte de la historia no la conocían sus hijos ni sobrinos, sólo Ginny y Harry, sus mejores amigos.

Recogieron a sus parientes y se dirigieron a King Cross. Cuando llegaron, Harry dejó el coche ante la puerta, Ron, Hermione, Ginny y Louis fueron en busca de carritos para colocar los baúles y volvieron a los pocos minutos. Colocaron los baúles y las lechuzas en los carritos y Harry aparcó el coche. Entraron a la estación y se dirigieron directamente hasta los Andenes 9 y 10.

Louis pasó primero sólo. Le siguieron Ron y Hugo y Hermione y Rose. Ginny ayudó a Zayn a pasar la barrera y Harry se quedó con Lily.

- Papi, te echaré de menos. Y a mamá. Pero no se lo digas a Louis ni a Zayn.

- Tranquila, Lily, será nuestro secreto. Además, yo también te voy a echar de menos. – Harry abrazó fuertemente a su hija y, al separarse de ella, le dio la mano y, juntos, atravesaron la barrera.

Lily Luna PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora