Capítulo 7

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Lily despertó temprano el primer día y encontró la cama de su amiga Priscila vacía. “Habrá bajado a desayunar ya” Ella tenía pensado escribir una carta a sus padres cuando llegara el correo matutino, por lo que metió en la mochila varios royos de pergamino, su pluma y un bote de tinta de colores de Sortilegios Weasley. Se quitó el pijama, se puso su túnica nueva de Gryffindor y bajó las escaleras hasta la Sala Común. Cuando iba a abrir el retrato, éste se abrió sólo y apareció Priscila dormida, pero estaba andando.

- ¿Priscila? ¿Estás bien? – Lily decidió no despertarla, parece que era sonámbula. Se lo preguntaría más tarde.

Salió por el retrato y llegó al Gran Comedor. Allí ya había algunos alumnos mayores preparados para que McGonagall les entregaran sus horarios. Lily se sentó hacia la mitad de la mesa y estaba enfrascada en su trozo de pudding cuando alguien le tapó los ojos con las manos por detrás.

- ¡Ay! ¿Quién eres? – Lily intentaba que le quitara las manos de la cara pero no podía. Quien la había cogido era muy fuerte. – Responde o chillaré.

- No, no lo hagas. Tus hermanitos me matarían. Sólo quería decirte que me alegro de haberte conocido. – Y la soltó. Cuando Lily se dio la vuelta para ver quien era, ya había desaparecido. No había nadie detrás de ella.

- Porras… Encima ahora se me han quitado las ganas de comer pudding. – Lily esperó en la mesa hasta que llegó su hermano Louis acompañado por sus amigos.

- ¿Cómo has pasado la noche, Lils?

- Muy bien, Lou. ¿Sabe mamá que llevas la camisa con las mangas rotas?

- No, y tú no se lo dirás.

- No, es verdad, no lo haré, siempre que tus bromas no vayan dirigidas a mi… Bueno, y tampoco a Priscila o Hugo. A Zayn y Rose sé que no les gastas bromas pero los demás…

- Vale, vale… Me controlaré, princesita.

- ¡No me llames así, Louis William!

- ¡Ala! ¡Eres como mamá! jajajaja

- Ja ja ja. No tiene gracia. – Lily se cruzó de brazos y dejó de mirar a su hermano mayor.

- Perdona, Lils. ¿Ya recibiste la carta de papá diciéndote que está orgulloso de ti?

- ¿Qué? ¿Cómo sabes eso?

- Porque es la misma carta que nos mandó a Z y a mí, es decir, que ya la has recibido.

- Mmm… Sí. – Decidió mentir para no tener que responder a más preguntas.

- Bien, mejor recibirla antes de que empiecen las clases. Te veo en la Sala Común, hermanita. Que pases un buen primer día.

“Sí, un primer día que está siendo genial. Tengo un admirador secreto, mi mejor amiga es sonámbula, mis padres olvidaron enviarme su carta y encima no sé qué clases tengo hoy. Es genial…”

McGonagall pasó unos minutos más tarde con el horario de los alumnos de primero. Le dio uno a Lily y le dijo:

- Señorita Potter, ¿Podría darle su horario a su primo, el Señor Weasley? ¿Y a la Señorita Ryan? Creo que las vi juntas anoche.

- Sí, por supuesto, Directora McGonagall.

Lily observó que su primera clase era Historia de la Magia. “¡Oh, porras! La primera clase y tiene que ser la más aburrida!” Se levantó de la mesa para subir a su habitación a por los libros que necesitaría esa mañana justo cuando entraban las lechuzas con el correo. Lily buscó una mancha blanca, una señal de que su padre no se había olvidado de ella, y la vio. Vio a Hedwig II dirigiéndose directamente hasta ella. Su lechuza se posó suavemente sobre su cabeza, levantó la pata y dejó que Lily le quitara de la pata no una, sino tres cartas.

Lily Luna PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora