Nada más cruzar la barrera, Lily le pidió a su padre que la ayudara a subir al tren su baúl. Lo subieron y Lily llevó su baúl al compartimento en el que habían dejado sus cosas sus primos y hermanos y volvió a salir para despedirse de todos.
Le dio un beso y un abrazo a su madre y a su tía Hermione. A su tío Ron le pidió que le enviara tinta de colores de Sortilegios Weasley una vez al mes, pero solo tinta, que no le gustaban las varitas falsas ni los demás artículos de broma. Después se fue de nuevo hacia su padre y le abrazó muy fuerte.
- Papá, espero tu carta diciéndome que estás orgulloso de mí mañana en el desayuno incluso si quedo en Hufflepuff. Me lo prometiste.
- Lo haré, cariño. Y mamá también. Estamos orgullosos de los tres.
- Hugo – Ron llamó a su hijo – si no quedas en Gryffindor te desheredo.
- ¡Papá! ¿Me has desheredado a mí? – Rose estaba disgustada con su padre, por decirle eso a su hermano cuando ella es una Ravenclaw.
- No, a ti no, pero porque tienes la inteligencia de tu madre y sabía que serías Ravenclaw.
- ¡Ah, vale, me quedo mucho más tranquila! – Ironizó Rose.
- Rosie, tranquila, es sólo que el abuelo Weasley educó muy bien a tu padre. – Hermione habló alto para que Ronald la escuchara muy bien.
- Vale, vale. Capto la indirecta. – Ron puso los ojos en blanco y se dirigió a su hijo. – No te desheredaré si prometes escribirme mínimo dos veces por semana. Te voy a echar de menos, pequeño Weasley. – Y sin más abrazó a su hijo.
- Lo haré, papá. Pero suéltame. Así no haré amigos.
- Espera, Hugo, tienes sucia la nariz. – Hermione se ruborizó recordando una escena parecida. – Toma, llévalo contigo siempre en el tren y harás bien en limpiarte de vez en cuando. – Le entregó un pañuelo de tela con las iniciales HW grabadas. – Sé que son tus iniciales, pero el pañuelo es mío y también tiene mis iniciales grabadas. – Abrazó a su hijo y le dio un beso en la mejilla justo en el momento en el que sonaba la locomotora.
Subieron todos lo más deprisa que pudieron y se asomaron a la ventana para decir adiós por última vez.
Cuando el tren dio la curva y dejaron de ver a sus familiares, se sentaron y empezaron a relajarse. Zayn y Rose habían decidido quedarse en el mismo compartimento que sus hermanos pequeños pero Louis había quedado con sus amigos de Gryffindor y se perdió por el tren.
Pasaron el trayecto en el tren muy tranquilos, jugando con Rose al ajedrez muggle o a los naipes explosivos con Hugo, pero pasadas unas horas, justo después de que pasara la señora con el carrito de las golosinas, llegó el mejor amigo de Zayn, al que los adultos no conocían y Lily se quedó con la boca abierta.