Entre entrenamientos de Quidditch, noches sin dormir por los trabajos y besos con Peter, Lily había pasado el mes de Septiembre sin apenas darse cuenta. Louis era muy duro con los entrenamientos, estaba decidido a ganar la Copa de Quidditch siendo él el capitán y hacía entrenar muy duro a todos pero en especial a Lily y Hugo, quienes en un momento de odio hacia su capitán, no se pudieron callar.
- ¡LOUIS! Tranquilízate, sabemos que somos buenos y cada día lo somos más. ¿Quieres parar un poco? - La niña gritaba a su hermano desde su escoba unos cuantos metros por encima de él.
- ¡Eso, Louis! Tengo las manos destrozadas de parar tus tiros. - Y era cierto. Louis tiraba muy fuerte, parecía que quería descargar su rabia con el Quidditch y Hugo, que era muy bueno, le paraba todos los tiros.
- ¡Vale! Podéis marcharos, pero yo me quedo. ¡Lilian, tú te quedas hasta que encuentres la snitch!
- ¡Sí, hombre! ¡Y NO ME LLAMES LILIAN! ¡SABES QUE LO ODIO, LOU! - Lily estaba tan enfadada con su hermano que vio la pequeña bola a unos metros de dónde estaba Louis y fue directamente hacia él, asustando al mayor de los Potters, aunque la pequeña cambió su dirección en el último momento y atrapó la bola. - ¡Ya está! ¡Me voy, idiota! - Se bajó de la escoba y fue a dejar la Snitch en el baúl cuando notó que Louis también se bajaba de la escoba, muy cerca de ella.
- Lils... ¿Me estoy volviendo como tío Percy pero en Quidditch?
- ¡Sí, Louis! ¡Igual que él! - Lily se dio la vuelta para hablarle directamente a su hermano debido a la rabia que sentía, pero cuando vio los ojos de su hermano se relajó: estaba realmente preocupado. - No me mires así, hermanito. Perdóname. Pero no te acostumbres.
- Vale... - Louis estiró los brazos, como había hecho siempre desde que Lily tenía uso de razón, y supo que lo que su hermano quería era un abrazo. La joven pelirroja sonrió y abrazó a su hermano mayor.
- ¿Nos vamos? Mañana tenemos un gran partido.
- Sí... Contra nuestro propio hermano... Lils, no quiero presionarte, pero como Z atrape la Snitch antes que tú, te juro que te expulso del equipo.
- Lo sé, me lo has dicho en este mes más de cien veces. Y, Louis, como Niall marque más que tú, le diré a McGonagall que me ponga a mí de capitana.
- ¡Oye! ¿Usurpación?
- Sí. Es sólo por temas familiares.
- Muy bien. Vámonos. Cogieron cada uno por un asa del baúl y lo llevaron hasta el armario del vestuario. - ¡Ah, Lils! ¡Casi me olvido! Mañana vienen mamá y papá a ver el partido.
- ¿QUÉ?
- Tranquila, hermanita. Vienen porque a mamá le pidieron en El Profeta que escribiera sobre el primer partido de la temporada de Hogwarts y que, como jugamos los tres pues han permitido a papá venir también. - Comenzaron a caminar hacia el castillo.
- ¿Y cuándo pensabas decírmelo? ¿Mañana cuando los viera en la mesa del desayuno?
- No. Yo me he enterado hoy antes de venir aquí. Me lo dijo Z.
- Ah... Por eso yo no lo sabía.
- ¿Sigue sin hablar contigo?
- Sí... No me mira cuando nos cruzamos por los pasillos. Sigue molesto conmigo por no haberle dicho que me presentaba a buscadora.
- Se le pasará. Mañana. Cuando te vea volar. ¿Cuándo aprendiste a volar así? Aún recuerdo cuando te chocaste con el Nogal de La Madriguera.
- Ya, ¿y quién no? Papá gritaba como loco. Espero que no grite mañana. - Los dos hermanos se miraron y empezaron a reir imaginando a su padre. - ¿A quién crees que animará? ¿A Zayn o a mí?
