Kagami sonrió en signo de condolencia, llevó su mano a la cabeza de la sombra para revolver sus cabellos. Por más que él quisiese ayudar no hay manera.
Sus amigos... Sí, Aomine Daiki se incluye en la lista. Ambos ex participantes milagrosos, antiguo dúo de luz y sombra enamorados de la misma persona, ¿cómo jodidos pasó? Cierto, en el amor... La conciencia y las razones siempre perderán contra el corazón rebosante de sentimientos.
Palabra.El maestro a cargo de impartir clases aquella mañana entró con una sonrisa de oreja a oreja llenando el aula de destellos de pesadez y mal humor, simples cosas que arruinan la vida académica y estudiantil de un adolescente, exámenes. Para esa entonces, Tetsu y Taiga se vieron por última vez, diciéndose con la mirada que la conversación quedaría para el rato.
[...]
De camino a casa, el silencio los acompañaba al son de sus respiraciones calmadas, sin ninguna prisa.
—Kagami-kun...
—¿Qué harás?—preguntó interrumpiendo al más chico.
Vio suspirar a Kuroko. —Le diré.
"Oh, estas en problemas Aomine, si no dices nada... Mi sombra te va a ganar" pensó, pues sin duda alguna, Kuroko Tetsuya tenia más pantalones que Aomine.
—Genial, ¿cuándo? Quiero ver eso—respondió con una sonrisa gigante para molestar al muchacho.
—El karma te castigará, Kagami-kun.
—¡Oh vamos! Sería bastante tierno viniendo de ti—reprendió divertido.
Kuroko se sonrojó—. Uhm, el día que nos reunamos le diré al fin que me gusta—contestó.
Taiga se sorprendió, la valentía de Kuroko es de respetar... Decirle tus sentimientos a ésa persona especial y frente a la Generación... Ni él podría hacerlo, sólo de pensarlo le da vergüenza.
Más calmados y tranquilos por haber hablado, separan sus caminos pues cada quien decide ir a su casa.
Por segunda vez en el día, Kagami para abruptamente su andar... Kise Ryota lo esperaba al frente de su puerta sentado en el frío suelo durmiendo, Taiga caminó con lentitud para al menos verificar que era él; ¿quién confunde a semejante rubio de ojos felinos? Tenía que ser el tigre de Seirin.
Kagami se agachó a la altura y lentamente fue acercando su mano al hombro de Kise— . Ey... Kise, ¡despierta!—gritó susurrando.
—¡Whaa! ¡Kagamicchi!—se asustó tanto que se tiró encima del pelirrojo haciéndolo caer.
—¡Auch! ¿Sabes que pesas? Quita idiota—recriminó alejando al rubio con cuidado para no lastimarlo.
Kagami se sintió mal, algo no andaba bien con Kise y Taiga lo sintió, ¿qué le pasaba? No es el mismo hiperactivo y alegre modelo. De nuevo, sentados ahí en el suelo frente la puerta de su apartamento, aquella preocupación (esa preocupación) se instaló en su sistema nervioso.
—Kise... ¿Qué pasa? ¿Te hicieron algo? ¿A quién quieres que le demos tremenda paliza?—preguntó. Kise también es su "amigo" y no evitaba sentir que Kise no estaba ahí de visita, sino que para pedir ayuda. Además de que no es para nada normal.
—Kagamicchi... ¿Te haz enamorado de alguien alguna vez?—preguntó.
"¿Por qué siempre que quieren hablar conmigo es del amor? No soy un experto, ¿¡qué les pasa!?" se dijo el pelirrojo.
—Nunca en la vida, Kise—respondió, es verdad; jamás le ha enamorado de alguien, o gustado en todo caso. Su persona especial no ha sido enviada, aún no.
—Intenté hablar con alguien ¡Incluso con Kasamatsu-senpai! Pero... Se asustó tanto que salió corriendo, y la única persona a la que le confiaría esto es a ti... No sé por qué.
Taiga elevó sus cejas sorprendido, ¿confiar en él? Claro que puede, Kagami se sintió agradecido por la confianza que le brindaba el cachorro de Kaijou. Aunque... Entiende el porque de la reacción del superior de Kise, pues ver a deslumbrante muchacho enamorado debe ser cosa del diablo.
—Kise, me harás llorar.
—¿¡Qué!? ¡No llores! Me harás llorar a mi igual—dijo excusándose.
Kagami suspiró y se acomodó en el suelo creando un aura seria y compresiva; en ese justo momento Kise sintió que era la hora de hablar.
—Y bien Kise, ¿quién es la persona que ocupa tu corazón?
—Kagamicchi, promete que no me mirarás raro y que no reirás—habló juntando sus rodillas a su pecho ocultando así, su rostro rojo de la vergüenza.
—No seas idiota, dependiendo de tus gustos no soy quién para burlarme. Nadie debería reírse de ti porque te gustó ésto, aquello, él o ella.
"¿Él?" pensó Kise, "Gracias Dios" pensó luego con alivio instalado en su rostro.
—Te lo agradezco.
Kagami sonrió. Le dio su tiempo y esperó a que ese corazón acelerado le dijese quien era ésa persona. Porque él lo sabe, sabe que el corazón y los sentidos de Kise estaban desbordándose para él.
—Kagamicchi no te asustes pero, estoy seguro que Akashicchi es la persona quien me gusta.
Kagami contuvo la respiración y su corazón dejo de latir por milisegundos. Estaba apenado y algo triste, debe ser difícil escucharlos y saber que no puedes hacer algo por ellos.
Kagami Taiga nunca imaginó que ese trío se vieran enredados en los mismos sentimientos y sobre todo, a la misma persona.
Ah... Eso sí, y que ésa persona fuese Akashi Seijuro.
Amablemente. El pelirrojo invitó a Ryota a pasar adentro; hablaron toda la noche, le aconsejó y apoyó.
—Dejáme llamar un taxi, es tarde—insistió Kagami viendo de reojo a Kise.
—Kagamicchi, nunca imaginé que tuvieras ese lado... Pero no te preocupes, yo voy a estar bien—aseguró. La seriedad con la que habló y vio fue suficiente para que Kagami lo dejase irse.
Taiga cerró la puerta principal y suspiró reposando la frente en esta. Le dolía la cabeza y sentía un anhelo de dejar todo al descubierto.
Pero no, él no es irresponsable en cuanto a esos temas.
¿Por qué se siente mal? Él no está incluido en esos sentimientos. Claro, son sus amigos. Es por eso.
Apagó las luces del salón principal y sin cenar se echó a la cama, tomó su celular y marcó a la persona que necesitaba.—¿Taiga? ¿Qué pasa?—contestó su voz adormilada.
—Tatsuya, necesito hablar contigo.
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Yo sólo estaba de más
أدب الهواةUnirse en equipo es bueno cuando el propósito es bueno. Nunca se imaginó que La Generación Milagrosa, ¡incluso su sombra! Fueran capaces de semejante idea egoísta.