Red End

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Tokio, hace dos meses. Viernes, 18:18 hrs.

Se habían juntado para realizar sus pequeños encuentros amigables de entre semana, y parecía que esa pequeña cancha se agitaba de emoción y especialmente de talento.

—Me gusta Taiga—soltó decidido cuando el balón optó por quedarse entre sus manos.

"¿Eso es lo que llevaba escondiendo?" Se dijo el más bajo de todos; Tetsuya notó ciertos cambios en su amigo debido a los últimos días que estuvieron juntándose con él.

—¿Hablas de Bakagami?—contribuyó Aomine.

—¿De quién más? El mismo que te ganó, Aominecchi.

—¡También te ganó a ti! ¡Como tres veces!—gritó furioso.

—Momento ahí, ¿quién era el que decía "el único que puede vencer soy yo"?—se burló el rubio afectando cómicamente la frase bien conocida de su compañero.

—Queda claro que al menos yo lo destrocé.

—Suficiente, paren de pelearse como niños—Shintarou hizo acto para acabar con aquella insignificante discusión.

—¡Tú no digas nada! También te ganó—Aomine y Ryota dijeron al mismo tiempo.

—¡No me metan en su ridícula pelea!—Midorima enfurecido respondió. —Simplemente Oha Asa no estuvo de mi lado.

—Mido-chin, no es bueno culpar a otros de tus errores—opinó Murasakibara mientras se tragaba sus dulces, un clásico de él.

—¿Así? ¿¡Quién lloró cuando ese bobo pelirrojo le ganó con sus ridículos saltos!?—le echó en cara el pelo verde, Kise y Aomine juntos al mismo tiempo.

—Ustedes quieren morir aplastados, ¿verdad?—advirtió el Titán acercándose peligrosamente a ellos.

—¡Basta! No están entendiendo lo que quiero decir. Obedezcan.

—¡A ti también te venció, don emperador absoluto!—los cuatro en unísono gritaron sin medir sus consecuencias.

—¡Si no fuera porque fracasamos seguiríamos siendo la misma basura de antes!—culminó Akashi haciendo que sus compañeros entraran en razón.

Tetsu frunció el ceño, ¿desde cuándo...?

—¿Qué quieres decir? Bueno, acepto que tienes razón, ¿pero cuál es el punto de esta conversación?—dijo Daiki olvidándose de un pequeño detalle.

—Que despistado eres, Mine-chin, ¿no oíste cuando Aka-chin dijo que le gusta...? ¿¡Te gusta Kaga-chin!?—Atsushi miró directo a donde Akashi, pues esta vez si que estaba sorprendido.

—Espero que puedan comprender mis sentimientos hacía él; sólo quiero su apoyo.

Cada integrante se debatía mentalmente las consecuencias que traían un noviazgo entre ambos pelirrojos, y es que no les gustó para nada la idea de verlos juntos, ya que de alguna manera las cosas iban a terminar afectadas.

Uno tenía miedo de que el pequeño saliese lastimado, otro pensaba que su amistad ya no sería la misma porque alguien más iba a interferir. Otro se imaginaba solo y aburrido porque no iba a tener con quien desenvolver sus uno a uno.

Yo sólo estaba de másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora