Gold Eyes | Teen Wolf

Capítulo tres.

Al día siguiente por la tarde, a pesar de mi insistencia, mi tía se rehusa a dejarme ir al supermercado sola. Por lo que termino sentada en el asiento del copiloto del auto y Scott maneja hasta allá.

Tomo uno de los carritos y, mientras conversamos un rato, recorremos los pasillos en busca de la comida para el resto de la semana.

— ¡Cereales! - exclamo aliviada de encontrarlos al fin. - Son mi debilidad, Scottie, por favor.
— Bien, Lonie, lleva una caja. - acepta él, sonriente. - Ahora, vamos por la...

De pronto, su sonrisa se borra y se queda congelado, como si le hubiesen echado agua fría encima.

— ¿Scott? - pregunto preocupada y coloco una mano sobre su hombro. - ¿Estás bien?
— Deberíamos venir más tarde.
— ¿Al supermercado? - pregunto extrañada. - Pero ya casi tenemos todo, no creo que...
— Lonie, ve al auto. - pide en un tono firme y su respiración se vuelve irregular.
— Scott, ¿qué sucede? - mi primo me sujeta fuertemente del brazo y comienza a jalarme por el pasillo. - Hey, basta, me duele. - me quejo mientras intento que me suelte. - Scott, hablo enserio, me estás...
— Scott. - le llama una voz grave y, al instante, una silueta imponente se interpone en nuestro camino.
— No ahora, Derek. - escucho que mi primo dice. - Estoy con...
— Es importante. - dice el hombre y trató de buscar algo en mi cabeza que me diga si lo conozco o no. - Necesito tu... - Derek me examina con la mirada. - Necesito tu ayuda. - admite a regañadientes, mostrándome lo difícil que le es pedirlo.
— Les dije que no puedo ahora. - repite Scott. - Necesito llevar a...
— Isaac puede llevarla. - le interrumpe Derek y solo entonces me percato que hay alguien más que ha estado esperando detrás del hombre. - ¿Verdad?
— Claro. - dice el joven y, en cuanto veo su rostro, doy un paso hacia atrás.

Es él. Es el de los ojos dorados.

— Scott. - le llamo notoriamente nerviosa.
— Derek, no hagas esto ahora. - le pide mi primo. - Si algo le pasa...
— Por favor, McCall, ¿qué podría pasarle con alguien como Isaac a su lado? - responde Derek al golpear el pecho del joven mucho más alto que yo.
— Eso es lo que me preocupa. - admite Scott en un tono bajo que solo yo logro escuchar. Veo como dirige la mirada al suelo y comienza a debatir mentalmente si dejar que vaya con Isaac o no.

Por favor, que su respuesta sea no.

— Lonie, necesito que llegues a casa. - mi corazón se acelera al instante. - No, no te asustes. - pide, como si escuchara mis latidos. - Isaac... Él es de confiar, él puede... Él te llevará a salvo hasta la casa y cuando estés allí... - Scott me toma por ambos brazos, esta vez de una forma delicada, y me mira directo a los ojos. - Escucha, Lonie, te he ocultado algunas cosas, pero a pesar de ello, necesito que confíes ciegamente en mi esta vez, ¿bueno? - asiento dubitativa - Cuando llegues, debes cerrar todas las puertas y ventanas. Le pediré a Stiles que vaya lo más pronto que pueda.
— Scott, no me dejes, por favor. - le pido e imágenes de hace unos años se reproducen en mi cabeza. De pronto, ya no veo a Scott, veo a mi madre cuando decidió dejarnos a mi padre y a mí. - Te lo ruego.
— Nada te va a pasar, lo prometo. - me asegura mientras comienza a caminar hacia Isaac. - Él cuidará de ti.
— Hola. - saluda el joven. - Soy Isaac Lahey. - no pronuncio ni una sola palabra. Estoy demasiado nerviosa y el miedo se ha apoderado de mi.
— Ella es Avalon. - habla Scott por mi. - Y si le pasa algo, Isaac, voy a...
— Ya, ya, ya lo sé. - veo al joven rodar los ojos. - Mientras más rápido salgamos, más rápido llegaremos.

Scott nos acompaña hasta el auto y me acomoda en el asiento del copiloto. Cierra la puerta con cuidado y, cuando se asegura de que me he colocado el cinturón de seguridad, se despide con la mano.

Isaac comienza a manejar en completo silencio y yo intento controlar mi respiración. Algo me dice que él, al igual que Scott, puede darse cuenta de los latidos de mi corazón y no me gusta para nada.

— Entonces... - dice Isaac para intentar romper la tensión. - ¿Eres como la nueva novia de Scott o algo así?
— Somos muy unidos, pero no soy su novia. - respondo, permitiéndome sonreír débilmente por su suposición.
— ¿Qué eres de él?
— ¿Por qué tanto interés? - le interrogo con una ceja arqueada y él se lleva una mano a la nuca. Nos desviamos un poco del camino y él coloca ambas manos en el volante al instante.
— Lo siento. - se disculpa y su nerviosismo me causa gracia.
— Soy su prima hermana. - Isaac abre los ojos de par en par.
— ¿Enserio? - pregunta cuando vemos la casa de mi tía aparecer a unas pocas manzanas de distancia. - Vaya, no lo hubiese pensado.
— La belleza está de mi lado. - bromeo y mi corazón da un salto al ver que ya estamos junto a la casa.
— Sí, evidentemente. - concuerda él para mi sorpresa y sonrío. - Bueno, llegamos, no te olvides de...
— ¡Lonie! - exclama una voz familiar y me vuelvo al instante para ver la Jeep de Stiles. - Cielos, vine lo más rápido que pude.
— Llegaste antes que nosotros.
— Sí, bueno, cuando me dijeron que estarías sola y que... Que estarías sola, vine a 100 km/h.
— Suerte que tu padre es el sheriff. - comenta Isaac y solo entonces Stiles le dirige la mirada.
— Oh, hola, Isaac. - saluda Stiles con cierta preocupación en su voz. - Bueno, gracias por traerla.
— No hay... - Isaac se queda congelado repentinamente, justo como lo hizo Scott en el supermercado. - Yo... Yo tengo... Tengo que irme ahora.
— ¿Estás bien? - pregunto.
— Sí, sí, debo irme ahora. - insiste y abro la puerta para bajar. - Te veré luego, Avalon.
— Uhm, si, claro, yo supongo que...
— Se verán luego. - completa su oración Stiles y luego, toma mi mano para bajar. - Ahora, entremos.

Pongo un pie fuera del auto y luego otro, sujeta de la mano de Stiles. Luego, lo dejo ir para sacar mi bolso del auto y, cuando voy a cerrar la puerta, me agacho para despedirme una vez más de Isaac.

— Adiós, Isaac.
— Es un hasta pronto. - me corrige con una sonrisa.
— Claro. - replico y cuando comienzo a alejarme, siento la mano de Isaac apresar mi muñeca.
— Cierra todas las puertas y ventanas. - me advierte con el miedo reflejado en sus ojos. - No creo que Scott vuelva temprano.

Tercer capítulo! Quiero agradecerles a todas las que me están leyendo desde ya!
Les mando mil besos!