Capitulo dieciocho.

1.6K 131 0
                                    

Isaac's P.O.V.

Comienzo a correr sin esperar a Scott, Stiles o Derek. Sabemos que Avalon está en el bosque y tenemos que encontrarla antes de que la temperatura baje más.

Ni siquiera es necesario que huela el aroma de su vestido, tengo grabado de memoria su perfume característico. Así que solo dejo que el rastro me guíe.

Tengo miedo de que algo le pase. Tengo miedo de que sea demasiado tarde. Tengo miedo de que nunca pueda decirle de frente que la quiero y que no me importa que solo hayan pasado unas semanas, yo estoy seguro de lo que siento.

Su recuerdo es lo único que me detiene de convertirme e ir en busca de sus secuestradores para matarlos uno por uno. Su recuero es lo único que me mantiene humano.


- ¿Dónde estás, Avalon? - le pregunto al aire y me detengo cuando creo haber escuchado algo. - ¿Avalon? - la llamo en un grito.
- ¡Ayuda!

Es ella.

Mis pies comienzan a correr antes de que siquiera lo piense, mi corazón late a toda velocidad y mi mente solo piensa en ella.

- ¡Por favor, alguien venga! - vuelve a pedir, pero esta vez noto algo diferente en su voz.

Dolor. Está herida.

Eso me motiva a correr con mayor rapidez siguiendo su voz.

No puede estar muy lejos.

- ¡Avalon! - grito con todas mis fuerzas. - ¡Avalon, por favor responde!
- ¿Isaac? - murmura ella luego de un rato que se me hace eterno y logro oírla gracias a lo desarrollada que está mi audición al ser hombre lobo.

Estoy cerca.

- Isaac, por aquí. - dice ella con dificultad.

Entonces, la veo y desearía que mis ojos estuviesen mintiendo.

Avalon está tendida sobre la tierra con ambas manos sobre su abdomen. La sangre mancha su bikini y su piel desnuda. Ella respira con dificultad y sus ojos a penas se mantienen abiertos.

- Avalon, aquí estoy. - le digo al arrodillarme a su costado y veo que sus ojos, a pesar de estar rojos, me ven con alivio. - Tranquila, te sacaré de aquí. - añado, inclinándome hacia ella para levantarla en mis brazos.

Ella se queja de dolor y siento una punzada en el corazón. No soporto verla tan mal.

- Isaac. - susurra ella y le dirijo la mirada preocupado. - No podré hacerlo.
- ¿El qué?
- No soportare hasta salir de aquí. No tengo fuerzas
- Basta, Avalon, no digas eso. - pido y siento un nudo en la garganta.

Comienzo a caminar, ignorando lo que ella ha dicho. Tengo que sacarla de aquí, necesito salvarla.

- Isaac, por favor. - pide ella con la voz entrecortada. - Solo llama a Scott, dile que me encontraste y que venga.

Se ha rendido. No puede ser, se ha rendido.

- Isaac, por favor. - una de sus manos sube hasta mi mejilla y veo un dolor profundo en ellos. - Solo hazlo.
- Avalon, no hagas esto. - suplico y cuando ella mueve sus dedos en mi mejilla, sé que estoy llorando. - No puedo dejar que... No, ni siquiera lo diré.
- Llámalo. - pide una vez más, esta vez en un tono dulce y tranquilo que contrasta con las lágrimas que caen por su mejilla.

Le hago caso. La coloco en el suelo suavemente, cuidando de que no le haga daño, y saco el celular para llamar a Scott. Pero no es necesario que comience a timbrar porque él aparece corriendo a mi costado.

En cuanto ve a Avalon, cae de rodillas al suelo y se acerca a rastras con los ojos cristalizados.

- Lonie...
- Esta bien, Scott. - intenta tranquilizarlo ella.
- No, no está bien. - le refuta. - Stiles está trayendo su auto, solo resiste. - Avalon niega con la cabeza.
- Estoy muy débil, Scott, y he perdido demasiada sangre. - sin darme cuenta, he llegado hasta ella y ahora sostengo una de sus manos.
- Tengo que intentarlo. - dice Scott.
- Tenemos que intentarlo. - le corrijo y él asiente. - Vamos a llevarla a la autopista, allí Stiles podrá recogernos.

Contra su voluntad, Scott y yo la levantamos del suelo con suavidad. Su primo hace que los brazos de Avalon rodeen mi cuello y yo la atraigo a mi pecho, sin importarme que la sangre manche mi ropa.

Quiero que viva.

Cielos, nunca he deseado tanto que una persona se quede a mi lado.

Cuando llegamos al auto de Stiles, el chico casi se desmaya de la impresión que le provoca ver a Avalon de esa forma. Nos ayuda a subirla al auto y a penas se coloca frente al volante, Stiles presiona el acelerador para poder llegar rápido al hospital.

Mientras escucho a Scott hablar con su madre por teléfono, abrazo a Avalon y beso su cabeza. Ella me dedica una sonrisa débil y sus ojos comienzan a cerrarse lentamente.

- ¡No! - exclamo, provocando que Scott voltee al instante. - Avalon, quédate conmigo, por favor.
- Estoy cansada. - responde ella.
- Por favor, Lonie, no cierres los ojos, ya casi llegamos. - pide Scott y logra alcanzar su mano. - Mama está esperando con una camilla en la puerta.
- Ella siempre ha sido muy buena conmigo. - dice Avalon. - Al igual que tú y Stiles.
- Oh, no, señorita, no te vas a librar de nosotros tan fácilmente. - replica Stiles, dirigiéndole una mirada por el espejo retrovisor. - Allí está el hospital, solo dos minutos más.
- Tu también has sido bueno conmigo, Isaac. - dice la castaña con sus ojos dirigiéndose para mí. - Me encontraste e intentaste sacarme del bosque.
- No te despidas, por favor, no lo hagas. - mi voz suena entrecortada y siento mis ojos llenarse de lagrimas. No puedo perderla.
- Fuiste uno de los mejores regalos que tuve este verano. - admite. - Ten por seguro que tienes un lugar en... - su voz se apaga, por lo que lleva una mano a su pecho para que sepa que se refiere a su corazón.
- ¡Llegamos! - grita Stiles y ni siquiera estaciona el auto, solo baja junto a Scott para llamar a los enfermeros con la camilla.
- Te quiero, Avalon. - susurro en su oído antes de que las puertas del Jeep se abran y entren personas a intentar sacarla.

Ella logra sonreírme con dificultad antes de que la suban a la camilla y la lleven a toda prisa dentro del hospital.

Me quedo parado fuera del hospital, sin poder mover un solo músculo.

Si la pierdo, nada volverá a ser igual.

Gold Eyes | Teen Wolf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora