Gold Eyes | Teen Wolf

Capitulo nueve.

Scott me cuenta todo lo ocurrido en el último año. Habla de cómo se convirtió en hombre lobo, de Derek Hale, de Allison y la familia Argent, del Alfa que mataba a todos, de Jackson convertido en kanima, de Stiles intentando ayudar y mi tía Melissa tratando de asimilar todo esto.

De alguna extraña forma, logro comprender todo lo que mi primo está pasando. Y para cuando termina de contarme absolutamente todo, lo único que puedo hacer es darle un abrazo y decirle que estoy aqui para él.

El resto del día nos quedamos en casa, hablando de lo que ser un hombre lobo significa y del peligro que acecha Beacon Hills sin que los ciudadanos sospechen. Me intriga mucho todo ese mundo que creí inexistente, pero por la forma en la que Scott habla de el, sé que debería causarme miedo.

Por la noche, mientras estoy recostada en mi cama, escucho que alguien toca la puerta principal. Espero unos segundos antes de que Scott abra y unos cuantos minutos más hasta que una persona entra a mi habitación.

- ¿Puedo sentarme? - pregunta la voz familiar y reconfortante de Stiles.
- No tienes que pedir permiso. - le recuerdo mientras me incorporo para hacerle espacio en la cama.
- Ya lo sabes, ¿no es así? - asiento sin verlo a los ojos por unos breves segundos. - Lonie, solo queríamos...
- Protegerme. - completo su frase y solo entonces me vuelvo hacia él. - Lo sé, Stiles.
- Lamento que te enteraras de esa forma tan... Impactante. - sonrío débilmente y niego con la cabeza. La verdad es que eso ya no importa. - Scott no va a dejar que nada te pase. - siento su mano rozar con la mía y segundos después, sus dedos la toman. - Yo no voy a dejar que nada te pase, ¿bien?
- Bien. - respondo y dejo que me rodee con sus brazos.

El problema es que ahora mi preocupación no es que Scott sea o no un hombre lobo, mi preocupación es la forma en la que eso pone en peligro a todos. Esos asesinos de los que hablaba Isaac han pasado a ser una amenaza real y no solo palabras. El miedo ahora tiene razones para crecer y odio que sea así, odio sentirme vulnerable como anoche con Isaac.

Pero, siendo sinceros, ¿qué puedo hacer al respecto? No tengo la fuerza sobrehumana, la agilidad, rapidez o sentidos desarrollados de Scott. ¿Cómo podría ayudar?

- Stiles.
- ¿Si, Lonie? - con ambas manos aprisiono las suyas  - ¿Qué sucede?
- ¿Cómo es que tú...?
- ¿Cómo sobrevivo? - asiento con algo de pena y dejo que mis pulgares acaricien las palmas de Stiles. - No lo sé, supongo que tengo las suficientes razones para mantenerme vivo.
- ¿Así que tú corres por allí ayudando a Scott solo porque quieres seguir viviendo?
- Sí, bueno, es más complicado que eso.
- Dime.
- Me canse de dejar que el miedo me domine, Lonie, me canse de que siempre fuese uno más del montón. - explica. - No soy un hombre lobo y no tengo las habilidades de Scott, pero si puedo hacer algo, lo haré porque no puedo vivir aquí e ignorar las muertes de personas inocentes.

Eso es lo que quiero. Eso es lo que me gustaría poder decir.

- Stiles, quiero...

¿Qué es lo que quiero?

Me repito esa pregunta varias veces mientras mis dedos siguen recorriendo la piel de Stiles. Pero me detengo en cuanto siento una cicatriz en la palma de su mano. Él no tenía eso la última vez que nos vimos.

- ¿Qué te pasó?
- Oh, eso. - dice él, restándole importancia. - Ayer tuvimos algunos problemas mientras intentábamos encontrar a Erika y Boyd, los de la manada de Isaac. Alguien nos atacó, Scott y Derek se defendieron, pero cuando rompieron algunos vidrios en medio de la pelea, me corte intentando ayudar.
- ¿Estuviste en una pelea? - Stiles asiente. - Cielos, esto no pasaba cuando venia cada año. Ustedes nunca... Nunca los vi pelear con alguien y nunca pensé que...
- Lo sé, Lonie, también me aterra a veces. - admite. - No está mal tener miedo, eso nos recuerda que somos humanos. El problema está en dejar que tus decisiones sean dominadas por ese sentimiento.
- Dices que está bien tener miedo, pero ¿qué hago si mi miedo es que tú, mi tía Melissa o Scott salgan dañados? - Stiles me dirige una mirada comprensiva y esboza una pequeña sonrisa antes de acunar mi mejilla con una de sus manos.
- Te dije que te protegería y no dejaría que nada te pase, ¿recuerdas? - asiento. - Ambos sabemos que hay cosas que salen de nuestro control, Lonie. Puedo desear con todas mis fuerzas que nada te pase, pero van a existir ocasiones en las que no podré controlarlo. De la misma forma, habrán momentos en los que tú no vas a poder evitar que me hieran.
- Entonces, ¿qué debería hacer?
- No puedes encerrar a las personas que te importan en una caja fuerte, Lonie, solo puedes amarlas y recordarles cuánto te importan para que, en los momentos difíciles, ellos lo recuerden y a pesar del dolor, sepan que hubo alguien que daba todo por ellos.

Me apresuro a secar una lagrima que logra resbalar por mi mejilla y asiento varias veces.

Stiles tiene razón. Scott y él están sumergidos en un mundo lleno de peligro y, aunque lo deseara con todo el corazón, no puedo arrastrarlos fuera solo porque si. Desaparecí de sus vidas por 9 años y en ese periodo, se convirtieron en dos personas valientes, fuertes y con el deseo de ayudar a otros.

Toda mi vida he huido de los problemas y he dejado que el miedo guíe mis decisiones. Pero no quiero eso más.

- Quiero ayudar.
- ¿Ayudar? - pregunta Stiles, sorprendido por lo que acabo de decir.
- Quiero ayudar a encontrar a esas dos personas y a quienes se los llevaron.