Capítulo quince.

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Isaac se queda hasta que me quedo dormida, o al menos eso es lo que dice la nota que me deja sobre la mesa de noche para que la lea en cuanto despierte. Lo más probable es que haya sido después de las 3 AM porque esa fue la última vez que revisé la hora antes de que me acurrucara bajo sus brazos. 

Tiendo mi cama, arreglo un poco mi cabello, me lavo el rostro y me cepillo los dientes antes de bajar a la cocina. Scott y Stiles siguen dormidos en el sofá, seguramente les dolerá todo el cuerpo cuando despierten. Pero me da tiempo para preparar el desayuno para todos. 


- Bueno, hoy nos saltamos el ejercicio. - dice Scott mientras todos comemos en la mesa. - Pero podemos ir a la piscina.


Eso ni siquiera fue una sugerencia. 

Una hora después, luego de haber hecho que me cambiara con mi ropa de baño y de haber pasado por la casa de Stiles para que se cambiara también, todos estamos en el Jeep azul de mi amigo rumbo a la piscina. 

El día está perfecto para nadar, así que el lugar esta lleno de gente. Nos es muy dificil encontrar alguna reposera vacía, pero logramos encontrar dos luego de un largo rato caminando alrededor de la piscina. Stiles y Scott dejan sus cosas sobre una de ellas y se apresuran a entrar a la piscina, mientras que yo me recuesto en la mía para broncearme. 

Desde donde me encuentro, veo a mi primo y amigo perfectamente, así que eso me tranquiliza. Me quito el vestido que llevo puesto para quedarme solo con mi traje de dos piezas y descanso mi cabeza en el respaldar de la reposera. 

Tal vez esta no ha sido una mala idea, después de todo. 


- ¡Lonie, ven! - escucho que Stiles me pide desde el borde de la piscina. 

- ¡Dame unos minutos! 

- ¡Bien, pero si no vienes en 10 minutos, iré por ti! - me advierte con una sonrisa divertida. Yo solo niego con la cabeza y me concentro de nuevo en mi bronceado. 


Cierro los ojos para relajarme un poco, lo cual es necesario luego de todas las semanas que he tenido. Felizmente, ayer ha sido un día tranquilo y espero que eso haya sido el augurio de una penúltima semana en Beacon Hills buena y sin hombres lobo amenazándonos. 

Hombres lobo. Vaya, sigue pareciendo descabellado. 

Bueno, vale, Avalon, despeja tu mente. Eso es, muy bien. 


- ¡Corran! - grita una mujer al otro lado de la piscina y mis ojos se abren de golpe, justo a tiempo de verla con la ropa manchada de sangre. 


Las personas comienzan a correr rápidamente, mi corazón se dispara y comienzo a ponerme nerviosa. Ya no veo a Scott ni a Stiles, hay demasiadas personas intentando salir de aquí. Todos comienzan a empujarse y cuando intento pararme, termino atrapada en el tumulto de gente. Me golpean, me empujan, tiran de mi cabello y en el momento que creo que ya nada puede ser peor, alguien atrapa mi muñeca y me jala fuertemente hacia un costado. 


- ¡Hey! - me quejo, pero no se oye a causa de los gritos de las personas. - ¡Sueltame! - ordeno. - ¡Ayuda! - grito, pero, de nuevo, mi voz es ahogada por el resto de personas. 


Intento soltarme, intento que quien sea que me tiene sujeta me deje ir, pero su agarre es fuerte. Sacudo mi brazo una vez más y me gano que el hombre doble mi brazo detrás de mi espalda y utilice mi dolor a su favor para que avance delante de él.

Poco a poco veo como la piscina comienza a alejarse y me acerco a los vestidores en la parte trasera del lugar, del que la gente parece estar huyendo. 

DE-MO-NIOS.

Me vuelvo hacia la persona, intentando ver si la conozco de alguna parte. Pero él me golpea en la espalda para que continúe avanzando. Solo logro notar unas cuantas cosas, como que es un hombre alto, tiene la cabeza rapada y es musculoso. Lleva una sudadera sin mangas de color negro que permite ver sus enormes brazos y unos jeans ajustados. 

No tengo idea de quién es esta persona o qué es lo que intenta. 

Bien, piensa en algo, Avalon. 

Cuando nos acercamos a una reja, me sujeto con la mano libre para que el hombre se detenga. Pero él arremete contra mi espalda nuevamente, me empuja una vez más y mis dedos ceden ante la presión. Me quejo del dolor y veo que mis dedos están heridos por la fuerza con la que me jaló para que soltara el metal. 


- ¿Quién eres? - le pregunto mientras intento que mis pies descalzos se queden quietos. - ¿Qué quieres? 


No hay respuesta. 

Grito e intento aferrarme a algo más a pesar del dolor que me ocasiona por mis heridas, pero nada funciona. Solo logro que el hombre se canse de mí y me cargue sobre su hombro para que deje de oponerme. 

Cuando veo que la gente desaparece, mis ojos se llenan de lágrimas y temo por mi vida. 


- Por favor, para. - pido y siento una punzada en los pies. Seguramente me los herí al intentar parar. - ¿Qué es lo que quieres? 

- Tú no me lo puedes dar, pero ayudarás a que lo consiga. - responde al fin con una voz grave y dura. Trago algo de saliva cuando se detiene y escucho la alarma de un auto desactivarse. 


Oh, no. 


- Por favor, por favor. - pido y me lamento por sonar tan patética. 


El hombre no se molesta en responder. 

De un momento a otro, siento que caigo y mi espalda se choca contra algo duro. El aire sale de mis pulmones, toso un par de veces y cuando levanto la mirada, veo el rostro del hombre antes de que cierre la puerta del maletero. 

Es mi fin. 





Ok, sé que esto ha sido repentino, no me odien. 

Quiero saber una cosa: ¿les gustaría que hiciera otros puntos de vista? En especial en esta parte creo que saber qué pasa con el resto de personajes sería super, pero quiero sus opiniones. 

Les mando mil besos! 

Gold Eyes | Teen Wolf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora