¿Por qué?

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Erick llegó al edificio que ponía en la dirección que le Tai le había dado, alguien iba de salida, así que aprovechó para entrar, subió siete pisos por las escaleras, necesitaba pensar qué haría y diría cuando la tuviese en frente, pero eran tantas cosas…

«¿Por qué te fuiste?»

«¿A que le temes?»

«¿Qué haces aquí?»

«¿No quieres estar conmigo?»

Había muchas cosas que se podían hacer para estar con alguien, muchas cosas se podían cambiar, él estaba dispuesto con toda seguridad a hacer un millón de cosas por ella, pero obligarla a estar con él no era una de ellas.

Llegó frente a la puerta que indicaba la dirección y tocó.

La puerta se abrió, allí estaba el chico rubio que vio con la chica que se parecía a Irish, no entendía nada, este tipo le abrió la puerta con una toalla anudada a la cintura y con cara de pocos amigos, aunque su expresión no era muy amigable tampoco.

-¿Quién eres tu? –Dijo el rubio de la toalla.

Era alto, de ojos verdes y de complexión fornida.

-Busco a Irish –Respondió Erick

-Ella no… -Comenzó a decir el rubio

-Rob, ¿quién es? –Dijo una voz femenina desde dentro del departamento.

Erick empujó la puerta y ahí estaba la chica morena que se parecía a Irish, parada en medio de la sala descalza, vestida solo con una camiseta masculina y mirándolo con unos grandes y expresivos ojos azules y con la cara muy pálida, como si hubiese visto un muerto.

-¡Mierda! –Exclamó la chica.

Erick tenía la confusión reflejada en los ojos, casi se podía ver lo que estaba pensando, entonces ella supo el momento exacto en el que él lo tuvo todo claro.

-¿Por qué? –Fue lo único que dijo Erick, mientras la miraba directamente a los ojos.

Ella bajó la mirada hasta sus pies.

-Porque así soy. –Respondió ella.

Erick entró al departamento, miró al rubio que aún estaba al lado de la puerta mirando la escena, extendió su mano y esperó a que el rubio hiciera lo mismo, entonces se la estrechó, en forma de saludo.

-Soy Erick Roberts, no se si eres su novio, pero creo que es justo que te diga que he venido por ella.

-Soy Robert Thomas y no soy su novio. Eso sería una locura. –El rubio lo miró divertido y luego dijo –Entonces, ¿cuáles son tus intenciones con mi hermana? 

-¡¿TU QUÉ?! –Exclamó Erick

-Sí, es mi hermano, tengo dos hermanas además, no se por qué te sorprende tanto.

-Eres una caja de secretos, ¿no? –Reclamó Erick.

-Bueno, yo voy a darme el baño que hace rato interrumpiste, un placer bro. Hablamos luego y me dices que tal te va con la bruja de mi hermana –Se fue riendo a carcajadas.

Erick miraba fijamente a la nueva Irish, su cabello oscuro destacaba aún más sus ojos, sus labios se veían más rosados, su piel lucía más blanca… 

«¿Dios, esta mujer es perfecta así se ponga un mono en la cara?»

-Cierra la puerta y siéntate Erick, tenemos que hablar.

Erick hizo lo que Irish le pedía y se sentó a su lado.

-Erick…

-No, espera, hay cosas que quiero preguntarte antes de que hables.

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