Lo que pasa en Las Vegas...

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Una semana, una puta semana. Ese es el tiempo que llevo separada de Alex, aunque parece que hubiesen sido tres mese,  y no puedo  respirar… ¿Qué clase de brujería es esta?

No tengo ni dos meses con el tipo y ya vivía con él. ¿En qué coño estaba pensando? ¿Cómo carajos una se idiotiza tan rápido?

…Si hace nada el tipo me perseguía y se aparecía en cualquier lado donde yo estuviese…

¿Ahora?

Solo su foto en todas las malditas revistas, con la zorrubia colgada de su brazo.

¿Lo peor?

No logro ni leer lo que dicen los titulares, el pie de foto o cualquier parte de los artículos de mierda, porque los ojos se me anegan en lágrimas y no puedo ni ver.

¡Qué desgracia tan infinita la mía! Quiero gritar como la loca de la montaña.

Con esta lloradera me van a salir arrugas… Y eso me hace llorar más.

-¿Quién te manda a ser la más cojonuda? Si ni siquiera lo dejaste hablar o explicarse… -Dijo una voz sobre su hombro izquierdo.

-Y de paso, el tipo va a buscarte, ¿y tú? Bailando, o mejor dicho, casi fornicando con un stripper en la sala de tu departamento. Sí que sabes cómo arreglar las cosas, ¿eh? –Ahora una voz diferente le hablaba sobre su hombro derecho.

¿Qué es esto? ¿Una maldita caricatura? Por favooor… Cállense, ambos. Me atormentan. ¡Díganme algo que no sepa!

Un ángel y un demonio se burlan de mí, creo que enloquecí, finalmente.

Inaudito.

Pero señor Dios de las cagadas y metidas de pata, ángeles del orgullo y demonios del sexo, ¿por qué coño me tiene que pasar esto a mí?

-¿Dhar?

-¿Ah?

Mierda, me estaba hablando y ni siquiera escuché una jodida palabra de lo que dijo…

-Tengo rato hablándote… ¿En qué piensas? –Preguntó Irish.

-Hmm… Nada importante

-En Alex, ¿verdad?

Síiiiiiii

-No, nada que ver.

-¿Entonces, qué tienes?

Que lo extraño muchísimo, eso tengo.

-Nada, es solo que tengo un montón de trabajo.

-Ah, vale… ¿Quieres continuar discutiendo el itinerario o quieres descansar un rato?

-Tomémonos un break, deberíamos ingerir un poco de cafeína y algo dulce, ¿no crees?

¡Mierda! Otra vez olvidé comer.

-Me parece perfecto, ya busco café y donas.

-Ufffff, eso estaría genial.

-Vale, ya vuelvo.

¿Qué me pasa? Yo no soy así… una semana es lo que ha pasado y se me olvida comer, lloro como si estuviera perpetuamente menstruando, me atraco con un montón de calorías inservibles, ya no quiero ni maquillarme y me torturo a mi misma con imágenes de Alex y la zorrubia… Yo no soy así, nunca lo he sido.

¿Será que en serio me enamoré?

¿De esto se trata el amor?

¡Qué pedazo de mierda!

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