Abrí mis ojos y me encontraba en la habitación de Ethan, estábamos enrollados el uno con el otro, yo sobre su pecho, el profundamente dormido y ambos desnudos. Mierda que hice, pensé. Luego al verlo tan adorable, y con sus facciones tan relajadas me tranquilice, que tenia de malo haberlo echo con el, además admitió que estaba enamorado de mi. Sonreí y bese su nariz, el esbozo una pequeña sonrisa pero no abrió los ojos. Decidí levantarme y preparar un desayuno para ambos y sorprenderlo, me vestí con la camisa blanca que el había usado la noche anterior y pude sentir su aroma en ella, baje descalza por las escaleras y reí al ver la cocina y recordar la ultima vez que ambos habíamos estado juntos allí.
Serví café en dos tazas y puse en un plato varias galletas que había en un estante, y lleve en una bandeja eso hasta la habitación. Ethan estaba vistiéndose rápidamente cuando entre.
-Ronnie- Dijo sorprendido- pensé que te habías marchado- Dijo luego relajándose.
-¿Por qué lo haría?- Pregunte riendo y acercándome a él- Preparaba el desayuno- El sonrió y me acerco a él besándome suavemente.
-Bonito detalle muñeca- Dijo observando el desayuno y luego a mi- podría seguir besándote pero ese desayuno no va a comerse solo- Dijo luego guiñándome un ojo y tomando la bandeja.
-¿Qué hora es?- Pregunte luego de una hora en la que ambos comimos y tuvimos una conversación normal como si lo de anoche nunca hubiese sucedido.
-11:00 am-
-Mierda tengo que ir a casa, nos vemos luego- Dije saltando de la cama en donde ambos estábamos y dándole un beso rápido en los labios.
Al entrar a mi casa lo mas disimulada que pude, vi a mi padre tomando café y viendo televisión en el living.
-Hola papá- Dije sonriendo lo mas normal que puede, no podía notar el nerviosismo en mi voz.
-Hola Ronnie ¿dónde estabas?-
-Yo mmm dormí en la casa de Aline- Mi padre se echo a reír.
-Ronnie tienes 18 años no necesitas mentirme no me agrado que durmieras en la casa de Ethan tampoco quiero imaginar que paso ahí pero el chico me agrada y tampoco me hubiese gustado que durmieras afuera por mi culpa, así que no te preocupes no voy a castigarte o algo por el estilo ya eres mayor- esas eran las palabras que un padre jamás diría y ahí estaba mi padre diciendo eso dejándome completamente desorientada.
-pues entonces genial, creo- dije sin saber bien que decir- si dormí en su casa pero no paso nada, se que no quieres saberlo, pero solo para que no pienses cosas malas- Obviamente mentí la idea de mi padre imaginando a su hija teniendo relaciones con el vecino no era mi favorita.
-Esta bien princesa y por cierto tengo una noticia-
-¿Buena o mala?- pregunte curiosa.
-Supongo que buena, es sobre Jennifer- De seguro era mala.
-¿Cual es la noticia?-
-Bueno ella y yo planeamos casarnos- Dijo y todo empezó a girar a mi al rededor no podía creerlo, cruella y yo conviviendo juntas, eso jamás funcionaría- y hay mas...
-Ya suéltalo- Que podría ser peor.
-Puede que ella también halla ocultado que tiene hijas- Y si, si podía ser peor, y si también eran malas noticias, no podía creerlo ¿una hermanastra?
-¿Como se llama?- Pregunte tratando de evitar mi disgusto lo mejor que puede.
-Sarah- Tarde varios segundos en procesar ese nombre que tanto detestaba y entonces supe de quien hablaba y deseaba con todas mis fuerzas que me esté equivocando, no podía ser la misma zorra con la que Ethan se había acostado, ni la misma zorra que estaba en mis clases, ni tampoco la misma zorra que se parecía tanto físicamente a Cruella, definitivamente yo tenía muy mala suerte.
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El chico de al lado.
Teen FictionRonnie Evans decide abandonar su antigua vida de chica nerd y marginada en Indiana e irse a vivir con su padre a New York con la idea de una nueva vida, y un total cambio de imagen y personalidad. Conocerá a Ethan Miller un chico que a primera vista...