Ronnie Evans decide abandonar su antigua vida de chica nerd y marginada en Indiana e irse a vivir con su padre a New York con la idea de una nueva vida, y un total cambio de imagen y personalidad. Conocerá a Ethan Miller un chico que a primera vista...
-Claro que iré Abie, si te lo prometo, no me perderé esas vacaciones tranquila, si yo también te quiero, adiós hermanita-
-Veo que tu hermana te extraña demasiado-Dijo Ethan mientras me acariciaba el cabello. El me había invitado a su casa en la tarde para pasar tiempo juntos y seguir conociéndonos.
-Si, está muy ansiosa por esas vacaciones en Puerto Rico, desde que somos pequeñas viajar allí o a México a sido uno de nuestros sueños-Dije levantándome del sofá en el que estaba recostada y acurrucándome mas junto a Ethan.
-Prometo algún día llevarte a México yo también quiero conocer ese país- Dijo mientras dejaba de acariciar mi cabello para acariciar mi rostro- Espero no conozcas a ningún puertorriqueño sexi en tus vacaciones o todo se pondrá muy feo- Dijo haciéndose el enojado.
-Tranquilo tigre yo solo tengo ojos para mi novio-
-Que lindo suena que me llames así novia-
-Pues me gusta recordar que eres mi novio-
-Y a mi me gusta que lo recuerdes-Dijo subiéndome encima de el y comenzando a besarme. Y ahí estaba de nuevo recibiendo uno de los mejores besos, que obviamente solo Ethan sabía dar.
-Ethan escucha quiero hacerte una pregunta- Dije apartándolo suavemente recordándome a mi misma lo que le quería preguntar desde un principio, y tratando de que el beso no se vuelva mas apasionado ya que no quería arruinar lo que vendría después.
-Dime- Dijo soltando mi rostro un momento.
-¿Recuerdas todo ese mal entendido con James? ¿recuerdas que me darías una sorpresa? nunca me has dicho que era- Dije ya que varios días antes me había dicho a mi misma que se lo preguntaría pero nunca lo recordaba, porque cada vez que el me besaba mi mente se ponía en blanco y solo estaban sus labios junto a los míos, y todo lo demás no importaba.
-Espérame un momento- Dijo levantándose del sofá y dirigiéndose a su habitación. Luego de unos segundos volvió con un sobre en la mano que decía Para mi Ronnie- Me había olvidado de dártelo, léelo cuando estés sola- Dijo entregándome el sobre- Es algo que escribí para ti-
-Gracias- Dije sonriendo y dejando el sobre a un lado ya que el quería que lo leyera cuando esté sola y dije- ¿En qué estábamos?
-Creo que nos estábamos besando- Dijo el haciéndose el pensativo.
-Es verdad- Dije riendo, me acerqué a el, lo tome por el rostro y continuamos besándonos.
Luego de mi tarde apasionada con Ethan volví a mi casa, por suerte mi padre no estaba porque no deseaba que me viera con todo el cabello revuelto, los labios inchados y varias marcas en el cuello que de seguro delataban lo que habíamos hecho. Habíamos tenido una larga sesión de besos, cortos, largos, pequeños y grandes, apasionados y relajados. Amaba sus labios y sus besos, el era un sueño y la forma en la que nuestras bocas se entendían era perfecta. Luego de besarnos el me llevo a su habitación e hicimos el amor, y está vez fue aún mas perfecta que la primera, supongo que estaba más relajada y ahora que ambos eramos novios no tenía de que preocuparme.
Luego de darme una larga ducha en la que reviví cada uno de los besos que había recibido me vestí con mi pijama y me recosté en mi cama a leer la carta que Ethan me había escrito.
♥Querida Ronnie:
Quería hacerte un regalo pero no se me ocurría que, así que decidí escribirte una carta y tratar de ser lo mas romántico, sincero, y expresivo posible contigo. Quiero que sepas que estuve enamorado de ti desde la primera vez que te vi, creo que ya lo había mencionado una vez pero lo haré de nuevo, tal ves estaba enamorado de ti desde antes de conocerte en persona, tu padre estaba muy entusiasmado con la idea de que su hija viniera a vivir con el, así que me había hablado mucho de ti, y creo que la forma en la que te describía ya me había fascinado desde un principio, y luego te vi y ya no hubo marcha atrás estaba completamente anonadado con la chica que tenía frente a mi esa mañana, aún discutiendo con muebles y vistiendo un ridículo pijama de ovejas y una bata te veías hermosa, con tu cabello negro despeinado cayendo hasta tu cintura y tu cara de pánico al oír mi voz a través del balcón. Desde ese día me había dicho a mi mismo que debía enamorarte y cuando lo lograra no dejarte marchar nunca, porque eres perfecta y porque te amaba sin conocerte todavía. Se que no actué de la mejor forma al intentar enamorarte, creí que la técnica que utilizaba con las demás chicas funcionaría contigo pero no fue así, y me alegre por ello porque demostraba que eras diferente y que en realidad valías la pena. Eres una chica difícil Ronnie Evans, pero cada esfuerzo para lograr que fueras mía valió la pena. Sabía que no sería el único que querría estar contigo porque eres hermosa y tienes una linda personalidad, y una vez que alguien te conoce simplemente no puede dejarte ir, así que me propuse luchar por ti siempre, porque te amo y siempre lo aré.
Con amor tu futuro novio, Ethan
Luego de terminar de leer esa carta ya con lagrimas en los ojos conmovida y sintiéndome mas que feliz por cada palabra que había leído, me levante de mi cama y me dirigí hacia mi balcón, sin pensarlo hice una estupidez de la cual no me arrepiento porque solo soy una chica enamorada de su novio.
-¡Amo a mi novio Ethan Miller!- Grite lo mas fuerte que pude mientras observaba el atardecer de ese hermoso día que había vivido, posteriormente vi las luces encenderse de la habitación de Ethan y luego las puertas de su balcón se abrieron dejando ver un hermoso chico, rubio, despeinado con apariencia despreocupada y relajada como todos los días, sonriendo- Te amo- Dije en un tono que solo el escuchara, con lagrimas en los ojos y la carta en la mano.
-Yo mucho mas Ronnie- Dijo el riendo y luego agrego- ¡Amo a mi novia Ronnie Evans!- y yo agregue.
-¡Amo a mi novio Ethan Miller!- y el agrego.
-¡Amo a mi novia Ronnie Evans!- y ambos estuvimos así un buen rato, gritando que nos amábamos para que todo el mundo nos escuchara, y si parecíamos unos ridículos no me importaba, y si parecíamos niños tontos tampoco me importaba, porque en realidad nos amábamos y éramos felices haciendo esas estupideces y de eso se trata el amor de ser feliz, y yo lo era.
Fin
❤Bueno El chico de al lado llego a su fin, espero que hallan disfrutado de leer mi historia tanto como yo disfrute al escribirla, gracias por cada voto y cada comentario que siempre me motivaron a seguir escribiendo con mas ganas, y gracias a las mil ochocientas catorce lecturas a las que llego la historia, me siento muy feliz!!❤
Ronnie les manda besos a todos!!♥
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