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Un admirador para Calipso.

Capítulo 26: Un admirador para Calipso.

Piper se queda quieta dónde está, observando a su amiga alejarse más y más con la mirada pegada al suelo. La castaña hace una mueca.

No le gusta ver a su amiga sufrir, mucho menos por ese tonto admirador. Si tuviera al admirador frente a ella le haría pagar por el mal rato que le está haciendo pasar a Annabeth, a Percy e incluso a ella misma.

Mira la nota en sus manos ¿Qué debe hacer con ella? ¿Botarla? ¿Devolvérsela a Annabeth? ¿Mostrársela a Percy?

—¿Qué le sucede a Annabeth? —la voz de Calipso hace que Piper deje de mirar la nota. Suspira arrugando la nota en una de sus manos.

—Está molesta con su admirador secreto por arruinarle la vida —le explica. Calipso abre mucho los ojos, pero asiente comprensivamente.

—Debe ser terrible —hace una pausa y luego resopla—. Recuerdo la situación de Annabeth y me hace pensar que tal vez debería agradecer que mi "admirador" —hace comillas con los dedos— no me admiraba realmente.

Piper intenta no reírse.

—Que la nota en tu cuaderno haya sido un error no significa que no hayan chicos que te admiren en secreto —le guiña un ojo, tratando de animarla. Calipso niega con la cabeza, no pareciendo haber escuchado ni una palabra de Piper.

—Hablando de ello, me volvió a escribir —abre su mochila para revolver el contenido, buscando—. Pensaba en hacer trizas la nota y luego desecharla, pero quería mostrársela a ustedes antes de tirarla —saca un papel algo arrugado y se lo pasa a la castaña. Guardando la nota de Annabeth en el bolsillo, Piper toma el papelito que le ofrece Calipso.

"A veces pareces molesta en clase... No es por mi error al enviarte la nota ¿o sí?"

»Voltea el papel —le dice Calipso.

Del otro lado hay otra serie de palabras, estas escritas con lo que parece ser un color verde.

"Me alegra saber que no sabes quién soy, porque presiento que me golpearías por haberme equivocado. Pero ¡hey! No te desanimes. Te ves simpática (al menos cuando no pareces que vas a escupir fuego por la boca y lanzar veneno con la mirada), de seguro en algún momento tendrás tú propio admirador secreto.

Pd: escribí con color verde porque el lápiz que pedí prestado para escribir la otra parte de la nota lo tenía que devolver ¡supongo que tendré que escribir toda la clase con un solo color!"

—¡Yo también dije eso! —exclama Piper.

—¿Decir qué?

—Yo te dije que tal vez tengas admiradores secretos, pero, evidentemente, no me escuchaste —le dice la castaña devolviéndole la nota. Calipso sonríe.

—Tal vez, pero ¿sabes que sé con toda seguridad? Que en este colegio hay más admiradores de los necesarios.