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Un plan.

Capítulo 27: Un plan.

Calipso se fue, alegando que tenía que ir a buscar unos libros antes de ir a su siguiente clase. Piper se queda de pie en el pasillo un momento más antes de ir en busca de Percy.

Si es verdad que ambos van a trabajar juntos para descubrir el misterio del admirador secreto de Annabeth es mejor que le cuente sobre la reciente nota de su amiga y del encapuchado que tal vez sea la persona que buscan.

Se dirige a la cafetería, el lugar más probable dónde Percy pueda estar, y mira uno de los numerosos relojes del colegio. Faltan pocos minutos para que la campana suene y deba irse a clases, por lo que acelera el ritmo.

Una vez en ese lugar, se arrepiente de haber ido. La cafetería está tan atestada de gente que parece que ha atravesado un portal a un concierto de la persona más famosa del mundo.

Se muerde el labio, observando a algunos estudiantes ir y venir, pero ninguno es el pelinegro que busca. Está a punto de decidir rendirse cuando se le ocurre algo: llamarlo.

El teléfono suena varias veces antes de que él le responda.

—¿Quién murió? —le pregunta la familiar voz de Percy. Ella frunce el ceño, abandonando la cafetería para alejarse del ruido.

—¿Por qué tendría que haber muerto alguien? —le cuestiona Piper.

—Porque tú, querida Piper, jamás de los jamases me llamas. En serio. Jamás. Siempre pensé que si llegaba a recibir una llamada tuya era porque alguien, en definitiva, ha muerto.

Piper rueda los ojos.

—No hay muertos, pero hay novedades —le informa rápidamente sobre el encapuchado y la nota. Por unos segundos, Piper solo escucha ligeras voces de fondo desde el otro lado de la línea.

—¿Capucha negra, dijiste? —finalmente habla—. Creo que has descrito a la mitad de los estudiantes de hoy.

—¡Al menos yo he tenido avances! —replica— ¿Qué has averiguado tú, eh?

Percy vuelve a quedarse en silencio otros momentos.

—Tengo un plan —su voz es acompañada por la campana de entrada a la siguiente clase—. Te veré al final de clases en el estacionamiento ¿de acuerdo?

No espera a su respuesta y cuelga. Piper baja el teléfono, caminando a su próxima clase, mientras ruega que ese plan, sea cual sea, funcione.