Los nervios de Rachel.

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Capítulo 49: Los nervios de Rachel.

A la hora del almuerzo Annabeth se reúne con sus amigas en la cafetería aún con la enorme sonrisa plasmada en su rostro.

Al verla tan contenta, Calipso le pregunta qué sucede.

—Mi admirador me envió un poema —dice con entusiasmo. Rachel la mira con los ojos muy abiertos.

—¿Un poema?

—Sí. Lo estamos estudiando esta semana.

—¿De verdad? —Annabeth mira extraña a Rachel al verla tan nerviosa.

—Es de Gloria Fuertes, ¿lo estás viendo tú también?

—Eh, no —dice Rachel, aunque no parece más tranquila.

—Bueno, ¿y qué decía el mensaje?

Annabeth les muestra el correo.

—¡Que dulce es! —exclama Calipso con una sonrisa.

—Annie, no te ofendas, pero... ¿estás segura de que lo que dice el admirador es sincero? —pregunta Rachel, quitándole la sonrisa a Annabeth.

—¿Tú también vas a empezar a dudar? —no espera respuesta—. Porque si vas a ponerte a la ofensiva, vete a ser amiga de Piper y aléjate de mí.

Rachel la mira boquiabierta, pero luego parece recuperarse y se pone de pie, abandonando la mesa y a sus amigas.

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