Capítulo 18

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Harry encuentra otras cosas que hacer durante las vacaciones y no ve a Louis en todo el verano, pero cuando lo hacen, Louis se sorprende del gran estirón que ha pegado y Harry de lo bronceado que estaba.

Él sabía cuál era el día en que Louis regresaría, porque éste le había avisado con un mensaje. Así que cuando baja al piso de Louis, lo recibe con un abrazo y una gran sonrisa.

-Media hora Harry, media hora que hemos estado en casa y ya estás aquí – le acusó sonriente, con el cabello mojado de la ducha que acababa de darse.

Harry también sonrió sintiéndose culpable, pero hey, estaba feliz. Saludó a Jay, quien estaba limpiando el polvo acumulado en la sala y cocina. Louis lo empujó hasta su dormitorio ansioso por contarle todo con más detalles.

Le ayuda a desempacar sus cosas en su habitación y comienzan los relatos. Louis le cuenta que sus primas son divertidas y que no tardaron en descubrir que era gay, así que todo fue un poco menos incómodo. Le cuenta que Brighton era precioso pero que prefería su hogar porque no corría tanto viento y porque no tenías miedo de que te callera popo de gaviota en la calle.

Harry reía, él le contó lo aburrido que había estado las primeras semanas, hasta que terminó de recuperarse y empezó a ir a casa de Niall a pasar el rato. De cómo Zayn, quien había cambiado de chica otra vez, le había terminado de enseñar a andar en skate mientras Niall observaba (porque él simplemente no se atrevía), y que hasta ya se sabía algunos trucos. No había visto mucho a Liam más que en un par de ocasiones, y en todas ellas él estaba estrenando un nuevo amor de verano llamado Cheryl.

Louis sugirió salir a comprarle una tabla de skate esa misma tarde y Harry asintió entusiasmado, y decidieron encontrarse a las 5 de nuevo. Harry subió a casa y en el almuerzo le pidió a su madre que le diera dinero para comprarse una tabla de skate. Ella se mostró un poco escéptica y dudosa pensando que sería peligroso. Pero Harry le aseguró que Zayn le había enseñado todo lo necesario para evitar las caídas. No era del todo cierto pero tenía que insistirle. Al final, fue Robin el que terminó dándole un billete de 200. "Si te sobra puedes comprarte ropa, ya que las clases están a punto de comenzar". Harry sonrió contento y le agradeció mil veces.

Mientras tanto, en el apartamento de abajo, Jay ordenó comida porque no tuvo tiempo de cocinar por lo ocupada que había estado limpiando. Comienza a conversar con Louis de lo cambiado que estaba Harry, y Louis le da la razón sin decir mucho.

-¿Cómo es que ya está más alto que tú? – exclamó sorprendida.

-Está de mi tamaño, mamá. – contestó con la boca llena, preocupado en tener la razón.

-¿A qué año pasa? Tercero, ¿a qué si?

-Segundo. – niega con la cabeza.

Jay solo ríe y guarda silencio por unos segundos.

-¿Recuerdas cuando era muy pequeño todavía? -sonríe enternecida - Ni siquiera lo soportabas a tu lado tanto tiempo.

Louis rodea los ojos y sonríe -Era muy jodido.

-No hables con la boca llena.

Louis la mira con una expresión de "¿es en serio?"

-Y era muy adorable Louis, siempre lo ha sido.

-Si tú lo dices... – contestó después de tragar otro pedazo de carne.

En realidad, si lo era, pero no iba a admitirlo en voz alta. Jay decidió no agregar nada más, al ver que su hijo no le revelaría nada acerca de cuánto le gustaba Harry. Y Louis se lo agradeció.

I wanna be with you. | Larry Stylinson |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora